𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗜𝗻𝗳𝗶𝗹𝘁𝗿𝗮𝗱𝗮 / ʲᵃᵐᵉˢ ᵐᵃˢˡᵒʷ

Capítulo 28 | Espanto

Narra _____

Me detuve a mitad de camino para abrazarme a él fuertemente, sin lograr borrar la amplia sonrisa de mi rostro. Este chico ya no era el mismo... Y eso me agradaba. Ya no miraba a la primera chica que pasara a nuestro lado, dejo de salir a fiestas a pesar de que yo no le dije nada sobre el tema. Siempre estaba a mi lado, con una dulce sonrisa igual que grande que la mía, en su perfecto rostro.

Lo acepto. Me gusta James como no tienen idea, pero no puedo quedarme con él.

Sigo enfocada en el plan. Aunque no lo quiera así, la agencia me tiene prohibido relacionarme con personas relacionadas al caso, y James es casi el centro de este. Es triste, pero él y yo no duraremos demasiado tiempo, un par de semanas más... o menos. Lamentandolo mucho seré profesional, necesito conservar mi trabajo y mi impecable reputación como la 1º de la agencia.

James me alejo de sí para verme a los ojos. Mi corazón se encogió. Se veía tan feliz a mi lado... No, él no me quiere lo suficiente, me olvidara rápido... O eso espero. Tomo mi rostro entre sus manos y me beso sin aviso alguno. En cuanto note sus labios sobre los míos le respondí al beso. Rodee su cuello con mis brazos y lo atraje más a mi. A pesar de tener que alejarlo de mi, disfrutaría de su compañía mientras la tuviera. No desperdiciaría ningún beso, no fingiré mi sonrisas... porque él me hace sonreír.

- Aght... Estos jóvenes de ahora no saben que existen los hoteles. -nos separamos sobresaltados al escuchar a aquella señora quejarse. Vimos como se alejaba casi echando humo, no pudimos evitar reírnos a carcajadas.

No aparte mi vista del camino que la señora recorrió, me dolía mirarlo sabiendo que solo lo utilizo. Su intensa mirada me hizo girarme. Su sonrisa... Esa sonrisa no era una sonrisa usual, era de esas que tienen los enamorados cuando ven a "esa persona"... Un nudo en mi garganta.

- Te quiero, hermosa. ¿Sabes? Deberías quitarte los lentes, te veras más hermosa de lo que ya eres. -me sonroje al tiempo que mis ojos se cristalizaron al reconocer la sinceridad de sus palabras. Instantáneamente me lance a abrazarlo, escondiendo mi rostro en su pecho con el intento de que no notara mis lagrimas.

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Parpadee saliendo del trance en el que estaba, luego de recordar como llegamos a este lugar.

- Él no merece esto... -murmure sin dejar de observarme en el espejo del baño del restaurante.

Abrí el grifo y lave mi rostro con el agua que salia de este. Estaba tan pálida... Era como si... algo fuera a pasar...

Negué. Lo único que sucedería era que le rompería el corazón a un chico que no tiene la culpa de nada, solo eso... Me hace sentir una persona terrible, pero ya no tenia elección.

Josh tenia razón, necesitaba despejarme o me dará algo. Josh... si, la misteriosa llamada del otro día era él. Quería encontrarse conmigo y... extrañamente solo hablar. A pesar de todo, no era tan malo como lo imagine. Jamas debí de haberlo juzgado tan mal, necesito ir a ver a Carlos luego de esto... Le cancele excusándome el otro día, tengo miedo a saber que es lo que quiere decirme de Josh, quien empezó a convertirse en una de las pocas personas cercanas a mi.

Solté el aire que contenía. Hoy aclararía todas mis dudas, no podía retrasarlo más. Volví a centrar mi vista en el reflejo del espejo.

¿Qué pasará conmigo cuando termine este caso? ¿Cómo le diré a James que ya no podemos vernos más? ¿Seré capaz de... terminar con él, de decirle la verdad?

Si, le diría la verdad. No me interesa que suceda luego de serle sincera, que hará la agencia conmigo... no me importa. James necesitara una explicación, no puedo simplemente irme sin más.

Además... hay algo que no logro entender ¿Por qué el otro día, cuando Kendall nos ataco, James no lo reconoció? Algo ocurrió con James ese día, "supuestamente" se conocen de hace años... de toda la vida. Negué intentando alejar eso de mi mente, no era lo más relevante ahora. Tal vez solo Schmidt cambio demasiado... Si, eso debe de ser.

Cerré los ojos frustrada, recordando que había acordado verme con Josh luego de esto... Observe mi reloj de muñeca, me quedaban 30 minutos...

Mire la puerta con temor a salir, no quería enfrentarme a James, mentirle en la cara... Pero tenía que hacerlo, lo haría por algunos días más, hasta atrapar a Henderson y a Schmidt. Me dirigí hacia fuera de la pequeña habitación. A paso lento y arrastrando los pies, siendo obligada a moverme por mi misma... Quien sabe por cuanto tiempo estuve encerrada ahí, perdida en un mar de pensamientos.

Me senté al fin, evitando la mirada de James. ¿Por qué su mirada era tan... penetrante? Me removí incomoda en mi asiento, luchando por ignorarlo... por no explotar y decirle toda la verdad justo ahora.

Cuando finalmente me rendí a mirarlo, me sobresalte al dame cuenta de que estaba a mi lado, mirándome preocupado. Estaba siendo demasiado obvia... Una de sus manos tomo la mía, con la otra me obligo a mirarlo, el sentimiento de culpabilidad reflejado en mis ojos me delato...

- ¿Qué ocurre? -negué instantáneamente.

- S-solo... son los lentes de contacto. Creo que me los puse mal. -mentí rápidamente con un hilo de voz.- V-voy al baño. -quise escapar, pero me impidió el paso, deteniéndome en cuanto coloco sus manos en mis caderas. No me opuse.- James, por favor confía en...-no me dejo terminar.

- No te obligare a que me digas hoy, pero algún día tienes que decirme todo lo que ocurre. -me miro directamente a los ojos. El nudo que había permanecido alojado en mi garganta pudo más de lo que imagine, explote en llanto.

Él me atrajo a sus brazos en un cálido abrazo. No necesitaba girarme para saber que todo el restaurante nos miraba, pero ahora no me importaba absolutamente nada. Unos cuantos minutos así, sin decir nada. Me aleje cuando estuve segura de que podía pronunciar palabra.

- James, vamos a casa. Necesito decir... -un comportamiento sospechoso en individuos situados detrás de él me hizo reaccionar.- ¡James! -lo empuje con todas mis fuerzas, tirándolo al suelo y yo junto a él. Personas gritando y el sonido de los vidrios rompiéndose. Me abrace fuerte a él, esperando que todo pasara.

Unos minutos así... Abrazada nuevamente a James. Ya no se escucho nada. Unos pasos, eleve la mirada.

- ¿Cómo le va, Agente Park? -pregunto el rubio con cinismo, apuntándonos con su arma. Palidecí.

Esto es malo.