Capítulo 31

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Estaba desesperado por la situación en la que estábamos, no podía pensar con claridad viendo a Madison llorar. Kayle quién se quedó en shock por unos instantes reaccionó y se levantó de golpe, al instante volvió a ser una gárgola, juntando sus puños golpeó estrepitosamente la pared del fondo dejando entrar la luz del atardecer que atravesaba las partículas de polvo que bailaban en ella. Kayle nos tomó a Madison y a mí usando sus alas salimos volando de ahí, al voltear para ver al chico la puerta se había abierto y unos hombres de piel verdosa con escamas los tomaron del brazo llevándoselo. Desde arriba pudimos ver la gigantesca estructura, era un castillo enorme en medio del bosque, algo completamente raro ya que a sus alrededores había puentes y automóviles transitando preguntándome cómo no podían ver ese castillo.

Mientras nos íbamos alejando el castillo se volvía cada vez más borroso hasta desaparecer, bajamos hasta un pino para descansar, Kayle volvió a su forma humana.

-un hechizo de invisibilidad, ingenioso-dijo oliendo el aire-también inodoro-chasquea la lengua fastidiado-recuerden donde esta- toca su espalda y nota que no tenía su mochila, tampoco la tenía yo ni Madison.

-nos asaltaron-dije yo y al ver a Madison mantenía su rostro sombrío

-Hey! Hey!-Kayle chasqueo sus dedos frente a ella- debemos idear un plan, no tenemos tiempo para depresiones-se levanta aun manteniendo su mirada fría en ella, arranca una rama de un árbol bajo y se agacha para hacer dibujos en la tierra.

Madison sólo se limitó a asentir y limpiarse las lágrimas con su manga acercándose a los dibujos. Hice lo mismo viendo muchas líneas sin sentido.

-nosotros salimos de ahí-señala un cuadrado dentro de varios cuadrados- significa que abajo probablemente sean habitaciones de servicio y así con las demás torretas-señala cuatro estructuras idénticas en las esquinas- o simplemente habitaciones de vigilancia, pero en el centro deben estar las bóvedas y habitaciones reales-decía muy seguro de sí.

-entonces por qué no vamos? -dijo Madison tratando de involucrarse a la conversación

-eso sería...buena idea, no se esperarían un contra ataque en nuestras condiciones y seguro mandaron a buscarnos-Kayle se sentó pensativo

-sería estúpido y suicida-comenté-vamos?

Kayle asintió, y planeamos algo rápido porque no teníamos armas y tampoco teníamos tiempo de improvisar algunas según él.

El plan consistía en ir a las torretas, yo iría con Madison a una y Kayle a otra.

Kayle nos llevaba sobrevolando hasta que nos soltó, con la polera que llevaba Madison la hice agrandar y enrollarse, amortiguando nuestra caída. La volví a la normalidad y dimos pasos lentos hasta la puerta. Me percaté que la habitación era totalmente diferente a la que estábamos antes, esta tenía un telescopio y varias pizarras de madera con papeles en estas.

-entonces significa que Kayle....-una explosión interrumpió a Madison, luego otra y más, estas provenían del otro extremo.

-Mejor apresurémonos-dije tomando de la muñeca a Madison llevándomela hasta la puerta que abrimos juntos y nos vamos por el pasillo.

El lugar era muy estrecho en el sentido que el techo estaba muy cerca de nosotros, tuvimos que correr a gachas, llegamos a una puerta y esta se abrió dejando ver a unos hombres fornidos de piel verde, pero...su mitad inferior era de una serpiente, llevaban una alabarda cada uno, por los nervios les lancé la polera de Madison que esta se expandió golpeandolos contra las paredes, dejandolos inconscientes.

-wow...ese poder es muy útil-dijo viendo su polera muy extendida, pero hice un movimiento de mano y esta volvió como estaba antes.

Seguimos adelante hasta unas escaleras, nos miramos inseguros, pero no teníamos ni tiempo ni otra opción así que bajamos de planta en planta hasta llega al primer piso que estaba completamente oscuros, caminamos a ciegas guiándonos por nuestros mortales oídos y el tacto, al pasar por una puerta se escuchaban unos llantos, pegamos nuestras orejas a la superficie.

-por que?, yo me esfuerzo, yo en verdad me esfuerzo por ser lo mejor para él y –la voz se calló y le siguió un grito de tristeza- maldita familia...yo sólo quiero encajar-abrió la puerta y nosotros caímos junto con él. La habitación estaba iluminada por lo que nos cegó al estar en la oscuridad.

-que hacen ustedes acá? -dijo la voz furiosa, pero al adaptarnos vimos que era el chico de antes con sus ojeras muy notorias-saben...sólo váyanse-dijo volteando y vi una marca en su cuello

-no nos llevarás a los guardias? -dijo Madison y le di codazo

-no importa, mañana seré ejecutado-dice suspirando y sentándose en una cama muy grande

-¿Qué?-estaba sorprendido por lo que dijo, había escuchado bien?

-mi padre me mandó a ejecutar mañana por la mañana-

-por que no escapas? -Madison se sentó en el suelo como esperando a seguir con la conversación

-y a dónde iría?-posó sus ojos violetas sobre nosotros

-con nosotros- se levantó ella y le tendió la mano

-Madison? –la miré confundido

-por que debería aceptar?-levantó ambas cejas al ver su mano

-porque mañana vas a morir y es mejor ayudarnos a escapar, sería emocionante-le sonrió

Entró en un estado taciturno de 5 minutos y finalmente dijo algo
-está bien-asiente y se acerca a nosotros

-buscamos nuestras mochilas-agregué

-el almacén?-dijo sonriendo y camina hasta la salida-síganme

Lo seguimos perdidamente por la oscuridad hasta que nos encontramos con un círculo de cobre enorme, el chico acarició el círculo y este giro dejando ver las cosas dentro, habían muchas armas y oro.

-tomen lo que es suyo-nos dijo serio

Fui hasta nuestras mochilas dándole a Madison la suya y yo cargando la de Kayle. Al salir nos encontramos a muchos guardias y al hombre de antes.

-pensaba perdonarte la vida Aryan, pero con esta traición –el hombre soltó una carcajada ronca y ordenó a los guardias atacarnos.

Madison comenzó a toser y se tiró al suelo mirándome desesperada.

-tu inhalador-abrí la mochila buscando, pero no estaba, tomé la suya rebuscando entre todo, pero Madison cada vez se ponía más roja.

-¡¡Mátenlos!!-dijo el hombre vociferando

Pasó algo inesperado, Madison soltó una llamarada por su boca incinerando a tres filas completas de guardias, dejando sólo a 10 paralizados al ver a sus compañeros en cenizas.

Madison sólo me miró asustada y volvió a soplar saliendo unas llamas. Tenía aliento de fuego, la sorpresa fue para ambos, pero los guardias fueron eliminados en cinco exhaladas dejando al hombre sólo y sonriendo.

-creen que con ese espectáculo me sorprenden? -su cuerpo fue envuelto por humo y este se agrandaba cada vez más llegando a unos veinte metros de altura, se detuvo hasta que se escuchaba un siseo cavernoso.

Noche Roja: ColisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora