Entre Amor Y Mentiras

Noche de encuentro

Me quedé dormida después de varias horas. Lucas se había quedado conmigo durante todo el día, incluso cuando desperté el continuaba ahí conmigo. Me trajo el almuerzo y se fue. Tenía trabajo y yo lo estaba deteniendo. Comí lentamente hasta terminar con la charola.

Estaba tan distraída que olvide por completo que me dolía el tobillo. Cuando apoye el pie en el piso sentí el dolor punzante subir por mi pierna. Apreté los labios para no hacer ruido e inspiré hondo. Saltando en un solo pie logré llegar al baño. Debía bañarme, eso me haría sentir mejor y calmaría mis nervios. Logré mantenerme estable en la ducha con un solo pie. No tarde tanto como hubiera querido a causa del dolor, sin embargo ya me sentía mucho mejor.

Salí del baño aun cojeando y para mi sorpresa ahí estaba Olive.

--¿Qué te pasó?—pregunto mientras se acercaba velozmente—¿te duele el pie?—dejó que me apoyara en ella y me ayudo a llegar a la cama

--ayer cuando me caí al llegar, mi pie se dobló—la mujer tomó mi pie entre sus manos y lo miro angustiada—aún no se recuperaba del todo de la herida que traía antes y creo que se ha puesto peor

--¿Por qué no dijiste nada?—me mordí el labio nerviosa—debemos llamar al doctor para que lo revise

--¿Qué hay de la cena?—Olive me miró con preocupación y sentí pena—Lucas me ayudó ayer. Me puso un ungüento y lo vendo bien

--¿Qué haremos? No podemos cancelar la cena o tu padre enfurecerá—tragué saliva y revise que tanto me dolia el pie

--aun tengo un poco de tiempo—Olive me miró sin comprender que trataba de decir—tallaré mi pie nuevamente y lo vendare. Hace frio afuera, así que podré usar unas botas bajas para ir a la cena, así no verán el vendaje

--te lastimaras más—Olive me miró con tristeza y angustia. Justo como haría una madre—son demasiadas escaleras

--Lucas puede bajarme

--el restaurante tiene escaleras para entrar

--Lucas me ayudará a subirlas sin que nadie lo noté—Olive colocó su mano sobre la mia y vi sus ojos vidriosos—no te preocupes, no lo arruinaré esta vez

Olive me ayudó a sobar mi tobillo y me sorprendí de ver ese lado maternal en ella. La mujer parecía no saber cómo ser una madre, sin embargo me sorprendió cuando cuidó de mi. Vendó mi pie bastante apretado para que se mantuviera en su lugar y luego me ayudó a elegir lo que usaría para la cena.

Las noches eran frías, así que escogimos un vestido de lana color crema. Usaría unos botines negros con poco tacón y un abrigo del mismo color. Olive me dejó para ir a arreglarse y me vestí con el mayor cuidado. Arreglé mi cabello e hice el intento por maquillarme. Tuve que limpiarme la cara tres veces antes de quedar feliz con el resultado. Solo puse un poco de polvo en mi rostro, rímel y un labial color durazno o algo parecido. Busqué unos aretes cómodos y llamé a Lucas.

--¿me necesitabas?—el chico se quedó en la puerta y me miró fijamente por unos segundos—¿Qué necesitas?—repitió como siempre

--¿puedes llevarme hasta la camioneta?—Lucas se me acercó confundido y señalé mi tobillo vendado—no creo sobrevivir a las escaleras

--¿saldrás con el tobillo lastimado? Solo lograras lastimarlo más—tomé el abrigo en mis manos y el pequeño bolso de mano que Olive me había dado—deberías decirle a tus padres qu...

--no faltaré a la cena—Lucas no parecía convencido de mis palabras. En absoluto—le diré a alguien más que lo haga entonces—di un paso y sentí el dolor