Puta

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El día pasaba demasiado lento, tal vez porque estaba en un lugar no muy agradable.

Me encontraba sentada en el sofá buscando algo en el televisor para ver. Maison estaba en su estudio revisando unas cosas de la empresa y me habia dicho que mantuviera el televisor en volumen bajo para que se pudiera concentrar.

No tenia nada que hacer en ese lugar tan pequeño. Me sentía en una jaula.

--¿Tienes hambre?—moví mi cabeza con pereza para mirarle ir hacia la puerta

--ni pienses que cocinare—Maison frunció el ceño y se acomodó la chaqueta—si, si tengo

--ire a dejar unos papeles a la oficina, aprovechare a pasar por algo para que comamos—no pude mostrarme sorprendida por su gesto—solo será por el dia de hoy, mañana...alguno tendrá que cocinar—sonreí al ver su expresión de enfado

--me parece bien—Maison soltó un suspiro antes de cruzar la puerta

El ambiente del lugar se volvió mas relajado y sin pena alguna subí el volumen del televisor y fui a la cocina por algo para mordisquear mientras esperaba a que mi prometido trajera la comida. Conseguí una manzana y un poco de jugo de naranja, eso me seria suficiente para sobrevivir. Regresé a la sala y continue con mi búsqueda de algo interesante para ver.

--la televisión inglesa es un asco—le di una mordida a mi manzana. Cambie de canal y encontré un canal de música—al menos eso hara ruido un rato

Me recosté en el sofá y cerre los ojos mientras movia mi cabeza al compas de la canción. El tiempo siguió corriendo y mi manzana se termino, pero mi hambre aun seguía presente. Busqué un reloj o algo que pudiera decirme la hora, y fue ahí donde cai en cuenta de que no tenia mi teléfono.

--¡Ash! Maison ni siquiera eso trajo—revolví mi cabello con fastidio y dejé escapar un fuerte suspiro—morire de aburrimiento ¿a que hora piensa regresar?

Me puse de pie y fui a la cocina a dejar mi basura en el cesto, también aproveche para robar un trozo de queso que encontré por ahí. Comenzaba a pensar que Maison ya no volveria, pero el sonido de unos nudillos contra la puerta hizo que mis esperanzas no murieran.

--por fin regresas—dije cuando abrí la puerta pero mi entusiasmo se esfumó cuando vi al castaño—Lucas

--lamento no ser quien esperabas—soltó con tono frio. Sus ojos me miraron de pies a cabeza como si buscará algo raro en mi

--¿Qué haces aquí?—pregunté realmente confundida. La expresión del chico se volvió aun mas seria que antes y pude ver que no le gusto mi pregunta—lo que trato de decir es que...¡oh! ¿Esas son mis cosas?—dije al notar las maletas que se encontraban pegadas al muro

--¿puedo pasar?—asentí y me aparte de su camino. Lucas metió las seis maletas a la casa y se quedo de pie en medio de la sala—¿estas sola?—preguntó después de revisar el lugar

--si, Maison fue por comida—dije mientras arrastraba una de las maletas—esto pesa mucho—la maleta se movía lento de tanto que pesaba—tráelas—le señale que me siguiera al cuarto y asi lo hizo

Al entrar a la habitación comencé a buscar un lugar dodne guardar todas mis cosas, o al menos las de Rebecca. La chica tenia tanta ropa y zapatos que no entrarían ni en el closet de Maison.

--¿aquí dormiras?—me gire a ver a Lucas y lo encontré estudiando el lugar con ojos críticos

--si, eso parece, pero al menos la cama es comoda—solté mientras iba por otra maleta—oye Lucas ¿de casualidad trajiste mi teléfono?—regresé a la habitación y choqué con Lucas cuando intentaba entrar—¿lo traes?

Entre Amor Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora