Capítulo 32. 🔥

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Nate

La miro dormir, sus largas y limpias pestañas rozan la piel debajo de sus ojos. Su respiración es calmada, apenas hace ruido cuando exhala y el aire sale de su nariz. Es hermosa. Es la mujer más hermosa que jamás haya visto. Sus dedos largos y delgados se entierran en la piel de mi cintura, parpadea un par de veces, frunce el ceño y vuelve a la calma. Siento su aliento caliente sobre la piel de mi torso, me hace cosquillas, pero me gusta. Me encanta sentir cómo duerme sobre mi brazo ya adormecido, me alegra cómo su cabello rubio cubre la almohada y cómo este huele a cerezas.

Me gusta sentir su cuerpo pegado al mío y tenerla en mis brazos, aunque sea por un momento, a escondidas, aquí, no importa dónde estamos, me encanta saber que por un momento ella es mía, solo mía y de nadie más.

Poco a poco me suelto de su agarre, me separo de ella, sin querer hacerlo. Con cuidado, dejo su brazo sobre el colchón. Nell se remueve en la cama y se da la vuelta, agarro las cobijas y cubro su delgado cuerpo para que no pase frío. Camino despacio, siento los pequeños granitos de tierra crujir debajo de mis pies. Abro la puerta y esta emite un ligero rechinido, salgo y vuelvo a cerrarla.

Salgo al jardín.

Intento despejar mi mente y pensar con claridad, quisiera saber qué hacer. En este momento mi cabeza es un caos, estoy molesto, molesto conmigo, molesto con Seth, pero más que nada conmigo, por no poder proteger a la mujer que amo.

Escucho que la reja se abre. Me detengo en seco cuando veo el auto de Seth, antes de que se detenga, camino hacia él, empuño las manos y bufo. Sale. Frunzo el entrecejo y solo estoy a centímetros de él.

Mis pasos son fuertes, mis pies se entierran en el césped.

—Hermanito —saluda.

Mi respiración es rápida, estoy a punto de perder el control, pues quiero golpearlo en la cara. A la familia no se le hace esto. Pero él le ha destruido la vida a la mujer que amo. Por inercia, mi puño se estrella en su cara. Seth da un paso atrás y choca con el auto. Coloca las manos sobre el frío cristal, me mira, pasa su palma sobre su piel afectada.

—¿Qué mierda te pasa?

Se separa del auto. Mi puño se estrella de nuevo en su cara. Retrocede unos pasos y me mira dubitativo.

—¡Te has aprovechado de ella! —grito. La sola palabra hace que me de asco—. La has violado.

Me paso las manos por el cabello y trato de alejar cada sucio pensamiento de mi cabeza.

—No sé de qué hablas.

Me doy la vuelta y frunzo el ceño. No puedo creer que él lo niegue. Nell nunca mentiría en algo así.

—La drogaste para tenerla y poder saciar tu apetito por ella.

—Eso es algo que a ti no te importa.

Pasa a mi lado, pero antes de que dé otro paso, lo agarro del brazo y hago que se detenga.

—Creí conocerte. No obstante, me doy cuenta que no eres ni la mitad de lo pensé que eras. No puedes hacerle eso, menos a ella.

—¡A ti no te importa! Ella es mi novia.

Infla el pecho y su expresión cambia al monstruo que realmente es.

—Eres de lo peor —espeto.

Seth se aleja un poco, mas lo hace para agarrar vuelo y devolverme un golpe, directo a la cara. No dudo en devolverlo.

—No, Seth, no seré como tú —escupo.

Quiero ser diferente a Seth, quiero ser lo que ella necesita.

Maldito Infierno +18 (COMPLETO, SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora