Nos acercamos a los chicos y pude ver un claro gesto del polaco a Mats. Lo miró y miró de reojo al chico rubio.
-Hola, Robert. -Saludé, llamando su atención-
El polaco esbozó una bonita sonrisa y me saludó con dos besos.
Robert se quedó parado, sin saber muy bien que hacer. Mats miró al chico rubio, quien ahora se levantaba de su asiento y ambos se abrazaron.
¿Se abrazaron? Miré a Robert y este asintió con la cabeza. Me encogí de hombros, sin entender prácticamente nada y los dos chicos se saludaron ahora con un choque de manos. Me crucé de brazos y Mats procedió a presentarme a aquel chico, de repente y al mirarle a los ojos, lo reconocí. Marco Reus.
-Kate, él es Marco Reus. Marco, ella es Kate.
Sin saber muy bien cómo reaccionar, le di dos besos a aquel chico.
-Encantado, Cathy.
Robert rió y yo corregí al rubio.
-Kate. Kate Kirch.
Entonces, aquel muchacho pareció darse cuenta de algo. Pasó su mano por su cabello y me señaló con su boca entre abierta. Arqueé una ceja y el chico habló.
-Espera... ¿Kirch?
Asentí y entonces temí aquel momento. ¿Estaba a punto de decir que si yo era la novia o ex novia de Kimmich? Este chico, ¿qué sabía exactamente?
-La modelo de Lurelly. -Afirmó ahora con una sonrisa de lado-
Suspiré aliviada y asentí con la cabeza de lo más orgullosa. Mats, en mi espalda, pasó su brazo por mi cadera para situarse a mi lado. Marco Reus lo miró y yo me giré para ver de dónde procedía aquella risa. Robert.
-¿Nos vamos? -Preguntó el polaco-
Mats y Marco se miraron entre ellos.
-Ah, ¿que tú también...? -Exclamaron ambos casi al mismo tiempo-
Ahora, los dos chicos miraron atrás. Robert reía y se encogía de hombros para más tarde mirarme a mí.
-Pues... vayámonos, ¿no? -Dijo Marco sonriente-
Estaba a punto de llevar mis manos a la cabeza y reaccionar libremente a aquella situación. Mats no sabía que su amigo Marco vendría, y mucho menos que este vendría a la fiesta. Y, al parecer Marco tampoco estaba al tanto de que Mats y su nueva novia los acompañarían. El caso de Robert era parecido, pues el polaco desconocía que Mats llevara acompañante, y que se tratara de mi.
¿Y bien? ¿Estaba Josh al tanto de todo eso? ¿Sobraba yo aquella noche? ¿Por qué nadie me había informado de todo aquello? Gracias, Anna.
Montamos en el coche de Mats y pude escuchar los susurros que Robert y Marco intercambiaban. El polaco le informaba al rubio por qué su confusión a la hora de decir mi nombre le había causado tanta gracia y el chico le respondía, avergonzado, que más tarde me pediría perdón. Mats subió el volumen de la música y mi móvil recibió un mensaje de Josh.
"Por donde vais pequeña??"
Respondí rápidamente al mensaje con un "llegando" que no se ajustaba exactamente a la realidad. Dudé varios segundos sobre si contarle a Josh sobre nuestro nuevo acompañante, y me decidí rápidamente pensando que él sí lo haría.
"Tenemos visita"
Esperaba paciente un "qué?" o un "quién? de parte de Josh que no llegó.
"Marco Reus, le conoces?"
Leí aquello de lo más indignada. ¿Alguien podía explicarme por qué nadie me contaba nada?
"Me sonaba haberlo visto antes"
Robert y Marco reían en la parte trasera del coche mientras que Mats conducía, distraído por las risas y yo hablaba con Josh.
"La imagen del salto, seguro que te acuerdas"
Automáticamente me acordé de aquello. El partido que vi en directo en el que Josh y un jugador del Borussia Dortmund disputaron un balón aéreo y un fotógrafo cercano al terreno de juego captó una curiosa imagen que Josh y yo estuvimos analizando días después.
"Es verdad!! No sabía que os llevábais bien.."
Después de que Josh dejara de estar en línea, bloqueé el móvil y atendí a la razón por la que los chicos reían sin parar. Al parecer, Marco les estaba contando a Mats y Robert lo que ocurrió la última vez que salió por Múnich y pisó, junto con un tal Mario, ahora compañero de equipo, el club al que nos dirigíamos. No me hacía faltar escuchar más que las palabras "confusión" "copas" y "dos de la mañana" para saber que ese chico era un auténtico loco y que no nos lo íbamos a pasar nada mal esa noche.
En poco tiempo, los chicos y yo entramos al club en busca de Josh. Desde que habíamos salido de coche, no había parado de reír por culpa de Marco. Ese chico no hacía más que gritar, reír y quejarse de absolutamente todo, algo que me hacía reír sin parar.
Agarrada de la mano de Mats y esquivando a la cantidad de fans que se acercaban a nosotros, conseguimos subir a la tercera planta de aquel enorme club. Según Robert, se había filtrado, por culpa de Marco, que íbamos a salir esa noche. Aquello fue suficiente para que se desatara una nueva guerra de insultos y risas entee Marco y Robert.
Una vez nos juntamos todos en aquel apartado VIP que pertenecía a Josh, los amigos en común de los chicos llegaron y pronto la fiesta comenzó.
Pronto, me sentí de lo más cómoda en aquel lugar aompañada de amigos y junto a Mats, pues pocas veces conseguíamos juntar un grupo de aquel tamaño.
Pocos minutos después de que los chicos abrieran la segunda botella, Marco se sentó junto a mí, en uno de los cómodos sillones que aquel club poseía y se dispuso a darme conversación mientras bebíamos de nuestras copas a rebosar. Sus disculpas, entre risas cómo no, no se hicieron esperar.