Treinta

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PVO'S HAYDEN.

Hoy es el baile de invierno, por lo tanto salgo antes de mi trabajo.

Al llegar a casa voy directo a mi habitacion para ducharme.

Cuando el agua cae me relajo, por una extraña razon me siento nervioso de llevar a Ally al baile, supongo que es porque quuiero que todo salga bien.

Al salir veo a una chica rubia con una bola de pelos blanca en los brazos.

Kristen.

Ella me sonrie, como si no hubiera pasado nada.

-Hola Hayden.-es la primera en hablar.-¿como has estado?.

-¿Que haces aqui?.

-Vine a saludar, ¿eso esta mal?.

-Si, lo esta, ¿que es lo que quieres?.

-Queria volver a verte, saber como estabas.

-He estado bien.-contesto de mala gana.-ahora vete.

-No me ire, quiero estar contigo.

-Yo no.

-Siempre quisiste estar conmigo, ¿por que ahora no?.

-Porque no siento nada por ti.

-Mientes, no es tan facil olvidar y no lo digo solo por mi, lo digo de manera general.

-No, no fue facil.-camino a mi armario y me pongo unos boxers, al fin y acabo, Kristen ya me ha visto desnudo bastantes veces.-pero ya te olvide.

-Eso suena muy orgulloso.

Cuando la volteo a ver se recuesta en mi cama, toma una almohada y la huele, al hacerlo frunce el ceño.

-¿Has traido chicas a casa?.

-Eso no te incumbe.-me comienzo a vestir.

-Claro que si, dime, ¿como se llamaba?.

-No te interesa.

-Lindo nombre para una zorra.-ella sonrie y hace a un lado la almohada.-dejame adivinar, ¿Phoebe Dearbon?.

-No, Ally Poller.

-No la conosco, ¿es de primer año?.

-No es de la escuela.

-Vaya, ella te hizo olvidarme, la odio.

-Yo la adoro.

-Ya lo creo, pero dime, ¿no me extrañabas?.

-No.-miento.-no te extrañe.

-Snow si, al parecer tienes un perro ahora.

-Es de Stephy.

-Pero aun asi no deja que Snow entre, al igual que esa chica no deja que yo entre.

-Kristen, solo dejame en paz.

-Me gusta como suena mi nombre en tus labios.-ella se levanta y se acerca a mi.-siempre me gustaste.

Una de sus manos toma la mia y las ve, pero retiro mi mano, ella me voltea a ver sonriendo.

-Me gustan tus labios.-dice acercando sus labios a los mios, pero me alejo.-te sigo amando.

Niego con la cabeza, realmente me ha hecho sufrir, no puede amarme.

-No, nunca me amaste, si lo hubieras hecho, no me habrias engañado con un idiota.

-Cometi un error, pero te aseguro que no he dejado de amarte.

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