Capítulo 74 -Estamos interesados

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Esperaba a Mats a las afueras del Estadio Santiago Bernabéu, ¿nuestra nueva casa? No me importaría en absoluto pertenecer a ese equipo, a esa afición... Pero no había que adelantar acontecimientos, pues la decisión era de Mats, suya y solo suya.

Localicé varios fotógrafos y cámaras merodeando por al rededor del enorme estadio y no dudé en avisar a Mats de aquello. Como respuesta, me dijo que saldría por una segunda puerta y que saldrían un par de directivos para despistar. Tras un último mensaje, me reuní con él.

Con gafas de sol y gorra, agarró mi mano sin decir nada. ¿En serio nadie se había dado cuenta de que, con gorro y gafas, pero era Mats Hummels? Una vez nos alejamos varios metros, me habló.

-Están interesados. -Exclamó, con una sonrisa-

-¿¡En serio!? -Grité-

El moreno asintió con la cabeza. Cuando estaba a punto de hablar sobre aquello, recibió una llamada a su móvil que contestó de inmediato.

Escuché la conversación atentamente y con dificultades, pues en ocasiones Mats se esforzaba por hablar un español bastante pobre. Colgó la llamada, se quitó su gorra para peinarse y se la volvió a poner, con una sonrisa.

-Estan muy interesados. -Rectificó, tras aquella llamada-

Besé su mejilla y el moreno lo volvió a repetir.

-Me han ofrecido ser titular en todas las competiciones, ¿y sabes lo mejor? No hay malos rollos en el banquillo, no tendré que enfrentarme a ex compañeros ni ex equipos.

Asentía mientras lo escuchaba atentamente y paseábamos por las calles de Madrid.

-Kate, no tendré que recibir insultos por parte de jugadores de mi ex equipo ni aficionados, ¿sabes lo importante que es eso para mí? Más que marcar goles o ganar cientos de títulos. -Explicó, con cierto brillo en sus ojos- Los jugadores se llevan bien con el entrenador, ¿qué más puedo pedir?

Sonreí y lo abracé.

-¿Me apoyarás con esto si finalmente sale? -Preguntó-

-Te voy a apoyar en todo lo que hagas, voy a estar contigo siempre.

Mats asintió y me dio un corto beso.

-Tenemos que esoerar dos meses a que acabe la temporada, pero parece ser que las cosas están bastantes claras. El Real Madrid perderá a un defensor muy importante y... me necesitan. Pese a que tienen varios refuerzos interesantes, me necesitan.  Y yo necesito que tú estés conmigo en esto.

Repetió aquello último una tercera vez y se lo volví a decir.

-Voy a estar aquí siempre.

-¿Y vas a quitar esa cara de... tristeza?

Tragué saliva.

-Es que... lo tengo que asimilar. Mi ciudad, nuestra casa... Anna, Josh...

Mats asintió.

-Tienes razón, no tienes por qué venir conmigo. Estoy equivocado.

Arqueé una ceja y negué.

-Quiero estar contigo. -Dije entre risas- Son cosas que voy a echar de menos, pero puedo vivir sin ellas... creo. Sin ti, no.

Pasó sus manos por su cara y asintió. Nervioso, se quitó y puso su gorra azul de nuevo. Agarré su mano con fuerza y sonreí.

-No te preocupes.

-Lo estoy bastante. El club se enfadará conmigo.

-Es el Real Madrid. -Dije entre risas- Que le jodan a los demás.

Soltó una carcajada y besó mi mejilla con dulzura.

-No quiero pasar más tiempo viviendo lo que he vivido. Derrotas, peleas, broncas partido tras partido independientemente del resultado...

Fruncí el ceño y me pregunté por qué no había pensado en eso, en lo que Mats, recién llegado, tenía que soportar. ¡Si solo llevaba unos meses!

-El Borussia Dortmund pitándome cada partido, Maeco enfadándose a cada falta, la directiva... -Bufó sonoramente- No quiero.

-Aquí también tendrán sus problemas. -Añadí yo a la conversación-

Mats asintió, comprensivo pero rotundo.

-Nunca viene mal un cambio de aires, ¿no crees?

Asentí con la cabeza y me apoyé sobre él. De nuevo, su móvil volvió a sonar. Esta vez, tras descolgar y decir unas palabras, me lo puso en mi oreja.

-¿Sí? -Pregunté- ¿Cristiano? -Pensé y rei-

-¿Kate Kirch? Te llamo desde la agencia de moda en la que te interesaste hace unos días...

Moví mi mano nerviosa y Mats sonrió. No me podía creer lo que estaba escuchando.

-Estamos interesados en ti, Mats Hummels nos ha comentado sobre vuestro posible traspado a Madrid y queríamos saber si querrías trabajar con nosotros.

Cual niña, comencé a dar saltos. Mats abrió sus ojos, sorprendido por mi actitud y rió.

-Sí, claro, yo también estoy interesada en trabajar con vosotros. Pero, mi estancia en Madrid no está asegurada y...

-Podemos esperar el tiempo que necesites. -Dijo aquella amable mujer-

-Solo necesito unos meses.

-Los tienes. -Contestó- Tienes esos meses para pensar o hacer lo que quieras.

Asentí y nos despedimos quedando en llamar más tarde. Al colgar, abracé a Mats por la espalda con todas mis fuerzas.

-¡Te quiero, te quiero! -Grité- Es mi sueño hecho realidad, ¡vas a hacer realidad mi sueño!

El moreno asintió con una bonita sonrisa. Miró la hora y agarró mi mano.

-Va siendo hora de que nos preparemos para estar noche.

Lo miré extrañada y pronto pregunté.

-¿Qué pasa esta noche?

Volvió a mirar su reloj de muñeca.

-Lo verás en unas horas. -Contestó- No seas impaciente... -Dijo, al ver mi reacción-

Genial. Mats, entre algunos secretos que me escondía de su trato con el Real Madrid, ahora también me escondía sus planes de esa noche, aquella mágica noche que estaba a punto de comenzar y de lo que no tenía ni la más mínima idea, pues mi cabeza en ese momento, no podía dejar de pensar en Mats, el Real Madrid y la agencia más importante de moda a la que estaba a punto de acceder.

¿Lurelly, Joshua, Anna...? Ya habría tiempo para ello. Ese momento, ese día, ese fin de semana era de Mats y mío. Muy nuestro.

Lo que necesitas (Mats Hummels)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora