Tarde el primer dia

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--ya le pago

Bajé apurada del taxi y corrí al primer guardia de seguridad que vi.

--señorita Rebecca—dijo algo sorprendido

--¿me prestas dinero para pagar el taxi?—el hombre me miró sorprendido pero después de unos segundos asintió y fue a pagarle al hombre la tarifa por traerme--muchas gracias...

--Jason Wells, señorita—se presentó con una sonrisa

--gracias Jason. Ire a dentro y te traeré el dinero que me has prestado—me apresuré a cruzar el jardín aun cuando lo oí decir que no era necesario, pero no dejaría que perdiera dinero por mi

Llegué a la puerta justo a tiempo para que esta se abariera y por ella saliera Lucas. Estuve a punto de chocar con él, pero frene en buen momento. El pelinegro me miró algo sorprendido por mi repentina aparición pero luego su rostro volvió a la expresión seria y apagada de los últimos días.

--lo siento—dijo mientras se apartaba para que yo pudiera entrar

--Lucas, que bueno que te veo, necesito hablar contigo—el chico me miró con ojos tristes y sentí como si hubiera dicho algo malo—Lucas ¿sucede algo?—intenté acercarme pero el me esquivo y salió de la casa

--tengo que irme señorita

--pero Lucas—comencé a seguirlo pero la voz de Howard me detuvo—p..padre—solté con dificultad

--¿Qué haces aquí? ¿Dónde esta tu prometido?—preguntó mientras miraba alrededor—no he visto que te traiga

--el...--piensa algo Julia, se inteligente—el tenia trabajo....asi que me mando en taxi de regreso

--¿el hizo que?—pregunto en shock—ese chiquillo ¿Cómo se atrevé a enviar a mi hija en taxi? El debía traerte

--dijo que se le hacia tarde

--¡me importa un comino, debio traerte el! No te volviste su prometida para que te trate como a cualquiera—tuve que contener la sonrisa. Howard se habia enojado con Maison, tal vez si lograba que se enojara lo suficiente el compromiso se podria cancelar

--lo sé papá...fue...humillante que me abandonara asi en la calle—solté intentando parecer dolida

--hablaré seriamente con el. No dejare que traté a mi hija como a una de sus amiguitas. Entra a la casa—asentí y fui directo a mi habitación

Me dejé caer en la cama por primera vez feliz por algo. El resto de la tarde estuve jugando con mi teléfono. Bajé a tomar la merienda y luego a cenar con el resto de la familia. Logré convencer a Alan de dejarme jugar videojuegos con él. No era la mejor pero al menos podía divertirme como lo hacia con mis hermanos de verdad.

El teléfono sonó un par de veces antes de que la muchacha fuera a contestarlo, por que a mi no me dejaban contestarlo directamente.

--señorita Rebecca, el joven Maison la llama—informó la chica

--no quiero hablar con el, dile que estoy ocupada—respondí sin apartar los ojos del juego

--es la tercera vez que llama—trato de convencerme la chica pero no cedería, se habia comportado como un idiota

--por favor, solo dile que no quiero hablar con el ahora—esta vez mire a la chica y esta asintió—gracias—la chica dejo la habitación y volví a concentrarme en el juego

--deberias ir a hablar con tu prometido—soltó Alan con tono burlón—ya lleva varios intentos

--me trato muy mal. Lo hubieras visto. Me ignoró en el restaurante, ni si quiera quitaba los ojos del teléfono cuando hablaba, y solo hablaba para darme ordenes—me defendi—y para colmo, me gritó. Esa no es forma de tratar a tu prometida

Entre Amor Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora