CRUSH | Tyler Joseph

XLVIII

Narra Jenna

Toqué la puerta y pude oír risas y los pasos que se aproximaban a la puerta.

-¡Oh!, Dios, Jenna.- exclamó su madre con una sonrisa enorme.

-Señora Joseph, que gusto verla. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez.- reí.

-Si, demasiado, pequeña. ¿Quieres pasar?- 

Solo logré sonreír, pero no le pude responder luego de que vi a Tyler aparecer detrás de la puerta.

Su cara estaba realmente iluminada por su sonrisa, pero esta desapareció por completo al verme parada fuera de su puerta.

-Claro que quiero pasar, señora Joseph.- volví a sonreír.

Tyler pareció intentar negar mi entrada pero solo se quedó petrificado.

Voy a empezar.

-Oh, hola Tyler.- dije entrando a la sala de la casa. -Que alegría verte. Y... ¿Cómo estás? ¿Qué cosas increíbles has hecho fuera de el país?.-

Tyler no respondió, solo se quedó observándome, ahora con odio.

-Tyler, no seas mal educado, no puedes dejar a Jenna hablando sola.- dijo su madre cruzándose de brazos.

-No, se preocupe, señora Joseph. Quizá Tyler no está contento de que...- 

Narra Tyler

No, no, no.

Por favor, vete de aquí, Jenna.

Te lo suplico.

Necesito ir a casa de Abby. Por favor no digas nada.

Entró a la casa y observó cada detalle de la sala.

-Que alegría verte. Y... ¿Cómo estás? ¿Qué cosas increíbles has hecho fuera de el país?.-  

No respondí, no le respondería ninguna de las estupideces que me preguntaría, solo quiero que se vaya de aquí.

-Tyler, no seas mal educado, no puedes dejar a Jenna hablando sola.- me lanzó una mirada amenazadora parada de brazos cruzados junto a la puerta abierta de la sala.

-No, no se preocupe, señora Joseph. Quizá Tyler no está contento de que...- se volteó a ver a la dirección de mi madre. -No está contento de que su novia y su ex novia estén en su casa.- sonrió.

Mi corazón latió fuerte y me giré a ver a la puerta, por la cual entró Abby confundida.

-Ho-Hola...- dijo al ver a mi madre y Jenna.

En cuanto logró verme una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.

-¡Tyler!- gritó corriendo hacia mi. -Estoy tan feliz de verte. No podía esperar más para verte, realmente te extrañaba demasiado, lo siento.- me abrazó con todas sus fuerzas.

Le devolví el abrazo. 

Hace mucho tiempo no sentía su calor.

No me importa si están Jenna y mi madre mirando este momento, amo a Abby, la extrañaba demasiado.

Parecía como si todo el reto del mundo hubiera desaparecido y solo eramos ella y yo.

Descubrió su cara de mi pecho y me observó con sus perfectos ojos cafés, los cuales parecían más brillantes de como los recordaba.

Con mi mano derecha acaricié sus mejillas, sus suaves mejillas. Ella sonrió aún más y sus mejillas se tornaron de un lindo rojo.

Me incliné un poco más hacia ella y pudimos acariciar nuestras narices otra vez.