Seth
Nate me ha traído de comer. Me ha preguntado como cinco veces los últimos minutos, cómo estoy, a lo que le he respondido que estoy bien, pero él quiere asegurarse que no me falte nada.
—Necesito que estés allá con ella y no aquí, viendo si ya he comido o no.
—Solo quiero que estés bien.
Agarro el celular que ya cargó.
—Gracias por el nuevo celular.
Ya que Nate quería ver que estaba bien, le he pedido que fuera por un celular, porque el mío quedó hecho mierda en el accidente. He recuperado mi número y los datos que tenía en él, y también las fotos que tenía de Nelly.
—Vete —le digo sin ánimos. No quiero que esté con ella, pero tampoco quiero que ella esté sola—. Admito que no quiero que estés con ella, pero sé que la cuidarás y prefiero que estés allá. Así que vete ya.
—¿Seguro?
Apoya un brazo en el reposabrazos del sillón color negro.
—Sí —miento, claro que no estoy seguro. Demonios—. Estoy seguro, vete y cuídala. —Se incorpora—. No le digas cómo estoy, es seguro que ella me quiere muerto.
Sonrío sin ganas.
—Está bien. ¿Estarás bien?
—Claro que sí, Gale no tarda en llegar, vete ya.
No quiero que Nell esté tanto tiempo sola.
—Vale, mañana vengo.
Y antes de poder decirle que no venga, él ya ha salido de la habitación. Suspiro y trato de contenerme para no echarme a correr. Miro por la ventana y me doy cuenta que ya anocheció. Escucho que mi celular suena y lo agarro. Miro la pantalla y es papá.
—¿Y ese milagro?
Estoy molesto, se desaparece sin decir nada, ni dónde está, ni como está.
—Tú siempre estás molesto. Pareces un anciano —ríe y detrás de él se escuchan más risas.
Seguro debe estar con sus nuevos amigos.
—Bueno, ¿qué quieres que diga? Llevas ya bastante tiempo sin dar señales de vida.
Me quiero acomodar en mi lugar, pero el dolor sigue ahí, hace que me queje.
—¿Qué pasa?
—Nada.
—Ni una mierda, Seth —gruñe—. No soy idiota. ¿Dónde carajos estás y qué te ha pasado?
¿Cómo es que él lo sabe?
—¿Cómo sabes...?
Me interrumpe
—Mierda, Seth, soy tu padre. Carajo —resopla—. Te conozco como la palma de mi mano y aparte de saber que algo escondes en tu casa, sé que algo te ha pasado y me vas a decir en este momento qué.
—Tuve un accidente. Me chocaron.
—Me cago en la puta. Pero cuando sepa quién ha sido, te juro que el maldito que ha hecho esto se va a arrepentir de haber nacido.
Me despego el celular de la oreja mientras Jared maldice y amenaza a cada persona sobre la tierra. Suspiro.
—Vale, que ya has terminado. De esto me encargo yo, ha sido a mí a quien le han hecho esto, tú no te metas, Jared. Es mi puto problema y mi puta vida.
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Maldito Infierno +18 (COMPLETO, SIN EDITAR)
Roman d'amour"Enamorarse de ella fue su mayor pecado. Esa fue su condena al infierno" Primer libro de la Trilogía Inferno.