Entre Amor Y Mentiras

¡No me quiero casar!

--esto no puede estar pasando. No puede ser real

Mis pies se movían inquietos de un lado a otro de la habitación. A pesar del dolor me era imposible detenerme. Estaba tan sorpendida y nerviosa, no sabia que hacer. Una boda. Rebeca se iba a casar. Me tendría que casar con un completo desconocido.

--hija, ya habíamos hablado de esto—soltó Olive como si solo fuera una pequeñes más—Maison es un chico estupendo, un excelente partido para alguien como tu

--¡no me quiero casar!—solté cansada de repetírselo—soy demasiado joven para casarme, además ni siquiera lo conozco ¿Cómo esperan que me case con un desconocido?

--Rebeca, es algo que se tenia planeado desde antes que te secuestraran, no se puede cancelar—me detuve y mire a la mujer bien vestida que se encontraba frente a mi—te casaras en unos meses, son ordenes de tu padre

--¡Howard se puede meter sus órdenes por donde quiera! ¡yo no me voy a casar y punto!

La bofetada no me tomó por sorpresa, era obvio que la recibiría pero aun así me enfureció recibirla de una mujer que desconocía. Levanté la mano para regresársela, pero me detuve. Se suponía que ella era mi madre ahora, no debía golpearla.

--¡no permitiré que hables de tu padre de esa forma!—me regañó. Apreté los dientes y sin pensarlo, abandone la habitación—¡Rebeca vuelve aquí!—pero no me detuve

--señorita—Lucas me esperaba al pie de las escaleras con una expresión de confusión

--sácame de aquí, rápido—el chico me miró dudoso antes de seguirme a la salida

Oí los tacones de Olive bajando las escaleras pero no me detuve. Salí al patio y me subí en la camioneta negra. Lucas se apresuro y subió al asiento del conductor. Encendió el auto y salimos de esa casa llena de gente desconocida.

Llevé las manos a mi rostro y sequé las lagrimas de rabia que habían empapado mis mejillas. Mi boca se movía desesperada, eso sucedia cuando estaba realmente molesta, incluso sonreía de rabia.

--¿estas bien?—preguntó Lucas después de un rato en silencio

--no, no estoy nada bien—apreté los dientes y golpeé el tablero del auto con fuerza—¡demonios!—sujete mi mano lastimada y sentí aun mas rabia

--no hagas eso, por favor—Lucas alejó una de sus manos del volante y la colocó sobre las mias—deja de hacerte daño—lo mire con enfado y el me regresó una mirada preocupada. Apreté los labios y suspire—¿A dónde quieres que te lleve?—preguntó alejando su mano de las mias

--tu debes saber mejor que yo—solté con enfado. El chico no contesto, simplemente se limitó a conducir.

Durante el trayecto estuve intentando calmar mi respiración y mis pensamientos locos. Debía tener la cabeza fría para poder pensar en algo para librarme de esto. Lucas detuvo a camioneta en un edificio grande con la palabra spa en grande. Mire el lugar abarrotado de gente y suspire.

--¿sucede algo?—pregunto Lucas cuando vio que no baje del auto

--no quiero estar aquí—solté cansada—solo...conduce—el chico me miro extrañado por unos minutos antes de volver a conducir

No se cuanto tiempo estuvimos asi. Solo se que debía calmarme antes de regresar a esa casa. La noche anterior discuti con Howard por la boda y no pude dormir bien por el miedo y la rabia. Ni siquiera desayune bien por lo mismo, y luego la discusión con Olive. Estaba cansada, por lo que no me sorprendio terminar dormida.

Desperté varias horas después. La cmaioneta estaba estacionada junto a un parque amplio y lleno de arboles. Encontré a Lucas apoyado en el cofre de la camioneta, dándome la espalda. Veía a la gente pasar y parecía estar bebiendo algo. Froté mis ojos y vi la hora en el teléfono. Baje de la camioneta y fui hasta donde estaba Lucas.