Volvió la mirada hacia donde se suponía, estaría Josh. No abría problema, tomaría lo que era suyo y se iría velozmente, antes de ser descubierta por alguien bastante capaz de apenas mirarla, adivinar sus intensiones. Un suspiro nervioso se escapo de sus labios. Aquel agente estaba a su altura, necesitaba ser demasiado cuidadosa. Palideció cuando descubrió que su compañero no se encontraba donde lo había dejado hacía un par de horas atrás.
Abordó rápidamente a uno de los trabajadores del lugar, dándole las características del chico que tanto necesitaba encontrar. El hombre suspiro pesadamente, y alzó su dedo para señalar a un chico que la miraba burlona.
—¿Desesperada por encontrarme, Park? —carcajeó él, ganándose un leve golpe en su hombro por parte de ella.
—Solo... cállate—bufó ella mientras él luchaba por calmar sus risas.
—¿Nos sentamos? Que molesto estar levantado todo el día... —bromea yendo directo a la mesa donde compartieron algunas palabras anteriormente. Ella lo siguió sentándose en su vacío y helado asiento. Solo había una tasa en la mesa, con lo que parecía un café que perdió por completo el calor con el cual fue servido— ¿Regresaste a contarme que esta sucediendo contigo? —preguntó en un suspiro, mirándola fijamente a los ojos. Ella le devolvió la mirada negando al mover su cabeza de lado y lado.
La joven se estremeció sintiendo el frío agobiarla. Si tan solo hubiera aceptado la chaqueta de Carlos en lugar de ser tan antipática con su 'mejor amigo'...—¿Me la prestas? —preguntó ella señalando la chaqueta que colgaba en el respaldo de silla de él.
—Llevatela si quieres, me la entregas mañana —se encoje de hombros y ella alza una ceja algo confusa.— ¿Qué? —preguntó sonando confundido, aunque en su mirada solo existiera diversión.
—¿Me la pasas o no? —lo miro con cierta impaciencia. Él lograba sacar de quicio en tiempo record.—Mmh... déjame pensarlo —fingió pensar en un intento de burlarla todavía más. Ella pateo su rodilla por debajo de la mesa—. ¡Auch! —se quejo acariciándose en el lugar del golpe al tratar de calmar el dolor— Olvidaba lo aborrecible que eres —se queja y ella rueda los ojos—. ¡No aguantas una broma! —exclama exaltado.
Miro el lugar cerca de la entrada en la barra, donde había dejado a James haciendo muecas escuchando a Redmond insultarla o algo parecido, pero todo se volvió lejano... cada sonido, los movimientos de las personas a su alrededor parecieron extremadamente lentos, como su corazón en ese instante. Su rostro palideció al no encontrar a James. Se levantó de un saltó y Josh la tomo del brazo firmemente, evitando que corriera sin al menos explicarle su imprevista huida.
«¡Le dije que se quedara en ese lugar!». Se quejo completamente alterada para sus adentros.—Josh, tengo que irme. —forcejeó en un intento inútil de que la soltara.
—Todo estará bien —asintió hacia ella, lo cual causo gran incertidumbre y confusión a la chica al no entender a que se refería. En un gesto de cabeza, señalo hacia una zona algo solitaria del sitio. Abrí los ojos como platos. Estaba ahí... con aspecto sombrío y con mirada preocupada mantenía sus ojos fijos en la entrada.— No te entiendo, para nada... Eres rara —aceptó y ella rodó los ojos moviendo el pie impaciente, esperando a que terminara—, aún así tengo una teoría de que esta sucediendo. Y te prometo que mantendré la boca cerrada sobre él —señala nuevamente con la cabeza hacía James.
—Me tengo que ir —lo mira agradecida y él la suelta, pero en lugar de dejarla ir le extiende su chaqueta, la cual ella había pedido momentos atrás—. Gracias, Josh... No eres tan huraño como creía —ríe y el se encoje de hombros.
—Adiós... —murmura en despedida y dirigiéndose a donde James se encontraba, ideando un gran sermón luego de desobedecerlo en una crisis tan peligrosa como la que los rodeaba en esos momentos. Su vida dependía de ella, y él tan solo se preocupaba por mantenerla alejada.
Se colocó la chaqueta de Josh. Era todo lo contrario a la de su mejor amigo. Esta carecía de aquel inmundo olor a perfume, era mucho más grande y distinta a la de Carlos en detalles que ella solo podía apreciar. Ellos eran completamente distintos, pese a esto, logró tolerar a ambos. Carlos siempre la acoso intentando llamar su atención para enamorarla, de todas las maneras inimaginables. Josh, era idéntico a ella en personalidad... Obstinado, algo sarcástico y por sobre todo competitivo, y gracias al Caso Henderson los dos mejores espías de la agencia se unieron como buenos compañeros.
Aún así, nada de esto importaba ya para ella. El caso la oprimía de cualquier otra tarea que no fuera atrapar a Henderson, y realmente se sentía agotada, prácticamente se encontraba por completo abrumada. Lo única razón por la que se mantuviera cuerda se encontraba recostado contra la pared de aquel sitio, respirando costosamente y cubriendo con una de sus manos una herida de su pecho. James Maslow.
Se acercó a paso lento a él, meditando la manera correcta sobre como advertirle que si le desobedecía nuevamente, ella misma se encargaría de matarlo.
El frío invernal se escurrió por entre la multitud de personas luego de acceder al cafetín, atacándola a ella, causando como respuesta un nuevo estremecimiento. Introdujo sus manos heladas a los bolsillos externos de la chaqueta, y una sonrisa gatuna se extendió por su rostro. Se giro, sobre sus pies, y Josh le guiño un ojo alzando la tasa de café helado y bebiendo un sorbo de este. Ella rió observando entre sus manos lo que tanto había ansiado. El primer paso de su plan ya fue cumplido casi a la perfección, claro esta que con un pequeño empujón por parte de Josh.
Tenía devuelta las llaves de su auto.
Ya no abría problemas con cargar a James sobre sus hombros y fracturarse la espalda. Ahora era el momento para llevar a cabo la segunda parte del plan para capturar a su enemigo, el único capaz de huir de ella por tanto tiempo... tan escurridizo y silencioso como una boa alejándose de la escena del crimen luego de asesinar a su presa. Henderson...Su mirada se fijo en James, y el dolor que él reflejaba causo que su corazón se regocijara al verlo en tal estado. Se aferraba a la pared como si realmente fuera a caer al suelo en cualquier instante. Una de sus manos lo reafirmaba sosteniendo su cuerpo a un estante a unos centímetros de él. Ella sintió un nudo crecer en su garganta al ver su rostro, los ojos cerrados por lo que parecía el punzante dolor persiguiéndolo, la pena.., la tristeza de un solitario chico que realmente escondía un gran corazón. Él se dignó a abrir sus bellos ojos avellanados, y ella notó que no solo su exterior se encontraba acongojado, por dentro no cambiaba demasiado aquella apariencia herida.
Alguna vez la Agente Park leyó en un libro que los ojos eran el reflejo del alma, y no lo dudo luego de ver a James en ese instante.
Nadie lo volvería a lastimar, no a él... Daría su vida si era necesario.
«¿Quieres guerra, Henderson? Pues la tendrás». Gruñó decidida para sus adentros.
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𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗜𝗻𝗳𝗶𝗹𝘁𝗿𝗮𝗱𝗮 / ʲᵃᵐᵉˢ ᵐᵃˢˡᵒʷ
FanfictionEDITANDO. ________ Park, una Agente Secreto que de hace pasar por estudiante en la universidad Lincoln para atrapar al asesino y ladrón Logan Henderson. James Maslow, un estudiante de aquella universidad que es un amigo muy cercano a Henders...