Capítulo 28. 🔥

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Nate

Una guerra, eso es todo esto. Vera se ha propuesto encontrar a Nell a como dé lugar y lo va a conseguir si es que sigue así.

Nell ha estado muy animada más que días atrás y eso me alegra mucho. Me gusta verla feliz y... creo que gran parte de eso se lo debo a que Seth no ha estado aquí. Se la pasa trabajando para Jared y también evita que no lo maten.

Cuando Seth llega a casa, solo es para ducharse o prepararle algo de comer a Nell. Se la pasa en el Sky Room o algún otro lugar de moda. Eli se ha convertido en su vía de escape. Con exactitud, no sé cuál es la relación de ellos dos. Algo enfermiza, diría yo. Ella le soporta todo con tal de tenerlo a su lado, y él, bueno, él cree que estando en sus brazos logrará sacarse de la cabeza a Nell. Está idiota si cree que Nell es fácil de olvidar o reemplazar.

A mí en lo personal no me molesta que él no esté aquí, al contrario, me agrada la idea de pasar la mayor parte de mi tiempo al lado de Nell.

Seth

No me gusta dejar a Nelly con Nate, pero prefiero eso a que, de nuevo, intente acabar con su vida. Prefiero mil veces que mi hermano la cuide, a que ella esté sola en ese maldito sótano.

—Seth, ¿estás bien?

Eli pone sus manos en mis hombros. Mi brazo izquierdo está apoyado en el marco de la ventana, desde aquí tengo una bonita postal de Nueva York; todo está vivo a estas horas, todo se mueve... todo va a su ritmo.

—Solo necesito estar solo.

—Es por ella, ¿verdad?

Sé a quién se refiere.

—A ella, como tú le dices, no la metas en esto. No hables de ella. Tú no.

—Es increíble lo que esa mujer te ha hecho. Ella ya no está, Seth, se ha ido. Quizá hasta esté muerta.

—¡Cállate, Elizabeth! —Con violencia, me suelto de afiance y me doy la vuelta para expulsar todo el humor en su cara—. Nelly no está muerta, ¡no lo está! Mejor lárgate antes de que... —Aprieto los puños y suspiro antes de perder el control—. Lárgate. Por favor.

—Aún no entiendo cómo sigues aferrado a su recuerdo.

Se da la vuelta y se empieza a vestir.

—Ni yo.

Le doy una calada al cigarrillo y, de nuevo, apoyo el brazo en la ventana.

Me he quedado con los recuerdos de la Nelly y yo de hace meses. Me atormentan y me vuelven loco. Aparecen en el momento menos indicado y me dejan, siempre con un sabor amargo.

Agarro el bote con las pastillas y miro la etiqueta Antidepresivos. Lo dejo a un lado y descarto la idea de tomarlos de nuevo. No pienso hacerlo, no ahora.

Nelly

Seth sale del sótano y me deja sola como las últimas semanas. Es raro no verlo aquí. Sin embargo, es un alivio. Lo he notado un poco raro y creo se debe a la posibilidad de que alguien quiere matarlo, o eso fue lo que escuché cuando hablaba con Nate.

Él, al igual que yo, tenemos muchos enemigos, los cuales nos los hemos ganado gratis.

Seth entra otra vez y se recarga en el marco de la puerta.

—¿Todo bien? —indaga.

Se cruza de brazos.

—Sí, ¿por qué?, ¿pasa algo malo?

Camina hacia mí.

—Es que estás muy pensativa. —Se sienta en los pies del colchón—. Lo siento, Nell.

Maldito Infierno +18 (COMPLETO, SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora