¿Donde estas?

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Tengo que irme

Todo estaba oscuro. Un dolor en la cabeza me hizo entreabrir los ojos. La luz era horrenda.

Creo que me enamoré de ti

El tic tac del reloj era como si escuchara un millar de tambores de guerra, hacían que mi cabeza doliera más y más. Me esforcé por abrir los ojos y mantenerlos asi el tiempo suficiente para despertar de verdad.

Tengo que irme

Un bostezo escapó de mis labios y rodé en la cama. Estaba vacia.

--¿Rebecca?—me apoye en la palma de mis manos y eche una mirada a la habitación—¿Rebecca?—pero no obtuve respuesta

No quiero que desaparezca, ni tu

¿Qué paso anoche? Lleve las manos a la cabeza intentando contener el dolor de la resaca. ¿Por qué bebia tanto? Siempre me ocurre lo mismo.

Salí de la cama dispuesto a recomponerme de una vez. Fui al baño y me di una ducha con agua helada, rápidamente sentí todo mi cuerpo despertar, aunque el dolor en la cabeza aun continuaba. Cepille mis dientes y busqué entre mis cosas alguna pastilla para el malestar, cuando por fin las encontré, metí dos en mi boca y las trague de inmediato.

Creo que me enamoré de ti

Mire mi reflejo en el espejo y el recuerdo de la noche anterior vino a mi de inmediato.

Rebecca

Dime

Creo que me enamoré de ti

Estoy segura que encontraras la forma de deshacerte de ese sentimiento

No quiero que desaparezca, ni tu. Quiero que te quedes conmigo

Tengo que irme

--¡Demonios!—llevé las manos a mi cabeza y continue maldiciendo por unos minutos más

¿Cómo pude haber dicho eso? ¿Cómo podía ser tan idiota? Ella no me queria, ni siquiera significaba algo para ella. Se habia ido, la habia asustado. Solo era un niño estúpido creyéndose hombre.

--¡Demonios!

Regresé a la habitación como un completo idiota. Habia cometido el error de decirle lo que sentía, crei por un momento que ella también podria quererme, que algun dia se enamoraría de mi, pero no, Rebecca no me amaría.

Pero...¿A dónde habia ido?

Mire a mi alrededor y no encontré sus cosas. Se habia ido, realmente se habia ido. Me levanté de la cama y fui en busca de mi teléfono. Debía llamarla, saber donde estaba. Encontré mi teléfono debajo de la cama, al parecer se habia caído anoche sin que me diera cuenta. No perdi tiempo y marqué su numero.

Lo sentimos, el numero que usted marco no se encuentra dentro de su área de servicio

--¡Demonios!

Lo intente mil veces más, pero la respuesta era la misma

Lo sentimos, el numero que usted marco no se encuentra dentro del área de servicio

--¡Carajo! ¿Dónde esta?

Tomé una camisa y un par de tenis antes de salir de la habitación. Debía encontrarla, ella no pudo desaparecer asi nada más, algo pudo haberle ocurrido mientras yo dormia, alguien pudo haberla lastimado.

Aleja esa tonterías de tu cabeza

La encontraría, lo haría.

Revise cada rincón del hotel. El restaurante, el bar, el spa, la playa, incluso el área de niños revise, pero no habia ni rastros de Rebecca.

--Meredith

--Maison, que bueno que te veo, antes de irme queria disculparme por lo de ayer, creeme que no sabia que Wesley actuaria asi y mucho menos que besaría a Rebecca

--¿Has visto a Rebecca?—pregunte interrumpiendo su discurso

--no, no la he visto, la estuve buscando en la mañana para poder disculparme, no queria irme y que se quedara con la idea de que planee todo esto—habló la mujer con un verdadero rostro de disculpa

--¿Te vas? ¿y las fotos?—dije después de analizar sus palabras

--las fotos ya están tomadas, debo regresar a Londres a resolver los últimos detalles antes de lanzar la línea de ropa—explico como si fuera lo mas obvio del mundo

--pero creí que nos quedaríamos cuatro días—el rostro de la mujer paso de la pena a una enorme sonrisa—¿Qué? ¿Qué sucede?

--es mi regalo de bodas para ustedes—dijo con emoción—se que dos días no son muchos, y que ayer les cause un disgusto, pero realmente quiero que disfruten estos dos días, o bueno, dia y medio que les queda para pasar un buen tiempo solos

--¿Rebecca lo sabe?—la mujer negó con la cabeza—se sorprenderá cuando le diga

--queria decirle yo misma, pero no la encontré y ya debo irme al aeropuerto, asi que mcha suerte y disfruten sus mini mini vacaciones

La mujer me abrazo y dejo un beso en mi mejilla antes de dar media vuelta y desaparecer.

Estaría solo con Rebecca. Eso era maginifico, claro, si lograba encontrarla antes.

Entre Amor Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora