Embarazada de mi jefe (Terminada)

Capitulo 19

— Me has mentido Ana, pensé que eras mi amiga, pero no, me has quitado algo que me pertenece, y ahora vas a saber lo que pasa cuando alguien intenta quitarme lo que es mio. — Grita Leila y saca un arma. Parece que lo tenía todo planeado.

— Escucha Leila, Christian no te ha olvidado, habla mucho de ti, por favor, no me hagas nada, no le hagas daño a mi hijo. — Digo llevandome la mano al vientre, protegiendo a mi hijo.

— Ese hijo es de mi hombre Anastasia, y tiene que desaparecer como tu, si tu no estas, Christian se irá conmigo. — Grita Leila sin bajar el arma. Esta mujer está muy loca.

— Por favor Leila, se cansará de mi, no me hagas nada. — Mi corazon está a punto de pararse. Tengo miedo, y a la vez siento rabia porque quiere hacerle daño a mi bip.

De pronto se abre la puerta, no me lo puedo creer, es Christian...

Christian me mira asombrado, después mira a Leila.

— Apunta aquí. — Dice Christian señalandose.

Leila automaticamente apunta con el arma a Christian.

— Christian. — Digo muy nerviosa. No quiero que le haga daño a Christian, todo esto es culpa mia.

Christian la coge el arma y la dice que le dará lo que quiere

— Ana, marchate. — Me grita Christian

— No vuelvas a irte Christian, ambos sabemos que te necesito, lo que necesitas. — Dice Leila con la voz apenas audible.

— Ana, vete, Taylor te llevará a casa. — Vuelve a gritarme Christian.

Miro la escena impactada, después me marcho corriendo e ignoro a Taylor, no quiero volver a Escala con él, esto es increible, Leila apuntandome con un arma y encima Christian siendo así con ella...

Taylor me grita que no me marche, pero paso de él, estoy harta, no entiendo a Christian.

Paseo por las calles de Seattle, sin saber que hacer, no sé porque Christian se ha puesto así con ella, la ha tratado como si fuese una victima.

Continuo paseando, sin mi bolso ni mi móvil, me lo he dejado todo en casa de Leila por culpa de las prisas que me ha metido Christian para que me fuera.

Paso por delante de una Editorial, otra de las muy conocidas en Seattle, tengo entendido que el dueño es Jack Hyde, entonces recuerdo que sigo sin trabajo, Christian me despidió.

No sé como, pero acabo entrando en la Editorial, pensando que seguro Christian se enfadaria, ya sé que a él no le hace gracia que trabaje estando embarazada, pero bueno, a mi tampoco me gusta que trate así a una mujer que ha intentando matarme, que ha intentado matar a nuestro hijo. De verdad he sentido miedo, pero miedo a perderle, ¿y si siente algo por ella?, ¿qué estará haciendo con ella ahora?

Un hombre me recive.

— ¿Puedo ayudarla Señorita?. — El hombre me sonrie y me estiende su mano. Yo le cojo la mano con tímidez y me presento.

— Soy Anastasia Steele, y estoy buscando trabajo. — Mis nervios pueden notarse a kilometros. Realmente no sé porque estoy tan nerviosa, no sé si es por él hecho de estar hablando con un desconocido para que me de trabajo, o por la reacción que tendrá Christian cuando se entere de que he estado aquí.

— Encantado Anastasia, soy Jack Hyde, y veo que has visto el anuncio de fuera, ando buscando una recepcionista, ¿crees que vales para el puesto?. — Pregunta Jack.

No sé que decirle, la verdad es que pasaba por aquí, lo he visto y quiero trabajar, simplemente eso.

— Si, creo que valgo para el puesto, de hecho ya he trabajado en una Editorial, Greys se llamaba. — Todo esto lo digo orgullosa, pues la Editorial de Christian es la más prestigiosa, eso seguro le sorprenderá.