Capitulo 24

18.4K 1K 80
                                    

Menudo susto me he dado. Quien ha abierto así la puerta, es Christian, que al parecer ha salido antes de trabajar, y parece nervioso, ¿qué le pasa?

— Joder Christian, que susto, no hace falta que entrés así, casi te cargas la puerta. — Digo recuperandome del susto.

— Anastasia, siento haberte asustado, pensé que te pasaba algo, Gail me ha dicho que no habías salido de la habitación y me había preocupado. — Christian me abraza. Últimamente está muy sensible, supongo que tiene miedo, como yo, a que algo salga mal.

— Christian, no pasa nada, estaba descansando, deberías estar contento, te estoy haciendo caso. — Digo y me rio para ponerle humor al asunto.

Desde que nos enteramos de que el embarazo era más complicado de lo que creiamos, casi no hay momentos de risas, pues Christian se pasa el día preocupadose por todo lo que me pasa, por una parte me gusta, significa que me quiere, pero por otra parte, me gustaría que Christian se relajará.

— ¿Entonces estas bien?. — Pregunta Christian separando nuestro abrazo, examinandome de arriba a abajo para comprobar por si mismo que estoy bien.

— Si Christian, estaba leyendo, eso no supone ningun esfuerzo, no te preocupes. — Le sonrio y le doy un beso en la comisura de sus labios.

Vuelvo a sentarme en la cama y sonrio. Me gusta como me está mirando ahora mismo, y me encantaría que me hiciese suya, igual debería provocarle un poco haber si se apiada de mí, tengo que convencerle de que no me supone ningún esfuerzo.

— Eres preciosa Anastasia. — Christian se sienta al lado de la cama y posa su mano en mi vientre. Christian es tan tierno...que suerte tiene bip de tenerle como padre.

— Lo dudo Christian. — Pongo mi mano junto a la suya.

— Pues bip me acaba de decir que eres hermosa, y estoy de acuerdo con él, no me gusta que te tengas tan poca estima, si te digo que eres hermosa, es que lo eres. — Christian besa mis labios con dulzura. No me deja decir nada porque sabe perfectamente que le voy a contradecir.

Cuando nuestros labios se separan, me quedo con ganas de más, mi plan de provocar a Christian se ha ido al traste en cuanto se ha puesto tierno.

— Pues demuestramelo Christian, ademas, bip no puede hablar. — Le provoco. Sé que en el fondo, le gusta que le contradiga.

— Ana, yo me entiendo con mi hijo, y creeme, me encantaría hacerte mía ahora mismo, pero no puedo, no quiero hacerte daño. — Ya estaba tardando en entrar en acción el Christian preocupado y exagerado.

— Vaya, que lastima, porque cuando bip nazca, habrá que esperar 40 días sin nada. — Le provoco quitandome la bata, quedandome con tan solo un camisón blanco, que por cierto me ha regalado él.

Christian me mira con deseo, lo estoy consiguiendo.

— ¿40 días?. — Dice Christian desesperado. Al parecer ese dato, lo desconocía.

— Pues sí, pero bueno, sí no quieres...— Le provoco más aún. Me tumbo en la cama fingiendo que no me importa, mientras Christian me mira fijamente, ¿qué estará pensando?

— Dios Ana, no me hagas esto, joder, 40 días, no había caido en eso. — Contesta Christian. Sé que está aguantando las ganas como puede, pero no sé lo voy a poner nada facil.

Me levanto de la cama y me acerco a sus labios, solo los rozo, y le dejo con ganas de más. Cuando le hago eso, Christian frunze el ceño, eso no sé lo esperaba.

— Ana, no juegues conmigo o te voy a tener que...— No le dejo que termine de hablar.

— ¿Qué dices que vas a hacerme?. — Me muerdo el labio inferior.

— Que te voy a hacer mía Anastasia, eso es lo que voy a hacer ahora mismo — Christian se pone encima de mí. No hay escapatoria. Me encanta.

Nuestros labios se juntan y yo muero de ganas, al igual que él.

Christian se deshace de mi camisón, se quita la camisa, se baja los pantalones, y deja que disfrute de las maravillosas vistas, definitivamente este hombre es... no hay palabras que lo decriban si quiera, la que más se asemeja es la perfección.

— Eres mia Anastasia, me vuelves loco, dime que eres mía. — Dice un Christian poseido por las ganas de más.

— Soy tuya. — Vuelvo a morderme el labio. Es obvio que soy solo suya, no quiero ser de nadie más.

Christian sonrie, y de pronto, siento su miembro entrar en mi sexo. Disfruto del enorme placer que siento, de cada embestida. Christian está siendo muy delicado, me está torturando de placer al hacermelo tan lento.

— ¿Te duele pequeña?, ¿estas bien?, si te duele algo o lo que sea, solo dimelo. — Dice un Christian demasiado excitado, es obvio que no quiere parar.

— Estoy muy bien, y ahora más. — Digo yo también excitada.

Christian besa mis labios, yo le correspondo, mientras siento como entra y sale de mí. Dios mio, no sé como he podido esperar tanto tiempo sin esto.

Tras varias embestidas, no puedo más, y llego al orgasmo junto a Christian, hasta en eso coincidimos.

Me quedo un rato acurrucada en su pecho, hasta que cierro los ojos y me dejo vencer por el sueño, desde que estoy embarazada, me encuentro muy cansada.

Cuando me despierto, ya es algo tarde, y Christian no está, cojo mi móvil y veo un mensaje suyo.

"Pequeña, estoy en el trabajo, voy a recuperar las horas perdidas de esta mañana, así mañana me tomo el día libre para estar contigo, me gustaría habertelo dicho, pero estabas tan hermosa dormida que no he podido despertarte"

Christian es tan atento.Jope.Ya le hecho de menos, y bip también, puedo sentirlo, Christian no es el único que se comunica con él, solo pensar en como lo ha dicho antes, hace que una sonrisa tonta se dibuje en mi cara. Es obvio que Christian ama a nuestro pequeño, y no veo la hora de que nazca, aún que por una parte tengo miedo a lo que pueda pasar.

Cojo mi albornoz, me quito la ropa y me envuelbo en el. Me apetece darme un baño relajante con musica mientras espero a que Christian vuelva. No ha pasado mucho tiempo, y de hecho el que ha pasado, he estado durmiendo, pero ya le hecho de menos.

Lleno la bañera de agua caliente, y mientras espero que se llene, voy por mi tablet para poner algo de musica, y a por ropa limpia para vestirme después del baño.

Cuando la bañera está llena, hecho las sales de baño y el jabon. Compruebo que el agua este caliente metiendo la mano. Rápidamente saco mi mano del agua, no está caliente, está ardiendo.

Antes de quitarme el albornoz y meterme en la ducha, abro el grifo para que salga agua fría, menos mal que no la he llenado del todo.

Dejo que el agua corra, y de pronto, siento como todo se nubla, me da un pequeño dolor en el vientre, y comienzo a entrar en panico. Intento salir pero no puedo, la puerta está atascada.

No puedo más, y caigo redonda al suelo, lo ultimo que escucho al caer, es el agua saliendose de la bañera.

Buenas noches, aquí dejo nuevo capitulo.

Gracias por leer, votar y comentar.

Besiitoos





Embarazada de mi jefe (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora