Capítulo 5 | Forgotten

832 55 14
                                    

Narra _______

No podía creer lo que había hecho Carlos. Empezaba a ponerse paranoico, esto... ¡Se le estaba yendo de las manos! ¿Meterse en el sistema de la universidad para hacer sonar la campana? ¿En serio? Claro, no podía utilizar sus dotes de genio tecnológico más que para sus propias necesidades. Hace mucho obtuvo el control completo de las cámaras de seguridad, ahora... la campana. Genial. (notese mi sarcasmo)

Estaba en mi auto, acababa de prender la pantalla que tenía el auto para hablar con Carlos por ahí.

—  ¿Ahora que? —me miraba mal, incluso podía jurar que me miraba con...— Carlos, no estas celoso de nuevo, ¿O si? —no necesitaba preguntar, ya sabía la respuesta, pese a esto quería una confirmación de su parte.

—  ¡Iba a besarte! —le rodee los ojos en un gesto de fastidio.— Dijiste que no dejarías que... —lo interrumpí.

—  Carlos, entiende, es mi trabajo. —expliqué con tranquilidad, respirando profundamente para no explotar en cualquier momento. 

—  Renuncia al caso. —dijo de la nada. 

Lo mire incrédula, respondiendole enseguida.—  Eso nunca. 

—  Por favor, hazlo por mi. Te conseguiré un caso igual de importante, o mejor si quieres. —lo mire mal ante su intento fallido de chantaje.

— No. —respondí cortante.

—  No tienes que seguir con esto, ya te esforzaste suficiente en este caso. Estoy seguro de que el Señor Belt tomara eso en cuenta.

—  Yo quiero este caso. —dije como niña caprichosa.

—  _______, odio verte con ellos. ¿Sabes qué solo quieren acostarse contigo, no?

—  ¡Claro que lo se! —respondí de mala gana.— Y no abandonaré este caso solo por tus estúpidos celos.

—  Si en serio sabes que solo quieren tu cuerpo, recuerdame que sigues siendo la mejor, la más inteligente... abandona el caso.—casi rogó, lo mire sin expresión alguna en el rostro.— Y no son celos. —agrego al final.

—  Carlos, ya tengo a Maslow, solo tengo que salir con el un par de veces, luego tendré cerca a Henderson y podre investigarlo. Además ¿Por qué habría de abandonar el caso?

—  Por qué ya le gustas a Maslow.—aceptó entre dientes. 

—  Oh vamos... Sabes que esa seria una razón para seguir con el caso ¿Cierto?

—  No, es diferente contigo. Yo también he estudiado a los amigos de Henderson, y... Maslow, te trata diferente que como trata a otras chicas.

—  Los celos te están afectando la cabeza. Y aunque fuera así, seria algo bueno para mi plan.

—  Escucha, tal vez seas la mejor, la más linda y la más lista, pero no podrás alejar lo sentimental del trabajo.

—  Eso no es cierto. Y tu eres el que no puede alejar lo sentimental del trabajo. —me defendí.

—  Sólo quiero protegerte. Y me refiero, a que, si no me equivoco, te gusta. —suspiro resignado. Mi corazón se encogió al reconocer ese dolor en su voz.— Te conozco. Cuando por fin lo tengas, no podrás dejarlo ir...

—  Te equivocas. No me gusta Maslow y si que podré dejarlo ir. Estas confundido Carlos, solo me comporto así para que el crea que me gusta, y así llamar su atención. En pocas palabras: estoy siguiendo el plan.

—  ¿Y puedo saber como finges que te sonrojas? —no supe que responder.

—  Yo... este... Carlos. S-soy una chica, y él... No es nada —tragué saliva fuertemente, sin saber que decir.— Seguiremos más tarde con esta conversación. Voy tarde a clases. —recordé, agradeciendo que aquello fuera verdad.

—  Ya arregle eso. —respondió de inmediato.

— Igual me tengo que ir. Te llamo más tarde. —colgué apagando la pantalla.

Solté el aire que contenía, en un largo suspiro. Una gota de sudor resbalando por mi frente. Mis manos temblando levemente... Un nerviosismo peculiar en mi, luego de la pregunta de Carlos.

No, no es nada... Estoy bien. Solo... me parece lindo, tengo que aceptarlo.
Medité para mis adentros.

Soy joven, y un chico así no se ve en todos lados. Me gusta, si, pero solo por su físico, demás sentía pura repulsión hacia su persona. No quería a nadie como él en mi vida. Ni a nadie.  

Negué rápidamente, en un intento en vano de alejar esos pensamientos de mi mente. 

Carlos era quien no podía alejar sus sentimientos del trabajo, no yo. A este paso Carlos me volverá loca con sus paranoias...

  _________________________________  

(Horas más tarde...)

Suspiré aliviada, al ver que ya era la hora en la que acababa mi "Hora libre". Detestaba esos momentos en los que no tenía obligación alguna. ¿Qué podía hacer una chica como yo en esos momentos? Sin amigos, sin familia... sin nadie. Este trabajo es lo único que tengo, y haré todo lo posible por mantenerlo.

Ya habían pasado horas desde que hablé con el moreno. Un largo paseo por la ciudad me relajo.

Hice una mueca, recordando aquel momento donde me prohibieron tener un departamento propio solo por verme más "normal". El lugar donde pasaba mis noches lo odiaba con todo mi ser. Esas rubias descerebradas no me dejaban siquiera respirar... jamas seria feliz en un lugar así.

Continué fingiendo que leía aquel libro, sentada en un banco justo frente a la salida, en la espera del castaño. La campana de salida sonó. Lo espere, y francamente tuve tanta paciencia como pude... Pero ni rastro de James. Nada. 25 minutos ahí, en su espera... Y nada.

—  Debí de suponerlo... —murmuré para mi misma.  

¿Qué podía esperar de un chico como él? Dejarme plantada, realmente era obvio que esto pasaría. 

No lo pensé dos veces, y cuando menos lo pensé estaba en mi auto. Escribí rápidamente un mensaje a mi único compañero, donde le hablaba de vernos en la cafetería que quedaba de camino a la Agencia. Carlos contesto enseguida. Ambos sabíamos que necesitábamos terminar nuestra conversación.

Observe mi reflejo en la pantalla ahora apgada de mi telefono. No lo pensé. Me quite la coleta, los lentes... y por ultimo aquellos molestos lentes de contactos. Como diría Josh, ya no traía mi "disfraz".

Conduje sin realmente prestarle atención al camino. Pensando en las palabras del moreno.

No, me equivoco... no puede gustarme James. Jamas he tenido una relación, jamas he sentido nada por nadie. Realmente, no fingía del todo mi papel de nerd, toda mi vida estudiantil fue bastante similar. Igual de solitaria que siempre.

Parpadee cuando note que había llegado. Salí del auto finalmente, esperando poder aclarar algunas cosas con mi amigo. Alguien dice mi nombre a mis espaldas... Me gire. Mi mandíbula cayo al no ver al moreno.


𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗜𝗻𝗳𝗶𝗹𝘁𝗿𝗮𝗱𝗮 / ʲᵃᵐᵉˢ ᵐᵃˢˡᵒʷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora