Capitulo 50 (Pov Christian)

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Me quedo en estado de shock. Ana me ha mentido, me dijo que todo estaba bien, pero no, de nuevo comienza mi pesadilla.

Trato de disimular mi enfado, de que mi cuerpo no me abandone y caer rendido al suelo. Necesito una explicación razonable ahora mismo.

— Me has mentido Anastasia. — Suelto de pronto. Estoy cansado de esto, necesito un respiro, ya no puedo más. ¡Otra vez no!.

— Christian lo siento, no quería que sufrieras, no quería que te preocuparas, por favor perdoname. — Sus ojos se humedecen.

No puedo enfadarme con ella, la miro y no puedo, ella lo es todo para mi, no quiero perderla, por eso la pongo seguridad, la traigo medicos a Escala, no es exagerar, es amar a alguien más que a tu propia vida.

Sé que Ana ha hecho esto porque me vió pasarlo mal en el embarazo de Ted, pero me duele que no me haya contado la verdad, más me duele poder perderla. Si la pierdo, me muero, de eso estoy seguro.

- Tenías que habérmelo dicho Anastasia, ¿cuánto tiempo ibas a ocultarlo?, ¿no me lo ibas a decir verdad?, querías mantenerme al margen, ¿de verdad pretendías que no hiciera nada y quedarme quieto hasta que...?. - No puedo seguir hablando. Mi mundo de nuevo se desmorona, el miedo me invade. Siento como mi corazón se ha subido a la garganta y me cuesta respirar.

- Lo siento Christian, pero me temo que no puedes hacer nada, no quería que trajeras más médicos a Escala , tienes que entenderme. - Ana no para de llorar y juro que estoy luchando por no derrumbarme. Estoy harto de ser el fuerte, lo he hecho absolutamente todo por ella y encima me oculta lo que está pasando, no puedo más.

- Mierda Ana, te lo dije, te dije que no quería más embarazos, yo ya lo tenía todo preparado para adoptar  ¿como has podido volver a poner tu vida en riesgo?. - Tiro la mesita de noche al suelo. No puedo con todo esto. ¡No puedo!, ¡No quería tener más hijos por esto!, ¡maldita sea!, ¡¿por qué tengo que pasar otra vez por esta pesadilla?!.

- Pensé que te haría ilusión...- La interrumpo.

Me parece que sólo ha pensado en ella, no recuerdo haberla dicho que quería tener que volver a pasar por un embarazo.

- ¿Pero cómo puedes pensar eso?, ¿de verdad crees que me hace ilusión poder perderte?, ¡claro que no!, yo no quería pasar más embarazos, ¡no quería joder!, ¡no quería que pasará esto otra vez!. - No puedo controlar más mi enfado.

Jamás había visto a Ana tan vulnerable, no para de llorar. No puedo verla así de nuevo, siento un intenso dolor en mi corazón cuando ella está mal.

- Christian, es nuestro hijo...- Vuelvo a interrumpirla.

- Un hijo que yo no he elegido tener y que te está matando por dentro, joder.  - Grito. Creo que los vecinos me han escuchado y eso que no tenemos.

Ana comienza a llorar más fuerte , hasta Ted comienza a llorar.

Salgo del dormitorio dando un portazo y cojo a mi hijo de la cuna.

- No llores campeón, quiero mucho a mami, pero es que...ha vuelto a poner su vida en peligro. - Me siento en la mecedora con mi hijo en brazos y me derrumbo.

No puede estar pasando esto otra vez. Ya tenemos a Ted, no necesitamos más hijos. ¿Por qué ha tenido que volver a quedarse embarazada?

Mi niño posa su manita justo en mi corazon. Le miro fijamente y veo al niño más bonito que jamás he visto.

A la mente me vienen los recuerdos de cuando aún estaba dentro de Ana. No puedo evitar emocionarme, para mi es un tesoro, aún que no lo haya sido desde un principio.

- Te quiero hijo, y no mereces perder a tu madre, es por eso que no me gustaría darte un hermanito, porque mamá está sufriendo. - Aprieto a mi hijo contra mi pecho.

Mi hijo se duerme entre mis brazos y yo sigo meciendome. Tengo mucho miedo de perder a Ana, ya no sé como explicarla que soy tan exagerado porque muero por ella, siempre lo he hecho.

Cierro los ojos y dejo escapar mis lágrimas reprimidas. Pensé que esta vez sería diferente, que todo estaría bien y seríamos felices, pero de nuevo existe el riesgo a poder perderla y yo me quiero morir.

Mi móvil comienza a sonar. Lo pongo en silencio, no quiero hablar con nadie y mucho menos que quién quiera que sea despierte a mi pequeño.

Observo a mi hijo, es un ángel. Me alegro de haberle tenido, es lo más bonito que tengo después de mi pequeña Anastasia.

Me levanto de la mecedora y me paseo con mi hijo en brazos por todo Escala. Estoy tratando de asimilar que Ana podría no estar bien. Es increíble que algo tan bonito como tener un hijo, pueda convertirse en una pesadilla.

Bajo hasta la cocina y me encuentro a Gail. Ella sólo me sonríe.

- Señor, ¿está usted bien?. - Pregunta Gail sin dejar ni por un momento las tareas domésticas.

- No Gail, tengo miedo de perder a Ana. - Confieso mientras miles de lágrimas se apoderan de mis ojos.

- Lamento lo que está pasando señor, estoy segura que al final todo va a estar bien, la señorita Anastasia aún que usted no lo crea, es una joven muy fuerte, con tal de demostrar que está bien, va a salir de esta. - Gail trata  de animarme.

- ¿Sabías que el embarazo va mal de nuevo? . - Pregunto impresionado. Podría haberme informado antes.

- No señor, pero me lo imagino, si no usted no estaría así. - Gail tiene razón.  Siempre que estoy mal, es porque Ana está mal.

- Igual creo que me he pasado por como me he comportado con ella. - Me arrepiento de haber gritado a mi pequeña.

- Eso tiene solución señor , suba y la dice que lo siente, yo estoy segura que luego acabarás queriendo a esa criatura igual que quieres a ese angelito que duerme entre tus brazos. - Gail me hace reflexionar.

Sin pensarlo subo al dormitorio para pedir disculpas a mi Ana.

- Ana perdóname, yo...- No puedo seguir hablando. Siento como mi corazón comienza a latir acelerado...


Embarazada de mi jefe (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora