Cuarentaiuno

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PDV'S HAYDEN.

Mi madre me ha castigado por no llegar a dormir en año nuevo, solo puedo ir a trabajar y a la escuela.

A mi padre le parece divertido, dice que soy mayor para estar castigado, pero es casa de mis padres y cualquiera puede poner reglas y castigos, por lo que no me queda de otra que quedarme en casa.

El sábado por la tarde mis padres y Stephy se preparan para salir con la tía Peggy, yo en cambio reviso mi auto.

Me pongo mis audífonos y me concentro en mi auto, dejo la puerta del garaje abierta y hato al perro en el jardín.

Mi celular comienza a vibrar en los bolsillos de mis pantalones, al ver el contacto me desconcierto un poco al ver que el número es desconocido.

-¿Hola?.-digo cuando contesto.

-Hola.-dice una voz dulce de chica al otro lado.-creo que ya no te acuerdas de mí.

-Supongo, ¿quien es?.

-Willa.

Oh maldición.

-Claro que me acuerdo de ti, digo eras mi mejor amiga.

-Y una amante.-rie al otro lado de la línea.

Oh, cierto, lo era.

-Tambien, ¿a que me debo el placer de tu llamada?.

-Estoy por ahí y se me ocurrió llamar, hace dos años que no hablamos, dime, ¿que tal Kristen Hamilton?.

-Terminamos hace dos años.

-Justo cuando me fui, supongo que te hacía falta una amiga, pero supongo que lo que te enseñe te fue útil en ese tiempo.

-¿Y que es eso que me enseñaste?.

-Bueno, hay unas ancianas aquí, por lo que estara en tu imaginación.

Ahora que lo pienso, Willa solo me enseñó a follar, lo demas ya lo sabía.

-Oh.-digo.-si, sirvió de algo eso, pero no por mucho.

-¿Como?.

-No duro por mucho tiempo, me aburrí.

-Es porque no sabes disfrutar, o tal vez por algo más, ¿hay algo más?.

Phoebe.

Cuando Kristen termino conmigo salí a tantos bares, me embriagaba y terminaba en la cama con cualquier chica, incluso en los primeros meses que conocí a Phoebe, pero después cambio, me sentía mal al estar con una chica pensando constantemente en ella, así que deje de hacerlo, hasta ahora, aunque solo ha sido la rubia de año nuevo.

-No, nada, tal vez vuelva a intentarlo.

Salgo al patio y desató al perro, el solo mueve la cola y lo meto a la casa, cierro el garaje y le quito la correa al perro.

-Enotonces, ¿no te molestará que te visite?.

Sonrió, no por la propuesta sino por Willa, siempre me gustó su manera de decir las cosas.

-No, no me molestaría.

Creo que es lo malo con los chicos, incluso conmigo, el sexo.

-Oh que bien, creí que me tendría que ir antes de tocar el timbre.-el timbre de mi casa suena y voy a la puerta.-no abras, espera un poco.

Hago caso a las instrucciones de Willa y al poco tiempo la llamada se corta y el timbre vuelve a sonar. Está vez abro y veo a la más atractiva castaña que he conocido con un mini vestido y Converse.

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