𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗜𝗻𝗳𝗶𝗹𝘁𝗿𝗮𝗱𝗮 / ʲᵃᵐᵉˢ ᵐᵃˢˡᵒʷ

Capítulo 34 | Where're You?

Un suspiro de resignación ante mi regreso de una búsqueda inútil. Marque rápidamente su número en la pantalla del auto sin prestarle la menor atención al camino. El infernal tráfico a esta hora del día apenas si me intereso. Ya mis esperanzas de encontrarlo se habían perdido hace algunas horas atrás, así que no me servía de nada continuar mi camino por esta carretera, pese a esto, mi auto quedo encerrado a mitad de todo este rollo y tendría que esperar a que avanzara siquiera un poco para así tomar otro camino. Grite un insulto cuando la contestadora respondió por decimoctava vez en el día de hoy.

Eran algunas más, pero la cuenta se reinició cuando lo que para él había sido una equivocación para mí fue ver la luz. Contestar. Fue hace cuatro horas atrás, cuando pude escuchar su respiración al otro lado de la línea, o espero que al menos haya sido la suya...

¿Y si lo robaron? ¿Si perdió su teléfono? ¿Qué tal si el causante de su desaparición fue... Henderson? Jadee tomando mi cabeza entre mis manos ante la punzada que sentí. Esto era demasiado para una sola persona. No entendía la posibilidad de que la agencia se negara a siquiera escuchar mis explicaciones. Era cierto que me opondría a confesar todos los hechos, aun así no era correcto.

"– Conocemos al sujeto en cuestión. James Maslow no estará más que en una fiesta con alguna chica junto a sus compañeros de equipo –rodó los ojos con cierto fastidio sin siquiera apartar la mirada del monitor frente a sus ojos, como si hablara con este en lugar de conmigo–. Por favor, deje de insistir y le repito que si se contacta con algún medio como la policía para buscarlo, será suspendida de su cargo por 6 meses". Advirtió con voz chillona la nueva secretaria del Sr. Belt, irritándome más, causando que mis ganas de ahorcarlas se intensificaran y mi fuerza de voluntad por no hacerlo se debilitaran.

No entendía como podía desaparecerse por tanto tiempo. He escuchado de adolescentes que no regresan a casa en días luego de una fiesta, pero ¿5 días? ¡Era demasiado! Además, James no es un adolescente. En el tiempo que convivimos juntos pude notar que él no es del todo como aparenta ser en el campus de esa universidad, es más maduro de lo que uno puede llegar a creer. En mi análisis mental, su fachada de chico malo y 'genial', es tan solo eso, una fachada.

Suspire observando fijamente el auto que se mantenía estacionado frente al mío a causa del tráfico, y me mantuve tan relajada y tranquila como era posible en mi situación. Las bocinas de los demás coches no dejaban de sonar, y el pulsante dolor en mi cabeza no se detenía.

«James... ¿dónde estás?». Me preguntaba para mis adentros, completamente agobiada ante la idea que él no apareciera nunca por mi culpa, con el sentimiento horrible de mis nervios agobiándome al recrear una escena en mi cabeza de él siendo torturado por Henderson... Necesito saber que está bien.

-----Flashback-----

Carlos no alejaba la mirada de mí. Eso me estaba colocando en una incómoda situación, me mantuve tan firme como podía mantenerme aunque realmente me sentía derrumbar en cualquier segundo. Tan solo vine por apoyo de un viejo compañero.

Sonreí algo forzada, recordando como fué Carlos quien me recibió con los brazos abiertos en aquella desconocida agencia tan nueva para una solitaria chica que tan solo buscaba ser alguien con una profesión distinta a las demás. Siempre fui distinta a los demás, esa fue la principal razón de aceptar la invitación de, en esos tiempos, uno de los socios de tan impresionante organización privada. No conocía a absolutamente nadie, y en la actualidad mi avance para conocer a mis compañeros de trabajo fue casi nulo.

El moreno, en los tiempos que éramos más unidos, me ayudo a integrarme en mi papel como agente. Me enseñó las tácticas de los enemigos y a como adivinar sus movimientos. Él me entreno para llegar a estar en el puesto que mantengo por mi cuenta, como la mejor en la agencia.