Capítulo 36. 🔥

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Camila

—¿Aún no la encuentran? —pregunta Cas y yo niego con la cabeza—. Vaya.

Yo no sé si Seth se hace el dormido o es que aún no despierta, pero ya ha pasado un día desde que llegó y todavía no hay señales de él consciente. Sigue muy golpeado, las cicatrices de su cuerpo y cara apenas han desaparecido.

Su rostro tiene algunos rasguños y golpes.

—¿Y Vera cómo está?, ¿no está molesta porque estás aquí conmigo?

—Vera sigue muy mal, aún no puede aceptar lo que pasó; ya han pasado muchos meses y ella tiene la esperanza de que Nell aparezca.

Apoyo mi brazo en el respaldo del sillón.

—Pero no saben nada. —Niego —. ¿Nada de nada?

—Nada, es como si la tierra se la hubiera tragado —suspiro.

—Dios. —Observa el techo—. No me quiero imaginar cómo está, debe ser horrible perder un hijo y más de esa manera.

—Está mal, devastada, casi no sale de su habitación, no come, ni hace el intento de levantarse y ha llegado a un punto donde no le importa morir.

—En cuanto Gale o Nate lleguen, vamos para que la veas y estés un rato con ella ¿vale?

Sonríe.

—Gracias.

Le devuelvo la sonrisa y me acerco para darle un beso.

Seth

Escucho dos voces, una es de Cas y la otra, la otra, es de... ¿Cami? Intento abrir los ojos, pero los párpados me pesan, como si no pudiera abrirlos, aunque yo lo quiera.

Parpadeo un par de veces antes de poder abrir los ojos, mi vista es borrosa, mas lo poco que alcanzo a distinguir es a Cami y Cas riéndose. Poco a poco mi visión mejora. Mi boca está seca, es como si no hubiese tomado agua en varios días.

—Ca-Cas.

Él no me escucha. Siento en mi boca algo que me impide hablar, me miro y tengo una mascarilla. Intento retirarla, pero estoy muy débil. Cas me observa y palidece.

—¡Seth! Cami, llama al doctor, por favor.

—S-sí —dice nerviosa y sale de la habitación.

—Seth. —Cas se acerca más. Me ayuda a quitarme la mascarilla.

—¿Dónde está Nate?

Miro la puerta.

—Ya no tarda en llegar, pero no te quites eso.

Me intenta de poner la mascarilla, pero niego.

—No.

—¿Recuerdas que pasó?

Se sienta a mi lado.

—Sí. —Mi voz es débil—. Me sacaron del carril, el auto dio algunas vueltas y después todo se volvió oscuro.

—Los policías dicen que habías tomado y había algunas botellas de alcohol en el auto.

Sonrío y Cas me mira mal.

—Ya sabes cómo soy. Necesito ver a Nate.

—Ya te dije que no tarda.

Me muevo en mi lugar e intento sentarme, Cas me observa atento. Mientras tanto, me quejo del ardor que recorre mi cuerpo y se extiende por cada hueso. Todo me duele como si me hubiera pasado un camión por encima, pero muchas veces.

Maldito Infierno +18 (COMPLETO, SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora