Capítulo 3: Disculpen...

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Narra _____:

Será que... ¿era él?

—Mamá,  ¿puedo ir a ver de quienes son esas risas? Creo que son los chicos de CNCO- digo apenas pudiendo respirar. Sentía mis ojos picar, no lo podía creer.

—¿Estas loca? ¿Y sin son unos desconocidos y te secuestran?- la voz preocupada de mi madre me hizo reír. 
Ella era tan sobreprotectora.

—No te preocupes ma,  conozco bien sus risas,  en especial la de Christopher, déjame acercarme ¿si?- digo haciendo puchero.

—Bueno pero sin en diez minutos no estas aquí te llamare, okay?- dice apuntandome con el dedo.

—Claro ma, ya vuelvo- digo y empiezo a caminar hacia donde vienen las risas.

Me oculte detrás de un árbol y observe hacia donde estaban, claramente eran ellos.

Quería acercarme pero ¿que tal si los dos guardias grandotes que estaban con ellos me sacaban a patadas?

Entonces mi cabeza pensó de una vez, decidí cerrar la campera -tapando la remera de ellos- y gracias al cielo está campera tenía mangas más largas y se tapaban las pulseras.

Me fui acercando de a poco, haciendo que estaba buscando algo, y me acerqué a ellos.

—Disculpen...- digo tímidamente.

Consecuencias | Christopher Vélez ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora