Capítulo 20.

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______ se puso de cuclillas para alcanzar el shampoo del estante de arriba.

Como odiaba ser baja... 

—Está bien, no tienes que tomar ese shampoo, hay muchos más abajo. —dijo su tía riendo levemente.

—No, este es el que Dicky me recomendó. —logró tomar el bote—. Haber si así se vuelve a quejar de mi cabello....

—¿Qué?

—¡Nada!—puso el shampoo en el carrito—. ¿Qué sigue?

—Quiero comprar otro cepillo, el mío se rompió ayer en la noche. Luego iremos por los cereales. —respondió comenzando a mover el carrito—. Te dije que esto seria aburrida, debiste quedarte con Mack y sus amigos.

—Para mí no es aburrido, tía. Además, quería salir de casa por un rato. —admitió caminando un poco más adelante de ella, a lado del carrito de compras.

—Lo sé, puede ser sofocante... Por cierto, he visto que últimamente te has estado juntando con los hijos de los vecinos.

—Sí, son agradables. Y pensar que no quería ser su amiga, ja.

—Tu papá se puso muy feliz cuando se enteró, de verdad quería que te adaptaras he hicieras amigos aquí...

—¿Porqué siento que hay algo qué me quieres decir?—preguntó con una ceja levantada—. Eso es algo que yo más que nadie sabe.

—Bueno, sí... Solo quería decirte que me alegra verte de esa manera, feliz, hace tanto que no te veía así. —sonrió—. Toda esta situación es muy complicada pero has sabido como sobre llevarla, es algo muy maduro para tu edad.

—No es la primera vez que me lo dicen. —rió levemente, pero se detuvo al recordar algo, su sonrisa se había borrado.

—¿Sucede algo, ______?—preguntó con preocupación.

—Yo... también he hecho las cosas mal, tía. —confesó haciendo que ambas se detuvieran—. Papá me dijo que tratará con respeto a Móni-... a mamá, —se corrigió—. pero cuando hablamos por teléfono hace una semana no la traté muy bien... me deje llevar.

—Que extraño, normalmente cuando haces eso tu mamá le reclama a tu papá. —dijo tratando de recordar si su hermano le comento con anterioridad algo al respecto—. Quizás no le dijo nada esta vez... o tu padre no me dijo nada a mí.

—Me lo imaginaba. —rodó los ojos—. Realmente no me arrepiento de nada de lo que le dije, es la verdad después de todo. Ella siempre me trato mal, ¿porqué cuando tiene la oportunidad de deshacerse de mí como siempre quiso no lo hace? Lo único que hace es hacerme sufrir... tal vez esa sea la razón.

—______, no puedo defender el comportamiento de tu madre a lo largo de estos años, y tampoco te pediré que le des una oportunidad para tratar de llevarte bien con ella. Y en-.

—No te preocupes, tía. Sé que no hay nada que tú o mi papá puedan hacer para que eviten que vaya con ella en vacaciones. Intento ser positiva al respecto, —sonrió un poco—. y pensar que por lo menos el resto del año puedo estar con ustedes, y con ella solo tengo que estar como unos meses. Hablar con mi papá esa vez si que funcionó.

—No sabes como me gustaría que fuera mejor madre contigo. Ella no te merece...

—Nadie lo hace. —dijo con diversión—. Basta de malas vibras, por favor. Mejor sigamos con las compras.

Melissa asintió y continuaron caminando. Luego de conseguir el cepillo que la mayor necesitaba, fueron por el cereal que ______ tendría la fortuna de escoger.

—¿Cuando lleguemos a casa irás a la casa de los vecinos a jugar con ellos y Mack?—cuestionó su tía haciendo conversación.

—No creo, no estoy de ánimos para jugar con globos de agua. Mejor que jueguen ellos.

—Mack se ha hecho amigos de ellos también con rapidez, ¿no? Ahora entiendo porque viene más seguido a la casa. —comentó para luego soltar una risa.

—Sí, y es algo muy bueno, eso le ayudará a Dawn a hablar con él. —pensó en voz alta.

—¿Qué dices?

—¡N-Nada!—contestó con una sonrisa nerviosa.

Debía dejar se hacer eso

Justo pasaban a un lado de la sección de ropa femenina, lo primero que vio fueron los vestidos.

Entonces, recordó la conversación que tuvo con Ricky hace varios días, más acerca del baile que sería próximamente.

Si era sincera consigo misma... quería ir, y usar un lindo vestido. Le daba vergüenza pensar ese tipo de cosas, eran pensamientos de una niña cualquiera.

Pero, ella era una niña.

—¿Quieres probarte un vestido?

Esa pregunta la hizo volver a la realidad.

—¿Ah? ¿qué?—miró a su tía, quién la miraba con una sonrisa.

—Te quedaste ahí mirando a los vestidos. Dime, ¿quieres probarte un vestido o-.

—¡P-Para nada! Miraba otra cosa, los vestidos son tontos. —negó con la cabeza tratando ocultar sus mejillas rosas por la vergüenza.

—No tiene nada de malo que te gusten los vestidos, ______. Apuesto a que se te verían lindos, hace mucho que no te pones uno.

La imagen de Ricky diciéndole "hermosa" invadió su mente, ocasionando que sus mejillas se tornaran de rojo.

—¡No! Se me vería horrible, tía. —aceleró el paso—. Sigamos he ignoremos esto por favor.

—¿Porqué dices eso? Si la última vez que te pusiste un vestido te veías preciosa, cariño.

______ se detuvo y volteó a verla.

—¿T-Tú crees?

—Claro que sí, yo nunca miento acerca de eso. ¿Recuerdas cuando le dije a tu padre que esa corbata se le veía horrible?—preguntó soltando su risa. Su sobrina también rió al recordar ese cómico momento.

—Sí, el siempre fue malo escogiendo ropa, sobretodo corbatas. —comentó con una sonrisa. Miró nuevamente los vestidos—. Está bien, tú ganas. Pero, ¿podría ser otro día? Me da flojera, jaja...

—Como tú digas. —contestó sin quitar su sonrisa. Ambas siguieron su camino.

______ observó por última vez los vestidos. Fijó su vista al frente y soltó un suspiró.

Ya había pasado tres años desde que se puso un vestido... quizás no era tan mala idea volver a ponerse uno.

"—No estoy de acuerdo, ______. —la interrumpió—. Porque para mí... eres hermosa."

Movió de un lado a otro su cabeza al recordar eso otra vez. Sintió sus mejillas arder de nuevo.

Se comenzó hacer varias preguntas en su mente; ¿Porqué Ricky me dijo eso? ¿porqué me siento así se solo recordarlo?

Pero la más importante era; ¿Ricky aceptaría ir conmigo al baile?...

La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora