Entre Amor Y Mentiras

¿Que hora tienes tu?

Habian pasado dos semanas desde que regresé a casa y todo seguía sintiéndose de maravilla. Mis padres estaban felices, y mis hermanos se gastaron su saliva contándome todo lo que habia ocurrido en los últimos cuatro meses. No pude evitar mucho tiempo el tema sobre mi secuestro, y al final termine relatando todo, omitiendo algunos detalles insignificantes como que Howard casi me mata a golpes, que salí con Lucas por tres días, que Mathew me mando al hospital y casi quedo loca por culpa de el, cosas de ese tipo.

Si les hable de Howard y su familia, de las pocas cosas buenas que hicieron por mi, asi como también mencioné a Rebecca y el matrimonio forzado. Mi padre no oculto su odio y su enojo hacia mi por haber creado una mentira y sostenerla por tanto tiempo, pero no podía hacerse ya nada, todo habia ocurrido y debio aceptarlo.

Les hable de Maison, tanto que estoy segura de que se cansaron de oírme. Mis padres no tomaron muy bien la noticia de que estuviera saliendo con el, al parecer creían que no era bueno que estuviera saliendo con un chico al que le menti, no creían que Maison me quisiera realmente, por lo que me permití no hablarles de mi pronto regreso a Londres. Pero el tiempo iba corriendo, y se estaba terminando.

Todas las tardes hable con Maison, justo antes de que el se fuera a dormir. Me contó que su padre aún seguía en depresión, pero que lucía mucho mejor que cuando me fui, cosa que me alegró bastante. También dijo que había regresado a la empresa, iba un par de horas a ayudar a Stanley y luego regresaba a casa a cuidar a su padre. Maison no se cansaba de repetirme que me extrañaba, y para ser sincera, yo también se lo decía cada segundo que me fuera posible. Un par de veces mis hermanos me encontraron hablando con él y sin perder tiempo comenzaron a hacerme burla, cosa que hacia reir a Maison, mis padres también me habían escuchado, pero mientras mi padre preferia ignorarlo, mi madre no dejaba de decirme que pensará mejor las cosas antes de tomar una decisión. Algo me decia que ella ya estaba consciente de nuestra idea de casarnos de verdad, pero no tardé mucho en confirmar mi sospecha.

Hace dos días mis padres me llamaron a hablar en su habitación. Siempre que nos hacían entrar a su habtiacion era por que seguro nos iban a regañar, asi que no pude evitar sentir mi estomago revovlerse. Mis padres hablaron sobre el matrimonio y lo joven que era para tomar una decisión de esa magnitud. Ellos no estaban de acuerdo con los divorcios, aun tampoco eran tan anticuados, sin embargo, no querían que me arrepintiera de mi decisión tiempo después. Mi madre claramente dijo que no estaba de acuerdo con que yo me casará sin antes haber terminado de estudiar mi carrera, el creía que un matrimonio seria una distracción, ya que tendría otras responsabilidades con mi esposo. Mi padre, por otro lado, se mostro bastante comprensivo con el tema.

--Si eso es lo que te hará feliz, adelante, pero si me gustaría que continuaras con tus estudios hasta terminarlos. Eres la mayor y un ejemplo para tus hermanos—habia dicho mi papá mientras yo lo miraba como una completa expresión de sorpresa

Después de eso, hablé con Maison, y necesite de mucho esfuerzo para evitar que sus ánimos volvieran a caer.

Esta tarde, me encontraba en el parque hablando con Maison por teléfono, no tenia ganas de que mis hermanos o mis padres me escucharan, aunque tampoco me agradaba la idea de que mis vecinos me escucharan, era vergonzoso.

--¿Qué horas es ahí?—pregunté por milésima vez—ya es tarde, deberías estar durmiendo

--Si no quieres hablar conmigo dímelo—solo fingiendo ofenderse

--creí que tendría que soportarte otro rato—le seguí el juego—eres más empalagoso por teléfono—Maison soltó una risa que me hizo sonreír—quisiera verte. Mándame una foto—pedí con voz de niña pequeña