"La misma, pero sin miedos.
Mucho más diabla y menos santa, más dura y menos frágil."
NateVer a mi madre muerta ha sido la escena más cruda que he tenido que presenciar desde que tengo memoria. He visto cuerpos descuartizados de personas que han tenido la mala suerte de encontrarse con Jared, mas nada me había preparado para esto, para ver a la mujer que más amo ya sin vida. Nada me ha preparado para este entierro... para esta despedida que nunca he querido.
Jared no ha derramado ni una lágrima, no se ha dejado romper y no se va a dejar caer, pero la actitud que ha optado ante la vida, es la clara señal de que mi madre era la persona más valiosa que él ha tenido.
Fuma un cigarrillo mientras el padre recita las últimas palabras, al mismo tiempo que el ataúd baja con parsimonia. Seth por su parte mantiene la postura que siempre lo ha sacado del agujero, la de "no me importa nada, nada me hace daño". Aunque sus ojos yacen rojos y el olor a alcohol se adhiere a sus ropas, deja mucho que hablar.
Piensa que yendo a fiestas y beber hasta morir son la salida para esta realidad, su realidad, pero no es así. Debe enfrentar esto, debe aceptar que esta es su vida y que jamás podremos salir de aquí...
No con vida.
-Lo siento mucho, hermano.
Stephen se me acerca y pone una mano en mi hombro.
-Gracias. -Me limpio las lágrimas y suspiro.
Me agacho para agarrar una Begonia (la flor favorita de mamá) que aviento y cae sobre el ataúd que ya está siendo cubierto por tierra. Me incorporo y me giro para vislumbrar a papá. Conserva el cigarro entre sus labios. Seth, en cambio, se mantiene en la misma postura; contempla el ataúd y atisbo que dice algo que no puedo entender.
-Sabes que estamos aquí para ti. Puedes contar con nosotros -exhala Joey a mi otro costado.
-Gracias a los dos.
Jared examina a mis amigos, bota la colilla al pasto y la pisa hasta que esta se apaga.
El padre hace la señal de la cruz y los tres le seguimos al igual que la gente que está presente, menos Jared y Seth, quienes no la hacen.
Al terminar, la tumba ya queda oculta entre la tierra amarga. Me doy la vuelta con mis amigos a mi lado, sin nada más qué hacer.
En este momento solo puedo contar con ellos, porque sé que con mi hermano no podré y menos con mi papá; ellos están tan llenos de odio y dolor hacia la vida, que les es imposible ver las cosas de diferente manera.
Sé que Jared buscará a como dé lugar destruir a Vera y toda su gente. Mientras tanto, Seth lo apoyará en todo. Puede ser que ellos no se lleven bien. Sin embargo, en esto están juntos y no habrá Dios en el cielo que pueda detenerlos.
Han pasado unos días desde que mamá murió, y parece que todo ha dado un cambio drástico; la casa se ha hundido en la penumbra y el silencio se ha extendido desde el primer piso hasta el último e incluso en cada centímetro de la casa. Nadie habla del tema y es como si fuera prohibido hablar de ella. Papá no ha sacado su pena, solo se encierra en su despacho y bebe como si se fuera a acabar el mundo. Seth por su lado no ha salido de su casa y ha roto todo lo que se le ha puesto en frente.
Empujo la puerta de su hogar. Me encuentro con algunos vidrios hechos añicos frente a la puerta, paso a un lado y cierro con suavidad.
Avanzo hasta el comedor donde solo hay envolturas de comida, platos sucios y bolsas de restaurantes, todas vacías. Ingreso en la cocina, es lo mismo que en el comedor, parece que aquí viviera un vagabundo.
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Maldito Infierno +18 (COMPLETO, SIN EDITAR)
Romance"Enamorarse de ella fue su mayor pecado. Esa fue su condena al infierno" Primer libro de la Trilogía Inferno.