Nos detuvimos en un puesto de hamburguesas debido al hambre que teníamos. Por suerte el padre de Kayle nos había dado dinero y esperaba que no fueran de las limosnas.
Compramos cuatro cada uno para guardarlos de suministros.
-¿estas mochilas son mágicas?-pregunté
-si te refieres a esas mochilas que su espacio es ilimitado y no pesan casi nada, no, no tenemos de esas chucherías para niñitos de kínder-gruñó
-está bien, sólo preguntaba-suspiré
Cruzamos la pista en diagonal a la izquierda. Al parecer íbamos demasiado tranquilos.
Kayle giró hacia atrás cómo si se quedara viendo un aviso pegado en un poste de luz
-Hansel, has visto que hay un chico que nos lleva siguiendo desde que compramos las hamburguesas
Giré mi cuello para ver a quien se dirigía
-¡gira disimulado!-me reprendió
Volví a mirar hacia adelante.
-espera-
De su bolsillo sacó un teléfono, esperen, ¿tenía un teléfono?
-aparenta cómo si nos tomáramos una foto, sonríe-me susurró
Enseguida levantó el teléfono y tomó dos fotos.
Me lo acercó y me señaló a un chico de tez clara, ojos marrones de mirada juguetona, labios gruesos, nariz recta larga, alto y de contextura gruesa. Llevaba puesto un beanie gris, tejanos azules, una polera azul marino y botas militares.
-por aquí-lo jalé de la mano hacia un callejón
-espero lo hayamos perdido-
Al voltear tenía la mano en su nariz y estaba totalmente rojo.
-¿Qué te …
-¡nada!-gritó
-¿Qué tenemos aquí?-dijo un siseo
Al girar nos encontramos con el chico que sólo se veían sus manos y su rostro.
Enseguida se arrancó las prendas y me quedé sorprendido, Tenía el tronco y piernas emplumados, cola de mono y su cabellera hechas de monedas de oro.
-un Kléfur-tragó saliva Kayle-hijos de Mammon
Me di cuenta que al quitarse las manos tenía un hilo rojo cayendo desde su nariz
-te está sangran…
-no es tiempo de respuestas estúpidas-me dijo
Enseguida se convirtió en una gárgola y se lanzó a por el demonio y pasó algo extraño. El kléfur lo interceptó en el aire con sus brazos de humano, ¿cómo es posible que pueda atrapar a una gárgola?
-maldición-gruñó Kayle con su voz áspera
El kléfur lo lanzó hacia unos tachos de basura cómo si fueran pinos y Kayle la bola haciendo una media chuza.
-¡muévete Hansel!-vociferó Kayle
-faltabas tú-siseó el demonio
Miré la ropa desgarrada, si en verdad pude ahorcar a Kayle algo podía hacer, comencé a concentrarme.
La polera se deslizó cómo una serpiente hasta la pierna del demonio y atando sus dos piernas haciéndolo caer estruendosamente.
-¿Qué es esto?-dijo extrañado el kléfur
Ordené a los jeans reptar hasta su cuello comenzándolo a ahorcar.
Estaba fuera de mí, lleno de ira porque cada demonio me recordaba a las Episkbravit cómo mataron a mis “padres” sin piedad.
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Noche Roja: Colisión
General FictionHansel, un adolescente hijo de uno de los príncipes del infierno se convierte en el objetivo de la élite demoníaca ante los disturbios provocados por Belfegor, quien desea invadir el plano terrenal con sus legiones, pero que causó este cambio repent...