Capítulo 31.

1.5K 151 3
                                    

—¡No es cierto!—exclamó con una sonrisa.

—Lo es.

—¡No puedo creerlo! ¡es genial!

—Sí, lo sé. —contestó con una sonrisa.

—Ah, chicos, ¿de qué hablan?—cuestionó Nicky saliendo de la cocina.

—De que mamá hará lasaña para cenar. —respondió Dicky—. ¿Por?

—... No importa. Sigo esperando a que llegué Ricky. —comentó yendo a sentarse al sillón junto a su hermana.

—Déjalo, seguro está muy ocupado con su primer beso. —se burló.

Él azabache rodeó ojos.

—¿Porqué te burlas de él? No es como tú hayas dado tu primer beso.

Dicky soltó un "uhhh" ganándose la mirada molesta de Dawn.

—Tú tampoco haz dado tu primer beso.

—Es cierto, pero al menos no tengo el cinismo para burlarme de alguien que sí lo ha dado. —atacó.

El Harper de mejor cabello se volvió a burlar de su hermana antes de alzar una ceja con confusión.

—¿Qué es cinismo...?

—¡Cómo sea, vámonos Dicky, dejemos a Nicky solo que seguro es lo que más quiere llevándome la contra!—molesta, se levantó de su asiento.

—Eso y el control remoto. —con una sonrisa lo tomó.

Dawn gruñó antes de subir las escaleras.

—Bien jugado. —lo halagó.

—¡DICKY!—gritó la rubia desde arriba. Él nombrado se apresuró a subir también.

Nicky rió mientras negaba levemente la cabeza. Buscó alguna caricatura que ver, al final terminó eligiendo a Bob Esponja.

Justo en ese momento se abrió la puerta principal dejando ver al rubio.

Mientras tanto, con Dawn y Dicky. Ambos se encontraban en la habitación de la primera.

—¿Para qué me llamaste? ¿me dirás que hará mamá de cenar mañana?—con una sonrisa, preguntó.

—No, si no para hablar del plan.

—Pff, ya lo hemos hablado más de lo que deberías. Le quitas lo divertido a lo divertido.

—¡Si lo hago es porque hay que apegarnos a los cambios!

—Claro, para que puedas ir al baile con... ¡Mack!—mirando hacía arriba imitó la voz de Dawn—. Mientras que yo no puedo ir.

—Después de lo que hiciste no deberías quejarte.

—¡De no ser por mí no irías al baile con él!

—¡Claro que sí! No te puedo decir porqué pero créeme, hubiese sido igual de todos modos.

—Ya sé, le gustas.

—¿¡Cómo lo supiste!?—interrogó sonrojándose.

—No sabía... pero ahora lo sé. —sonrió divertido. Gracias a eso se ganó un golpe en el hombro—. ¡Auh! ¡oye, sí me dolió!

No sabía, pero ahora lo sé. —imitó su voz.

—Bien jugado... —repitió en voz baja.

—¡No nos desviemos! Entonces; los dos fingiremos estar enfermos, algo en lo que somos profesionales, así que lo más seguro es que mamá se quedé a cuidarnos y papá vaya de chaperón al baile como todos los años. Luego, fingiremos dormir y aprovecharemos ese momento para ir a la casa del árbol. A esa hora la casa de ______ estará vacía.

—Haces que suene demasiado fácil.

—Es fácil, solo hay que ser listo y no dejar que se nos pase ningún detalle. Sobretodo con mamá, que de los cuatro nosotros somos en los que menos confía...

—Cierto, ¿y qué hay de Mack?

—Sencillo, al regresar fingire estar mejor para ir al baile y ahí le enviaré un mensaje a Mack avisándole que ya voy a ir.

—Mmm, ¿segura de qué funcionara? Mamá tampoco es tonta.

—Todo se trata de actuación, querido Dicky. Te aseguró que todo saldrá bien. —chilló de la emoción—. No puedo creer que subiré a la casa del árbol he iré al baile con Mack, todo el mismo día.

—Eso sin duda es suerte. Lo mejor que me pasó los últimos días fue terminar de comer lo que quedaba de spaguetti.

[...]

—¡No creerás lo emocionada que estaba cuando se lo conté! Lo más seguro es que llame a la tía Melissa para arreglar todo.

—Creo que se emocionó más que yo. —rió levemente.

—Sobretodo porque Ricky te invitó al baile. —dijo con una sonrisa pícara.

—Al menos yo no le termine diciendo que me gusta.

—¡Fue un accidente! No quería decírselo... pero ella no reaccionó tan mal como pensaba.

—Jaja... pronto sabrás porqué.

—¿Eh? ¿de qué hablas?

—Nada. —sonrió inocente—. Cómo sea, dejando de lado que Ricky me invitó al baile... ¡estoy muy feliz de que iremos juntos!

—¡Lo sé, yo también!—sonrió pero a medida que pasaban los segundos su sonrisa se fue borrando.

—¿Sucede algo, Mack?—preocupada, interrogó.

—Es solo que... te voy a extrañar estos meses...

—Yo también. Ya he comenzado a empacar, de hecho. Pero al menos tenemos tecnología~ y podremos hacer vídeo llamadas todos los días.

—Es cierto pero... me preocupa más como estarás tú.

—No te preocupes por mí, Mack. Sí puede cuidarme los últimos trece años entonces lo podré hacer unos cuantos meses. Ahora concentrémonos en pasar los exámenes antes del gran día del baile, ¿bien?

Él soltó una risa y asintió con una sonrisa.

—Bien.

La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora