XXXVI

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Narra Tyler

Luego de estar bastante tiempo allí llorando, conseguí calmarme. No quería seguir dándole problemas a Abby. 

Me fui a casa. Solo.

Lancé mi mochila a el sofá y caminé hacia mi habitación. Abrí la puerta y caminé sujetado por una de las paredes hasta la esquina de la habitación. Me quedé sentado abrazando mis piernas en aquella esquina. Recordando la primera vez que Abby estuvo aquí conmigo. 

Se le veía tan feliz.

Ella no sabía a cerca de mi problema con él. No sabía de mis visitas a John. No sabía de mi banda.

¿Fue buena idea contarle a cerca de esas cosas?

Aún recuerdo la primera vez que la besé. Estaba realmente nervioso y desde la primera vez que la noté por aquellos pasillos, quería hacerlo. Cuando se le cayó aquel brazalete y lo recogí, tomé su mano y la observé directo a los ojos. Eran unos hermosos y grandes ojos cafés. 

Pude notar aquellos nervios en su mirada, en como temblaban sus manos y su voz se escuchaba baja y entrecortada.

Pasé toda la tarde sentado allí. No tenía ganas de nada.

Intenté enviarle mensajes pero no respondió ninguno de ellos. Debe odiarme. Soy un idiota.

Finalmente el hambre terminó obligándome a bajar por algo de comer... o beber.

Me acerqué a el refrigerador y saqué una lata de cerveza. Comencé a beber... beber... y beber.

Mi teléfono comenzó a sonar desde mi habitación. Corrí hacia ella con la esperanza de que fuera Abby, pero todo eso se esfumó en cuanto noté que era una llamada de Brendon.


-Hey, Tyler.-

-¿Qué quieres Brendon?- comencé a toser.

-Dios, Tyler. Te escuchas terrible, ¿Estás bien?.-

-Si, si. Perfecto.- dije sarcásticamente.

-Que bueno,  porque estamos en casa de Pete, hay una fiesta increíble. Creí que vendrías o estarías por aquí.-

-¿Qué? ¿Por qué?-

-Es que vi a Abby por aquí con Matt y Melanie.-

En ese momento casi se me resbaló el teléfono por las manos.

-¿Q-Qué?- comencé a tartamudear.

-Es que... creí que estarían juntos. Como siempre.- su voz se oía apenada.

-Tuve un pequeño problemita con ella está tarde luego de la escuela.- 

-Entiendo...-

-P-Pero... iré. Nos vemos allá.-

-Ad...-

-Adiós.-

Llamada Finalizada.


Me quedé observando la pared frente a mi por unos segundos. Debía ir con Abby e intentar solucionar las cosas. Solo espero que me escuche, si no, tendré que pedirle ayuda a alguno de los chicos que estén allí.

Me cambié de ropa rápido, cepillé mis dientes y me bañé en perfume. Tuve la suerte de salir de casa y encontrarme con un taxi pasando por fuera de casa. Logré detenerlo para poder ir hasta aquella fiesta.

La música era realmente fuerte. La casa de Pete era una gran mansión. Al menos por el gran sonido de agua que se escuchaba hasta el patio de la casa, había una piscina.

CRUSH | Tyler JosephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora