Te prefiero a ti

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El camino fue silencioso, demasiado tal vez. Las manos de Maison se mantenían fuertemente sujetas al volante y su mirada no se apartaba de la carretera. Me sentía mal y molesta, jamás crei que Wesley se atrevería a hacer tal cosa frente a todos, y aun más, teniendo en cuenta que Maison se encontraba mirando.

--¿es...estas molesto?

Pregunta estúpida. Era más que obvio que estaba molesto, hasta un ciego podía ver eso a miles de kilómetros de distancia, pero es que no encontraba otras palabras, estaba asustada de su reacción, sin embargo, no me sorprendio que me ignorara, era muy común en el.

--yo no...no tenia idea de que el fuera a hacer eso—dije buscando defenderme, yo era una victima del ultraje de Wesley, no su complice—el lo hizo por las fotos, no quizo...

--callate

Aquella palabra fue como un golpe en el estomago. Una sola palabra no podía sonar tan gélida y distante como esa. Mire a Maison por un segundo antes de regresar la vista al frente. Después de unos minutos, el hotel apareció frente a nuestros ojos. Maison estacionó el vehiculo y bajó de inmediato sin siquiera esperar por mi. Lo segui desde lejos y no fue sino hasta que llegamos a la habitación que tuve el valor de abrir la boca.

--Maison, eso de allá no fue culpa mia

--¡¿Acaso crees que soy tu idiota?!—gritó de pronto logrando que me asustara—¡No puedo creer que seas tan desvergonzada como para besar a ese sujeto frente a mi como si no importara!

--Yo no lo besé—me defendí, aun manteniendo un tono de voz moderado pero firme—Wesley fue quien me besó

--¡Pero no lo evitaste!—Maison me miró con enojo, su cuello incluso habia enrojecido a causa de la rabieta que estaba haciendo

--¿Disculpa? ¿Acaso no viste que lo aparte?—comenzaba a molestarme—me aparte de Wesley tan pronto como me beso

--¡Pudiste apartarte mucho antes, pero no quisiste!

--¡No esperaba que me besara!—me defendi

--¡El chico llevaba horas tocándote y tu solo sonreías como una...!—ni si quiera le di tiempo a que terminara la frase, ya sabia lo que diría y no dejaría que me insultara nuevamente

Los ojos de Maison se encontraron con los mios, y pude ver la rabia brillar en sus ojos azules. El chico apretó los dientes y sin decir nada, salió del cuarto azotando la puerta. Lleve las manos a mi cabeza y cerré los ojos intentando calmar mi respiración y mis nervios. Era un error intentar hablar con el en este momento, estaba demasiado molesto como para tener una conversación de adultos.

Arrojé las cosas a la cama y me encerré en el baño. No queria pensar en aquel momento, solo queria relajarme. Me saqué la ropa y me sumergí en la tina. Llene la tina hasta el tope y me sumergí completa. El sonido se calmo y era capaz de oir mis propios pensamientos sin problema alguno. Me quedé unos segundos más sumergida antes de salir a respirar, repetí la acción una y otra vez hasta que mi cuerpo logró relajarse y mi cabeza dejo de hacer ruido de tanto pensar.

Salí de la tina y me puse un vestido ligero bastante fresco, me quite el resto de maquillaje que me quedaba y peine mi cabello. Esperaría a que Maison regresara, con suerte, tendría la mente más despejada y podríamos hablar como personas civilizadas, sin gritos ni ofensas.

El reloj marcaba quince minutos para la una de la mañana y Maison no habia regresado al cuarto. Despues de mucho pensar, decidí ir a buscarlo deseando no encontrarlo donde me imaginaba que estaría. Estaba cansada y lo que menos queria era tratar con un borracho, solo queria que regresara a la habitación y durmiera un poco, más tarde podríamos hablar, eso ya no era importante ahora.

Entre Amor Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora