El estridente sonido del teléfono fue lo que me hizo despertar. Aun con los ojos cerrados, tanteé la mesa de noche en busca del ruidoso teléfono.
--¿Qué tal van las fotos?—gritó Stan en mi oído. Alejé el teléfono y maldije—que boquita—se burló mi primo—¿apenas estas despertando? Crei que las fotos serían en la mañana
Me gire y encontré la cama vacia. Entonces no lo soñé, si la habia visto irse esta mañana.
--Ella fue a la sesión, yo me quede durmiendo—respondí a mi insistente primo
--¡¿Qué?!
--¡deja de gritar!—me quejé mientras salía de la cama y me dirigía al balcón de la habitación—ella ya se fue
--¿Por qué no estas con ella? Creí que para eso ibas, para pasar tiempo con Becca, recuerda que la chica dijo que queria que fueras con ella y la acompañaras—me recordó Stanley como si acaso a mi se me hubiera olvidado. Aun tengo la imagen de la chica sonrojada mientras sus labios dejaban escapar un timido si—¡hey! May ¿sigues ahí?
--si, si—respondí deprisa mientras sacudía la cabeza para concentrarme nuevamente en la platica—en mi defensa, ella se fue sin siquiera avisarme—solté con algo de enfado—me hizo venir en vano
--no seas idiota, ve con ella—me regaño mi primo
--no se donde están
--¿Qué parte de no seas idiota, no entendiste? ¿para que rayos tienes el teléfono? Marcale y preguntale—fruncí el ceño, Stan comenzaba a ser molestoso—May, la chica hizo su parte invitándote a acompañarla, intenta ser un poco más amable con ella
--ella es la que no quiere ser amable conmigo, siempre me ignora y después de lo que paso, me ignora aun más—llevé una mano a mi cabello frustrado por todo esto
--pues has algo para que se relajen las cosas entre ustedes. Debes poner de tu parte—me regañó mi primo por ultima vez antes de colgar
Regresé a la cama y me deje caer sobre de ella. Revolví mi cabello con frustración y cerré los ojos.
Aquel beso habia sido un error. No debí de haberla besado, no tengo idea de lo que paso por mi cabeza, al parecer no estaba pensando en ese momento, porque de haberlo hecho no hubiera dejado que mis labios besaran los suyos. Se suponía que no la queria, al menos me habia convencido de ello después de que mi padre me diera toda la información sobre ella. Rebecca era caprichosa, altanera, presuntuosa, orgullosa y muy egoísta, siempre queria mandar en todo y ser la primera en cualquier competencia. Cuando la conocí aquella vez en su empresa, lucia como una mujer muy amargada y frívola, no podía creer que mi padre me estuviera obligando a casarme con ella. Sin embargo, habia resultado ser todo lo contrario y eso me habia dejado aliviado al principio, la idea de estar casado con ella era mala pero mucho mas soportable, pero con el tiempo, vi su actitud tan insegura y callada.
Mi padre me habia obligado a volverme más autoritario y frio, desde hace un año me estuvo presionando para que me volviera un hombre de carácter para que asi, no me dejara manipular por una mujer, que además era dos años mayor que yo. Sin embargo, Rebecca no era la misma, aquel incidente que sufrio meses atrás la habia vuelto una persona muy diferente. Siempre andaba en silencio y con una expresión de vacio, era como si todo el tiempo estuviera triste, de alguna forma eso me enojaba, por su culpa mi padre me habia obligado a cambiar, ahora me era casi imposible no enojarme por cualquier cosa.
Deje de lamentarme y decidí ir a tomar una ducha antes de bajar a desayunar.
¿Habra desayunado algo antes de irse?
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Entre Amor Y Mentiras
RomantikUn extraña noche Julia sufrió el mayor cambio. Su vida paso a ser la de alguien que nunca conoció antes. Un error la llevó al otro lado del mundo solo para mentirle a gente inocente y peor aun, enamorarse de un chico que no le pertenece.