La Casa del Árbol ✧ Ricky y Tú.

Capítulo 19.

Habían pasado los días, las cosas ya estaban un poco más tranquilas en la vida de ______. Su madre la dejo de molestar, pero estaba consciente de que en poco tiempo tendría que ir con ella cuando sean vacaciones.  

No quería, eso estaba más que claro, ¿pero qué podía hacer? Su madre no la tomaba en cuenta ni le importaban sus sentimientos por ser solo una niña. Tenía que hacer lo que dictaba la ley sí o sí...

Pero, enfocándonos en la vida de otra jovencita, y hablamos de Dawn Harper para ser más específicos, ella se encontraba hablando por vídeo llamada con su amiga, Mae, en su habitación.

—Cuéntame cómo van las cosas allá, hacer los trabajos desde casa no es lo mismo que ir a la escuela. —explicó con una pequeña sonrisa.

Hace unas semanas le había dado varicela a Mae, por lo que se encontraba en casa hasta que esa enfermedad se fuera.

—Nada interesante ha pasado en realidad, ya sabes que todas las clases son aburridas, y ahora lo son más sin ti... —bufó.

—Aww, lo sé, también es aburrido hacer la tarea en casa sin ti. Pero mamá me dijo que no faltaba mucho para que se me quitara la varicela. Espero que sea lo más rápido posible, ¡no he podido dormir cómoda en semanas!—vociferó con una mirada molesta.

—Te entiendo, la varicela es horrible... pero supongo que es mejor que te de ahora que cuando seas adulto. —Mae asintió estando de acuerdo con ella—. Solo espero que estés mejor antes del baile...

—¡Yo también! ¿Puedes creer que Miles ya me invitó?—pregunta con una sonrisa enamorada—. Es tan tierno... ¿Y tú, Dawn? ¿no haz considerado invitar a Mack al baile?

—¡¿Ah, qué dices?!—se sobresalto.

—No te hagas la desentendida, sabes de qué hablo. Deberías invitarlo lo más pronto posible, antes de que otra chica lo haga.

—No es tan fácil, Mae. ¿Cual es la posibilidad de que acepte ir conmigo? No le gusto. —dijo con cierta tristeza.

—Eso tú no lo sabes. Por eso debes arriesgarte. Si no lo haces te vas arrepentir el resto de tu vi-.

Unos gritos conocidos la interrumpieron. Ella y su amiga de inmediato supieron de quienes eran esos gritos.

—¿Son tus hermanos?—cuestionó con una ceja alzada.

—Sí...—respondió molesta—. Un momento... —alzó la vista—. ¡ESTOY TRATANDO DE HABLAR CON MAE, ASÍ QUE SERÁ MEJOR QUE SE CALLEN PAR DE ANIMALES!—dirigió su vista a la computadora nuevamente.

Mae estaba a punto de decir algo pero los gritos no cesaron, si no aumentaron.

—Iré a ver porque gritan tanto esos tontos... no te vayas. —le pidió con una sonrisa y bajo de su cama dispuesta a salir de su habitación.

—Okey...

Dawn fue a la habitación de sus hermanos, pero ninguno estaba ahí, entonces los gritos debían venir de abajo.

Nop, tampoco estaban en la sala o cocina... debían estar en el patio. De nuevo se escucharon los gritos, ahí confirmo que sí, estaban en el patio.

Salió por la puerta de la cocina, al hacerlo se encontró con sus hermanos jugando con globos de agua, y no estaban solos, también estaba...

« ¿Mack?... »

Sin darse cuenta, un globo le cayó mojando su ropa... y a ella.

—No sé qué es peor, esto o que sus gritos se escuchen hasta mi habitación...—comentó para si misma en voz baja.

—¡Lo siento, Dawn!—exclamó acercándose a ella—. No me di cuenta que estabas ahí...

Al darse cuenta que fue Mack quién le arrojó ese globo con agua se relajó y sonrió.

—No hay problema Mack, jeje. No sabías que estabas aquí... con mis hermanos.

—Sí, ellos hace rato me invitaron a jugar con ellos. Pensé que estarías aquí pero me dijeron que estabas ocupada.

—¿Ocupada?...

—Te vimos llevar ese gran envase se helado a tu habitación, así que supusimos que ibas hablar con Mae o a llorar. —respondió Dicky. Las mejillas de Dawn se tornaron rojas por la vergüenza.

—¡Claro que no! No sé de que hablan, no les creas... —le dijo rápidamente a Mack sin poder mirarlo, él rió ante todo esto.

—No te preocupes, yo también suelo comer helado cuando lloro. —confesó con una sonrisa—. Te ayuda bastante, ¿no?

Dawn sonrió ante esto, ese chico podía hacerla sentir bien sin ni siquiera notarlo.

—Sí... ¡Pero yo no estaba llorando!—se cruzó de brazos—. Como sea, ¿no está ______ con ustedes?

—No, fue con-.

—¡Su tía al supermercado!—contestó Ricky antes que él, todos lo miraron—. Eso nos dijo Mack...

—... Claro, ¿y quieres unirte, Dawn?—preguntó Mack—. Aún quedan muchos globos con agua.

—¡Sí, por supuesto!—respondió con rapidez—. Pero, tengo que despedirme de Mae que aún sigue esperándome en la vídeo llamada...

—Bien, aquí te esperamos.

Dawn asintió y entró de nuevo a su casa. Al estar sola sonrió con emoción, podía pasar más tiempo con Mack... era lo mejor que le podía pasar.

Se acercó a la ventana y lo vio jugar alegremente con sus hermanos. Su vista viajo hasta la casa de árbol, que desde ahí se podía ver.

Ya no contaba con sus hermanos pero no le importaba, cumpliría con su sueño de niña y subiría a esa casa del árbol... Tendría que hacer otro plan para lograrlo.

Tenía la suerte de ser la mejor haciendo planes.

Mientras tanto, en la habitación de Dawn.

—¿Hola? ¿Dawn? Ya tardaste mucho... —habló Mae teniendo a la vista solamente la cama de su amiga. Colocó su mano en su mejilla y gruñó—. No volverá...