Cuarentaitres

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El domingo por la tarde Willa se va. Me resulta extraño que esté tan calmada.

Al día siguiente llegó a la escuela y una chica me aborda, está un tanto agitada pero sonríe.

-Hola, me llamo Susy, soy parte del comité de la escuela y como eres de tercer año te gradúas este año, por lo que necesito fotos para el anuario y todas esas cosas, ¿me podrías decir tu nombre y talleres a los cuales perteneces?.

-Hayden O'Niell y en taller es herrería y artes.

-Perfecto.-dice la chica un poco nerviosa, en parte me siento halagado, se que la pongo nerviosa.-entonces... Hayden...-su vista se concentra en el cuaderno en sus manos.-La foto del taller de herrería será hoy a la hora del almuerzo, es algo rápido, la del taller de arte el jueves y la individual será hoy a la salida, espero que no faltes.

Las mejillas de la chica Susy se sonrojan y después me sonríe como si tratará de coquetear.

-Si, estaré ahí.

Ella solo asiente y me alejo de ella, ahora no quiero a otra chica.

Memorizo los días de las fotos y entro a clase.

Cuando Phoebe entra me sonríe y mis nervios crecen, se deja caer a mi lado y vuelve a sonreír, pero está vez acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja.

-¿Tengo algo en la cara?.-Pregunta pasando sus dedos por su frente y mejillas.

-No.

-Enotonces, ¿por que me ves tanto?.

Porque eres hermosa.

-No lo se.

-Ah está bien.

El silencio se hace y ella saca su cuaderno y escribe en el. Su caligrafía es delicada y precisa, no como la mía que es un asco total.

Un profesor entra y se ve un tanto fastidiado.

-Hoy el Señor Dean no ha asistido por cuestiones personales, tienen la hora libre.

El profesor salió sin más y al igual que los que ocupaban el aula, a excepción de Phoebe y mi, nos quedamos en nuestros lugares a esperar que todos salieran.

-Vamos a la cancha de fútbol.-dijo poniéndose de pie.

No me había percatado del vestido de Phoebe, le quedaba perfecto, y ella se veía aún más perfecta en el.

Asentí y me puse de pie, caminamos en silencio hasta que llegamos a la cancha, Phoebe se sentó en las gradas y yo me quedé de pie.

-¿Me podrías contar sobre alguien?.-Pregunto con una sonrisa, pero era una de pena.

-Eso depende, ¿quien es?.

-Willa.

¿Como sabe de Willa?.

Solo la he mencionado una vez, no creo que alguien le haya dicho más que yo o del fin de semana que pase con ella en mi cama.

-¿Quien te contó sobre ella?.-Digo calmado, aunque no lo estoy.

-Tu, me dijiste que era la chica que te quito la virginidad.

-Si, pero, ¿por que quieres saber de ella?.

-Curiosidad.- se encoje de hombros.-es solo que, las chicas que están a tu al rededor son preciosas y unas perras.

-Tu no.-digo sin pensarlo antes.-ni Vic o Lisa.

-Eso lo sé, pero quiero saber de ella, ¿como se conocieron, como terminaste en su cama?.

-Ya te lo dije, en una fiesta.

-Pero hay más, lo sé.

Los ojos de Phoebe me ven atenta y suplicantes. Willa es importante para mí, como Phoebe, pero no estoy seguro que debe contarle de ella, Willa es mi mejor amiga, pero, también tiene mucha participación en mi vida sexual.

-¿Que quieres saber?.

Me rindo, si quiero que Phoebe sepa que la amo tengo que hablar con la verdad, es lo único que puedo hacer por ahora.

-¿Como la conociste?.

-En los pasillos de la escuela, pero le hable en una fiesta.

-¿Te gustaba?.

Las mejillas de Phoebe se tornan cada vez más rojas.

-Si, es muy atractiva.

-¿Es importante para ti?.

-Si, es mi mejor amiga y no ha actuado como Christal.

-Tal vez porque no me conoce.

Oh Phoebe, no tienes ni idea.

-Tal vez, ¿algo más?

-¿Sentiste algo por ella?.

-No, nunca sentí nada por ella, que no fuera una amistad o una atracción física.

-¿Por que no?.

-Por Kristen.

Los labios de Phoebe se abren un poco y sus ojos ven el césped, ¿que trata de concluir?.

-Kristen dijo que era la única castaña que te ha gustado.-dice ella en un susurro.-¿es cierto?.

Frunzo el ceño, nunca lo había pensado. Willa es castaña y Phoebe castaña rojiza, pero Ally y Kristen rubias, como el resto de las chicas con las que he tenido algo que ver. Así que, Willa es la única castaña que me atrae o bueno llegó a atraer, (sin conciderar este fin de semana), y Phoebe la única castaña rojiza.

-Si, nunca me había dado cuenta de ello.-le sonrió.-me gustan más las rubias.

-Ally y Kristen son rubias.-señala.-tal vez por eso Ally te gustó desde un inicio.

-Tal vez, pero no todas las rubias son lindas.

-No todas las castañas son lindas.

-¿Que me dices de las pelirrojas?.

Me acerco a Phoebe hasta quedar a centímetros de ella, se remueve en su lugar y aclara la garganta.

-Son preciosas.

-¿Y que me dices de las castañas rojizas?.-tomo un mechón de su castaño rojizo cabello entre mis dedos, es suave.-¿ellas como son?.

-No...lo sé.-responde nerviosa.

-Tu eres la única castaña rojiza que conozco.-digo viéndola a los ojos y acomodando su cabello detrás de su oreja.-y eres preciosa.

Los ojos de Phoebe ven los míos atentamente, mi mano ahora está en su mejilla y acaricia su pómulo, su piel es suave, la respiración de Phoebe se agita y la mía igual. Me acerco aún más a ella con la intención de besarla, debo besarla, las mejillas se Phoebe se tornan cada vez más rojas y siento el calor en la mano que está sobre una de ellas, mi cuerpo también está caluroso.

Mis labios se entre abren y los de ella igual, como si esperara el beso, un solo movimiento y nuestros labios estarán juntos, solo uno y podré estar en paz unos momentos haciendo lo que realmente quiero, besar a Phoebe.

La campana suena anunciando la siguiente hora, me separo rápidamente de Phoebe y al verla está totalmente roja.

Maldición.

-Vamos.-Digo ayudándola a bajar de las gradas.

Caminamos en silencio al edificio, al entrar vemos a Ron y Lisa besándose, ¿es en serio?.

Volteo a ver a Phoebe y alza las cejas.

-Tengo que ir a clase.-dice sin más y se aleja de mi.

La veo irse y después yo voy a mi clase.

¿Como se sentirá besar de verdad a Phoebe?.

Me pregunto una y otra vez durante el día, no debería pensar en eso. Estuve a solo un movimiento de besar a Phoebe, de no ser por la campana todo sería raro, pero habría sido algo muy bueno besarla.

Aún recuerdo el sueño que tuve cuando me quedé con ella la noche de año nuevo, soñé que me besaba, que era ella la que se acercaba a mi y me besaba porque así lo quería. Pero solo fue eso, un sueño.

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