Abrí el armario y saqué de él el vestido que tanto me gustaba y que aún no había tenido tiempo de estrenar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo dejé sobre la cama y me decanté por unos zapatos del mismo color.
Mientras buscaba en el armario un abrigo que me acompañara esa noche en la fiesta de Manuel Neuer, escuché la puerta cerrarse.
Me asomé a la puerta y visualicé a un Josh, bastante cansado y completamente empapado en sudor subir las escaleras. Al verlo, casi cayéndose al subir, reí.
-¿Estás bien? -Pregunté entre risas-
Josh rodó los ojos, pasó su mano por su cabello y comenzó a reír.
Sin decir nada, abrió los brazos y se acercó a mí. Al ver sus intenciones, cerré la puerta antes de que pudiera entrar y acercarse a mí completamente mojado.
Pocos segundos después, escuché la puerta del servicio cerrarse y volví a abrir la puerta victoriosa.
Sólo a Josh se le ocurría irse dos horas a correr y seguramente, pasarse por algún gimnasio para continuar ejercitando su cuerpo, tal y como su entrenador le recomendó hacía ya unos meses.
Ese era Kimmich, puro esfuerzo, el mismo Kimmich que cada vez tomaba más importancia en los partidos y se hacía cada vez más imprescindible en su equipo. Ese Kimmich del que tan orgullosa estaba.
Pese a que todavía quedaban cerca de tres horas para que la fiesta de cumpleaños de Neuer comenzara, ultimé los preparativos para llegar puntual y perfecta al evento. Por ello, agarré mi móvil y hablé con él.
"Ya he preparado todo"
Al instante, el moreno contestó y yo sonreí, sin más. Lo imaginaba de nuevo en su cama, tumbado y escuchando música mientras miraba su móvil, nuestra conversación y sonreía al igual que yo.
"Aún quedan tres horas..."
"Me gusta prepararme con antelacion"
Acompañé mi mensaje con emoticonos sonrientes y Mats contestó con unos con rostro de desagrado. A continuación, le envié dos corazones.
"Llévate tu pijama rosa esta noche y déjalo en mi coche" "Hoy dormimos en mi casa" "Si quieres.."
Continué con una sonrisa tonta y, antes de que enviara mi mensaje, recordé algo y lo borré.
"Y Cathy...?"
Mordí mi labio nerviosa. ¿Significaba eso que su mujer no iría al cumpleaños? Estaba a punto de saltar encima de mi cama, emocionada, cuando respondió.
"Dormirá fuera, no me ha dicho donde"
"Pero va al cumpleaños o...?"
"Sí, la mujer de Manuel la invitó. Y de las primeras.."
