Capítulo 30 | ¿Sospechoso?

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Narra _______

Me levante de golpe al escuchar como alguien pronunciaba mi nombre, llamándome, alertándo todos mis sentidos en una micra de segundo.

- ¿_______? -observe a Josh sin más. Solte todo el aire que contenía.

- ¿Qué...? ¿Qué ocurre? -rodó los ojos.- Josh...

- ¿No escuchaste nada? -negué haciendo una mueca. Él suspiro.

Últimamente no puedo concentrarme en nada. Mi mente divagaba en todo lo que ocurrió hace algunas horas atrás. Mis ojos se cerraban por causa del cansancio. Al instante llegamos, nos enviaron a una oficina, junto al Sr. Belt, quien nos felicitó por el eficiente trabajo. Extrañamente, Josh no se llevo el crédito, más bien... Él, él... Dejo que yo me llevara el triunfo.

¿Cómo es que sucedió esto? ¿Cuándo él se volvió tan cercano a mi?

- ¡_______! -me llamó nuevamente. Lo mire avergonzada, no lo escuche cuando me hablaba, por segunda vez hoy.

- Josh, lo siento. Yo... -tapo mi boca con su mano en un rápido movimiento.

- No... No es nada. -parecía tenso, por alguna razón se estaba conteniendo.- Ve a descansar, haz hecho bastante hoy. Lo mereces. -palmeo mi hombro, para luego desaparecer por la puerta de la sala de descanso.

Deje caer mi cabeza sobre la mesa que frente a mi estaba, sin saber como tomarme esta situación. ¿Qué podía hacer? Mi enemigo se volvió casi mi mejor amigo. El que siempre fue mi mejor amigo piensa que Josh es un enemigo. Y el caso Henderson... A duras penas si avanza.

Mordí mi labio inferior, recordando mi interrogatorio con Schmidt hace menos de una hora atrás...

---- Flashback -----

- Ya dime donde esta tu socio, Schmidt. -lo miré reclamándole respuestas con seriedad. Una sonrisa cínica apareció en su rostro.

- Pensé que eras más inteligente, _______. Trabajo solo ¿No lo vez? ¡No tengo a nadie! -rió como un loco. Él estaba perdiendo la cordura.

- Agente Park para ti. -gruñí.- ¿Qué ocurre contigo, rubio? -pregunte interesada en su respuesta. El rió ante mi pregunta, pero su risa se detuvo al notar mi seriedad.

- Como si en serio te importara... -bufó. Suspire resignada. Nadie vigilaba la sala, solo estaba yo con uno de los convictos más peligrosos del país. Mordí mi labio inferior.

No lo pensé dos veces. Lo tome de las esposas y lo obligué a caminar hacia su celda, lo empujé dentro. Me asegure de que no había nadie, para por fin hablar.

- Estamos solos, ahora dime que sucede. -me miro con confusión mezclada con su expresión de seriedad.

- ¿Qué quieres saber? ¿Qué te odio por encerrarme? ¿Qué por tu culpa no puedo...? -su voz se corto, pareciendo arrepentido de lo que iba a decir.

-... ¿...Ver a Logan? -su rostro palideció. Sonreí sin saber concretamente la razón. Trague saliva nerviosa, sin tener la más remota idea de como reaccionar, como manipularlo para que me dijese la ubicación de su compañero.

Él me miraba nervioso, expectante, pareciendo estar tan confuso como yo con esta situación. Suspire resignada, aseguré la celda y me gire con el fin de desaparecer de ahí, e irme. Pero su voz detuvo mi rumbo.

- Por favor, no le hagas nada a él. -no tuve el valor de mirarlo a los ojos, prometerle algo a él seria un delito, literalmente.

Sin querer, ni poder, girarme a mirarlo continúe mi caminata hasta la salida de aquel recóndito lugar, dirigiendome a acodar con mmi nurvo colega los nuevos planes para atrapar a Henderson.

---- Fin del Fashback -----

No tengo idea de que me decía Josh, siquiera una pista pude percibir. Necesitaba acabar lo antes posible con este caso, antes de que el caso termine conmigo. Me levante, rendida, y en solo cuestión de segundos intentaba descifrar que me diría Carlos. No le preste mucha atención al camino, todo lo contrarió cuando quise abrir la puerta de cristal, de la cual podia admirar completamente a las personas que se mantenían en la habitación continúa.

Carlos se veía molesto, iracundo... Lo sé, lo conozco extremadamente bien. Tratando de tranquilizarse a si mismo inútilmente, lo cual nunca funciona. Mis ojos se abrieron como platos cuando note a una Alexa un tanto asustada dentro, siendo víctima del monstruo en el que se estaba convirtiendo mi viejo compañero y amigo.

Justo en el segundo que decidí a entrar, Carlos se quedo completamente quieto, se sentó en su silla frente a Alexa como si nada... Ella al instante bajo la mirada, sin decir palabra alguna, tal vez escuchando al moreno hablar. ¿Qué le pasaba a Carlos? Tiene grandes problemas o... ¿Es bipolar?

- Carlos... -lo llamé sin expresión alguna en mi rostro, ya cuando estuve dentro de la habitación. Él se giro en su silla, y me miro con una blanca y falsa sonrisa gravada en el rostro. Mentía... ¿Por qué?

- Necesito hablar de... -asentí sin poder esperar a que acabara.

- Lo sé. -aseguré seria. Él miro a Alexa, ella casi corrió fuera del lugar.- ¿Qué ocurre con ella? -él se encogió de hombros, como si nada. Mantuve mi expresión neutra en el rostro.

- Ni idea. -mintió nuevamente... Lo mire expectante, esperando a que iniciara las palabras de advertencia que sé que diría.

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Mire nerviosa de un lado a otro. ¿Por qué me pasan estas cosas? ¿Por qué?

Justo la voz de la persona que menos quería ver me llamó a mis espaldas. Tragué saliva sonora y costosamente.

- Hola... -salude girándome, con voz apenas audible.


𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗜𝗻𝗳𝗶𝗹𝘁𝗿𝗮𝗱𝗮 / ʲᵃᵐᵉˢ ᵐᵃˢˡᵒʷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora