Esto va a acabar conmigo. Esta situación ya la he vivido, Ana pasándolo mal por el embarazo. Me duele, y ella no lo entiende.
Quiero pedirla disculpas, pero la preocupación y el dolor que siento al verla tirada en el suelo no me dejan hacerlo. Ella me mira fingiendo que no pasa nada, seguramente dirá que ha sido una simple caída, y yo ya no puedo más, no puedo seguir con esto.
- Ana, ¿estas bien?. - Pregunto preocupado como siempre. Asustado de que algún día no esté conmigo.
- Si, no te preocupes. - Ayudo a Ana a levantarse.
Quiero decirla muchas cosas, quiero gritar que no quiero seguir con esto, quiero que se solucione todo de una puta vez, pero no puedo hacer eso. La realidad es que estoy atrapado, no me queda más remedio que aceptar su decisión, e intentar protegerla, suplicar mentalmente que nunca llegue el día en que cuando despierte no esté a mi lado.
Ana se sienta sobre la cama, ninguno de los dos dice nada. Estoy cansado de decirla que esto es un gran riesgo para ella,estoy harto de parecer el malo de la película cuando lo único que quiero es protegerla de todo lo que la hace daño. Mi único delito es amarla más que a mi propia vida.
Ana se recuesta en la cama. Salgo de nuestra habitación y me marcho al cuarto de nuestro hijo, que duerme plácidamente, sin saber absolutamente nada de lo que puede pasar. Tengo miedo a quedarme sólo, si ella no está, ¿qué voy a hacer?
Me siento en la mecedora y dejo que la noche pase ante mis ojos sin poder dormir, tan sólo pensando en ella, en lo mucho que significa para mi y lo doloroso que sería no tenerla.
Al fin cierro los ojos, tratando de pensar que todo va a estar bien.
5 meses después...
Ana está de 7 meses, las cosas han empeorado, el bebé que Ana lleva en su vientre no está donde debería estar. Se trata de un embarazo intrauterino, el óvulo fecundado se ha desarrollado fuera del útero, se ha implantado en las trompas de falopio.
Ana está muy mal, tiene dolores constantes, se marea con mucha facilidad, casi siempre está en la cama, me cuesta que entre en razón y coma algo. He tratado de mantener una puta sonrisa ante ella, eso es lo que ella quería, pero en el fondo estoy hecho una mierda, ella no ha pensado en mi, simplemente quería tener otro hijo y no me ha pedido permiso. Me duele pero aún así la amo demasiado como para enfadarme con ella.
Una vez más le subo el desayuno a A a la cama y no quiere comer. Dejo la bandeja sobre la mesa y no puedo contener más todo lo que estoy sintiendo.
- Ana, vas a comer y ya está, vas a hacerme caso por una puta vez en la vida, ya bastante he aguantado como para que ahora tampoco quieras mirar por tu bien estar. - Ni si quiera la miro a los ojos, si lo hago me derrumbaré como tantas otras veces.
- No puedo Christian, me duele mucho. - De sus ojos no paran de caer lágrimas. Se me parte el alma.
- Tu tienes la culpa, yo te dije que no quería más embarazos, si me hubieses hecho caso ahora no estarías así. - Tiro la bandeja del desayuno al suelo. Al instante me arrepiento de mis palabras cuando veo como Ana deja de mirarme a los ojos y comienza a llorar.
- Ana joder, lo siento. - No he hablado yo, ha hablado mi rabia, el dolor que siento cuando la veo así.
- Da igual Christian, ya sé que no me apoyas, yo no pensé que pasaría esto, sólo quería que Ted tuviese una hermana con la que jugar y no se sintiera sólo, pensé que iba a ser una alegría para ti enterarte de que tendríamos una princesa, me equivoque joder. - Ana se tapa la cara con las sábanas y comienza a llorar con más ganas. Me siento un miserable ahora mismo.
- Anastasia, claro que quería tener otro hijo contigo, por eso quería adoptar. - Intento no derrumbarme. Uno de los dos tiene que ser el fuerte, ese es mi papel, siempre tengo que ser yo.
Toda mi vida he pensado que nada podría conmigo, más cuando creé la editorial, me sentía poderoso. Ahora siento que esto ha podido conmigo, esto no se soluciona por contactos o con dinero, simplemente no tiene solución, y lo único que puedo hacer es rodear a Ana de médicos y esperar a que tenga a nuestra niña.
La doctora viene inmediatamente a la habitación y la hace la revisión diaria. Siempre nos cuenta que nuestra pequeña está bien, pero eso egoistamente no es lo que me importa, a mi lo que me importa es Ana y cada día la veo peor.
Se termina la revisión y mi hermano me llama de urgencia. El muy idiota la ha cagado publicando unos libros que han sido un desastre. Todo sale mal últimamente.
Dejo a Ana al cargo de los médicos y de Gail y marcho a la editorial. Mi hermano me espera en la puerta, se que está pensando en que por favor no le mate.
- Hermano, lo siento, no se me da tan bien esto como creías, la editorial te necesita Christian. - Mi hermano intenta convencerme una vez más para que vuelva a mi puesto de trabajo y tome las riendas de todo esto.
No puedo hacerlo, no puedo volver, Ana me necesita más que nunca.
- Lo siento hermano, tengo cosas más importantes. - Sinceramente ya me da igual lo que pase en la Editorial, lo único que quiero es que esto acabe con Ana sana y salva. Juro que después de esto la obligaré a hacerse una ligadura de trompas, no quiero más embarazos.
- Hermano, no vas a solucionar nada quedándote con ella las 24 horas del día, lo que tenga que pasar, pasará igual estés o no estés presente. - En el fondo mi hermano tiene razón.
- No tienes ni puta idea hermano, tu no sabes lo mucho que me importa, mucho más que está maldita Editorial. - Mi hermano no entiende por lo que estoy pasando.
- Señor Grey, siento interrumpir, es que Ana se ha puesto de parto. - Taylor aparece de pronto. Siento como el miedo me invade, ha llegado el momento.
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Embarazada de mi jefe (Terminada)
FanfictionAnastasia Steele, es una joven de 23 años que ha terminado la universidad y tiene su primera entrevista de trabajo en la editorial Grey's. Christian Grey, es su jefe, el dueño de la editorial más conocida de Seattle. Entre ellos pasará algo que desp...