21. Nunca estuvieron en el juego. ✔

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Has pasado media vida buscando tu otra mitad, para pasar otra media más, intentándolo olvidar.

***

—Perdón —fue como un susurró tan delicado—. Demonios, lo siento tanto, Dess.

Abrí mis ojos sintiéndolos pesados, mis párpados se cerraron automáticamente cuando traté de enfocar a la voz que hablaba; entonces vi unas iris azul zafiro mirándome con preocupación. Una preocupación que no sé si es fingida. Me aparte de él sintiendo un dolor inquietante cuando la culpa atravesó sus ojos.

Las ojeras solo me confirmaron que si había estado preocupado pero no sabría decir por qué exactamente. Mis ojos se cristalizaron y quise echarme a llorar en su hombro como lo hacía cuando algo no me gusta o me sentía atemorizada, sin embargo, no sucedió.

—Te odio tanto, Dan —mentí. Estaba herida. La gente herida dice cosas destructivas.

—Dess...

— ¡No me digas así! —vociferé.

Mire mis muñecas, las cuales había sanado de alguna forma inexplicable, mi estómago la herida estaba cicatrizando. Me volví hacía él.

—¿Qué fue lo que hiciste? —cuestioné, clavando mis ojos en los suyos. Una guerra entre el color almendra y azul comenzó—. ¿Qué fue lo que sucedió?

Sorbí por la nariz y golpeé su pecho con una fuerza que pareció más una caricia repitiendo que él me había traicionado.

—¿Todo es tiempo estabas de su lado? —Mordí mi labio y traté de regular mi respiración—, fuiste tú todo este tiempo. Confié en ti, Dan, tanto que fui en contra de Rayder.

Sus brazos me rodearon y no me aleje. No grite ni lloré como deseaba hacerlo. Me quede ahí, sintiendo mi respiración flaquear y mi ansia de salir de aquí con o sin él.

—Jamás te traicionaría.

Me aleje de él, y de toda la paz que mi organismo había reunido. Lo encaré.  

—¡Fue lo que hiciste!

Mis sienes dolían, apreté mis puños y golpeé su pecho varias veces sin dejar de repetir que «fue lo que hiciste». Trato de acercarse a mí pero lo aleje.

-No te traicione, estoy con Elizabeth por el simple hecho de querer salvarte. -Murmuró mirándome mientras me tomaba de la cintura acercándome más a él.

—Mientes —dije amargamente. Mi voz surgió como un alarido—. Te vi a los ojos, Dan. Vi esa determinación cuando estas decidido. Yo lo vi. Vi como besabas a Elizabeth. No trates de mentirme.

—Lo hice por ti.

—No lo sé —añadí torpemente—. Ya no sé cómo confiar en ti.

Respiró pesadamente.

—Después de todo lo que hemos pasado —dice él con voz suave—. ¿Crees que podría traicionarte verdaderamente? —dibujo una leve sonrisa. Sus ojos azules brillaban con una intensidad que envidié—. Te he amado desde que tengo memoria. He ido en contra de todo por ti. Siempre eres tú, sobre todo siempre estás tú.

Cuando caí en cuenta de lo que decía, me ruboricé.

—Yo...

-Te lo confesé pero no con la intención de que me correspondas de la misma forma-su sonrisa seguía ahí entre sus labios pero no llegaba a sus ojos. -Puedo estar completo viéndote a ti ser feliz con alguien más, Destiny.

El chico de los ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora