Me encontraba sentada en la cama, con mis piernas cruzadas y apoyándome sobre mis rodillas. Miraba fijamente la pantalla de mi móvil, apagada, y pensando detenidamente si pulsar el botón y llamarlo. Llamar, a Mats.
Eran las doce de la noche, y me había pasado la tarde pensando. Ni siquiera había tenido la opción de desconectar durante mi sesión de fotos para la marca que me patrocina, pues cualquier cosa me recordaba a Mats, sus fotos y su abrazo con su mujer.
Agarré el móvil decidida, abrí la agenda y miré su nombre. Bufé y lo volví a bloquear. ¿Y si estaba con ella? Si llamaba, haría el ridículo. ¿Y si no? ¿Y si estaba solo, en su habitación de hotel, al igual que yo? Lo dudaba mucho.
Lo único que sabía era que tenía que acabar con aquello, lo necesitaba. Debía olvidarme de Mats si es que era eso lo que él quería... aunque yo no lo quisiera.
Pasé unos minutos más ahí, sentada y dándole cien vueltas más al tema. Miré su última conexión una vez más. Hacía más de una hora que lo había hecho, y no podía dejar de imaginar lo que estaba haciendo en ese mismo momento.
Cansada, me armé de valor. Si él lo había hecho, ¿por qué no podía yo?
Pulsé sobre su nombre y escuché paciente cada tono que daba la llamada. Tras varios segundos, me di por vencida. La llamada daba tono, y Mats, no respondía. ¿Durmiendo? ¿Ocupado? Las preguntas de siempre.
De lo más decepcionada, decidí meterme en la cama y llena de rabia, cerré los ojos. Pero no pude evitar abrirlos de nuevo al escuchar vibrar el móvil sobre la mesilla. Era un mensaje, y no, no era de Mats, era de Joshua.
"Mañana vendrán a ver la casa los de la agencia, quieres venir?"
Lo conocía demasiado bien, tanto para saber que llevaba indeciso, pensando en si mandarme o no ese mensaje tanto tiempo como yo llevaba pensando llamar a Mats.
"Puedo pasarme sobre las 10"
Josh me leyó al poco tiempo, por lo que decidí preguntarle algo.
"Tienes ya casa?"
"Estoy en ello, pero necesito que vendamos esta antes de comprarme una"
Asentí con la cabeza y volví a sentarme en la cama móvil en mano.
"Estaré allí a las 10"
"Si vienes un poco antes, te invito a desayunar"
Reí al leerlo y lo imaginé de la misma manera. Dos emoticonos sonrojados acompañaban su mensaje.
"Me has convencido"
Ahora, el jugador enviaba dos emoticonos con rostro orgulloso como solía hacer la mayoría de veces que conseguía algo.
"Mañana tienes entrenamiento?"
Joshua, o "el señor de los emoticonos" me respondía, afirmando, y acompañado de dos caras de desagrado.
"Te pasarás?" Añadió, "puedes hablar con Mats, si es que viene"
Rodé los ojos. Aquel era Joshua, siempre recordándote tus puntos débiles, dando donde más duele. Eso que tanto me gustaba.
"No lo sé" "nos vemos mañana"
"No te enfades, pequeña.."
Leí aquello con su voz, y no me quedó otra que respirar hondo y recordar que ese Josh vengativo y... celoso... era el Josh que yo conocía y que siempre me había encantado.
"Hasta mañana, Joshua"
"No me jodas, no te vayas así"
"Tengo sueño, ha sido un día muy largo..."
"Entonces deberías haber dejado de esperar a que Mats te llame o te mande un mensaje y hubieras apagado el móvil hace un rato, no?"
Abrí los ojos como platos, incrédula. Josh estaba compuesto, en ese momento, en un noventa y nueve por ciento de celos... y aquello me divertía.
"Ay Josh..." escribí, acompañado de unos emoticonos que lloraban de la risa.
Siempre había sido divertido hablar con Joshua cuando el tema eran sus compañeros de equipo, los modelos que trabajaban junto a mí en mis sesiones o cualquier persona medianamente famosa con la que tuviera un mínimo de posibilidades.
"Me vas a decir que no..?"
"No estaba esperando ningún mensaje"
Los mismos emoticonos llorando de la risa respondieron a mis palabras. Solté una carcajada y le respondí de la misma manera, con caras de desagrado mientras reía.
"Lo dices como si no te conociera.."
Asentí a aquello. Nos conocíamos, tan bien como para saber cuándo uno mentía al otro mediante mensajes de texto.
"Cuánto te has tirado para enviarme el mensaje de ir mañana contigo a vender la casa?"
"Unos... 20 minutos"
Reí al leer su respuesta, pues estaba en lo cierto, él no mentía.
"Y cómo has reaccionado tú al ver que no era quien esperabas, sino el pesado de tu ex?"
Lo tuve que leer varias veces. Sabía cómo influir en mí, y esta vez también lo había conseguido.
"Ha sido raro, "el pesado de mi ex" siempre se va a dormir pronto"
De nuevo unos emoticonos de desagrado que respondí con unos llorando de la risa.
"Es lo que pasa cuando no te tengo en la habitación de al lado"
"No puedes dormir?"
Acompañé mi mensaje con caras de sorpresa y a la vez preocupación impaciente por leer su respuesta, que tardó más de un minuto en llegar.
"No... no sé si porque no estás al otro lado o porque sigo sin entender por qué te liaste con Mats en los baños de la discoteca"
Lo leí, y de nuevo reí. Así eran nuestras conversación, junto o separados.
"A lo mejor porque los días a tu lado se habían convertido en una rutina pesada y monótona" "Espero que ahora que lo sabes, puedas dormir a gusto"
Sabía con seguridad que Joshua se estaba tomando aquello de la misma manera que yo. Estábamos riéndonos a la vez que leíamos verdades que deberíamos estar diciéndonos en la cara el uno al otro.
"Gracias, kate, creo que después de esto podré dormir a pierna suelta.." respondió acompañado de iconos que reían, "buenas noches pequeña"
Me dejé llevar por aquel, nuestro apodo.
"Buenas noches pequeño"
Y volví a dejar el móvil en su sitio para cerrar los ojos y quedarme dormida en cuestión de minutos.