Después de tener esa horrible pesadilla, respiro hondo. Por un momento he creido que era real, casi me muero.
Me levanto con ayuda de Taylor y volvemos al coche, que está aparcado en doble fila. Es hora de ver a Ana, y espero que esté bien, no quiero más sustos o moriré demasiado joven.
Al fin llegamos al hospital. Por un momento pienso que estoy en mi pesadilla, pero no. Uno de los recepcionistas me atiende enseguida y me indica donde se encuentra Anastasia. Me alegra saber que todo está pasando muy distinto a como pasaba en mi pesadilla.
Taylor me sigue. Escucho que habla con Gail por teléfono, que se ha quedado con Clarita, por eso no está aquí, ni ha acompañado a Anastasia al hospital.
Al llegar a quirofano, me dejan pasar. Me acerco a la camilla y antes que nada me hacen cambiarme de ropa.
Observo a Ana, parece que todo va bien. Agarro su mano y no la suelto. Ya estoy aquí para ella, y no pienso volver a separarme de ella, es mi vida, y solo espero que todo salga bien. Solo la necesito a ella para continuar vivo.
No puedo evitar seguir nervioso, aún no las tengo todas conmigo, aún tengo miedo a que no se despierte.
— Sé que eres fuerte pequeña, vas a salir de esta, no sabes cuanto deseo que despiertes y decirte cuanto te quiero. — Aprieto su mano con fuerza.
No consigo reprimir mis lagrimas por más tiempo. En el sueño estaba...ni puedo mencionarlo, y tengo mucho miedo a perderla, aún no puedo estar tranquilo, no puedo hasta que despierte.
Tras un rato. Escucho los llantos de mi hijo, al fin está aquí.
Admito que estoy aquí solo por Ana, pero todo cambia cuando me entregan a mi hijo, es tan indefenso, tan pequeño...no sé explicar como me siento.
— Felicidades Señor Grey, es un bebé precioso. — Me dice uno de los doctores sin dejar de sonrreirme.
Observo a mi bebé embobado, estoy emocionado. No puedo creer que sea hijo mio y de Anastasia. Siento demasiada felicidad en este momento.
De pronto, vuelvo a la realidad, dejo de mirar a mi hijo y mis ojos se clavan en Anastasia, después miro fijamente al doctor. Tengo miedo a preguntar, aún tengo un leve dolor en el corazón, aún no puedo respirar tranquilo.
Me armo de valor y pregunto lo que tanto deseo saber.
— ¿Cómo está mi Ana?. — Vuelvo a estar muy cerca de ella. La verdad es que muero de miedo, ¿y si la toco y está fría?. Dios, no puedo perderla.
— Señor, ella...— No dejo que termine de hablar el doctor.
— Más vale que sea una buena noticia lo que tenga que decirme, si no es así, creo que va a perder su trabajo. — Digo muy nervioso. No quiero que mi pesadilla se haga realidad, no podría soportarlo.
— Señor, no se preocupe, todo ha salido bien, salvo que ella no tenía fuerzas para dar a luz de forma natural, así que va a tener que guardar reposo absoluto, unos cuantos días más de lo normal. — Me informa el doctor.
— ¿De verdad está bien?. — Pregunto con la voz apenas audible, aún estoy temblando.
— Si Señor, ya puede relajarse, que le noto muy tenso. — Me sonrrie el doctor.
Al fin puedo respirar, mi Ana está bien, y vamos a ser padres. Este es el mejor día de mi vida, no puedo ser más feliz.
Mis lagrimas caen de mis ojos sin poder evitarlo, solo que esta vez, es debido a la felicidad que siento.
Mi corazón vuelve a la normalidad, y ya puedo respirar más tranquilo, aún sigo preocupado porque no despierta, pero ya está bien, todo ha salido bien, y solo pensarlo me emociono.
Horas después...
Ana aún no despierta. Me mantengo a su lado todo el tiempo.
Gail y Taylor han venido con Clarita a vernos, pero enseguida se han ido, también ha estado por aquí mi madre, ella quería coger a mi hijo, pero no la he dejado, es muy pequeño y no quiero que le pase nada. Por el momento solo lo tendremos en brazos Ana y yo, nadie más.
Mi madre se ha ido disgustada, dice que soy muy exagerado, yo no lo creo así.
Continuo sentado en una silla mirando a Anastasia. Ella no sé ha despertado, y eso que antes la he puesto a nuestro hijo en sus brazos haber si así despertaba. De nuevo estoy preocupado, necesito que se despierte, de no ser así no sé que voy a hacer, creo que perder los nervios.
Intento relajarme y pensar que todo estará bien, el doctor así lo ha dicho. Ana está bien, tiene que estarlo.
Mi bebé comienza a llorar. Admito que aún no sé muy bien que hacer en estos casos, el doctor ha tenido que enseñarme a coger a mi bebé al principio cuando me lo ha entregado. Lo sé, soy un desastre, pero sé que Ana me va a ayudar, ella sí que será una madre modelo. Ted será un niño muy afortunado teniendola como madre, lo malo es que con su padre, no ha tenido mucha suerte.
Cojo a mi hijo aún con miedo a que se me caiga, e intento calmarle, la doctora le está dando leche de biberon porque Ana no despierta, pero no quiere comer y me preocupa. Paseo con mi bebé en brazos por toda la habitación, tratando de que deje de llorar, no me gusta verle así, aún no entiendo lo que quiere.
La doctora vuelve con el biberon y se marcha. Tal y como lo he hecho antes, me lo pongo en mi pecho e intento que mi hijo coma algo.
Tras unos minutos, termina de comer, y vuelvo a levantarme. No sé porque me da que va a empezar a llorar de nuevo.
Necesito que Ana despierte, ella sabría manejar mejor esta situación. Yo en cambio no sé que hacer, no sé porque ha empezado de nuevo a llorar, creo que tiene sueño, ademas necesita a su madre.
— ¿Christian?. — Mi corazón comienza a latir acelerado al escuchar su voz. Al fin se ha despertado.
Buenas noches, aquí dejo nuevo capitulo.
Besoos
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Embarazada de mi jefe (Terminada)
أدب الهواةAnastasia Steele, es una joven de 23 años que ha terminado la universidad y tiene su primera entrevista de trabajo en la editorial Grey's. Christian Grey, es su jefe, el dueño de la editorial más conocida de Seattle. Entre ellos pasará algo que desp...