Capítulo 26

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-Nada en especial dijo Hailee- sino queríamos regalarte tus consuelos nocturnos

-Son totalmente gratuitos-Rió Taylor

-¿de que hablan estas chicas Hansel?-Kayle puso una cara de confusión

Las chicas dieron una tos falsa grupal y corrieron hasta Kayle empujandome.

-¿de que escuela vienes?-

-¿que deportes haces?-

-mira estos músculos-

-¿tienes novia?-

Me levanté y las empujé quedando en frente de él y mirándolo seria e impacientemente

-la chica se nos va a ir-

-pues búscala tú-rió y caminó hasta las chicas ayudándolas a levantarse.

No podía creer lo que estaba viendo, Kayle nunca las hubiera ayudado, se hubiera burlado o me hubiera defendido. Maldito hubiera. 

No me quedé a ver ni a escuchar las respuestas de esas víboras, fui persiguiendo a la chica pelirroja que caminaba y volteaba a verme aumentado la velocidad de su paso sacudiendo su pelirroja melena  hasta que se detuvo y me di cuenta que se había subido en un bus.

Maldición, la estaba perdiendo pero no lo permitiría.

Doblaba esquinas, cruzaba pistas donde el semáforo estaba en verde y la mochila me pesaba cada vez más sintiendo todas las armas relentizarme en cada paso que daba. Parecía que correría por la eternidad hasta que se detuvo y bajó la chica pelirroja mirando a todas partes, antes de me viera me escondí detrás de un áspero con la respiración agitada. Sentía mi corazón golpear mi pecho queriendo abandonarme. Volví a mirar si seguía ahí. Efectivamente, estaba caminando hasta una casa muy lujosa de cuatro pisos que abarcaba toda la esquina y yo no dude en seguirla. Crucé la pista con total imprudencia a pesar que esa pista no era transitada.

La chica escuchó mis pasos y corrió hasta la puerta dando golpes en ella desesperada hasta que abrió una señora de tercera edad muy sorprendida, antes de que cerrara la puerta puse mi pie.

-¿quién es usted?-me miró la señora disgustada

Antes de que hablara sentí otra presencia detrás mía, no me dio el tiempo para girar.

-somos los encargados del grupo de estudio y queríamos darle el cambio de horario a Madison-se adelantó Kayle con un tono amigable y seguro.

-díganmelo y luego le comunico-le sonrió a Kayle

-por supuesto, tiene hojas para anotar porque son listas de libros y obras teatrales-mantuvo su sonrisa-además de los nuevos horarios

La mujer fue perdiendo su sonrisa a una expresión de confusión

-será mejor que pasen-nos abrió la puerta-le digo que baje

Pasamos la gran puerta de madera negra a un pasillo de paredes blancas color hueso, piso de madera.

Nos llevó a lo que sería la sala llena de muebles negros al igual que la mesa teniendo en frente una pantalla de tela, del techo sobresalía un tubo con una caja de metal, al pasar enfrente de este observé que había un proyector dentro.

-siéntense-dijo la señora mientras salía de la habitación

-¿no pudiste esperar un poco más?-me susurró molesto Kayle

-¿de que hablas?-le respondí ofendido-tú eres el que se dejaba tocar por esas víboras

-yo estaba sacando información de la chica, les pregunte si la conocían y me comenzaron a contar-se detuvo al escuchar mi reclamo-no es mi culpa que no superes tus traumas del pasado-

Quería clavarle la espada pero me aguanté, debía respirar y tranquilizarme para salvar el mundo de un apocalipsis.

Lo que me dijo fue hiriente pero era verdad, no podía andar por ahí enojandome por problemas del pasado y ...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la chica que entró  con una libreta pero al vernos se le cayó, comenzó a retroceder  y se fue corriendo.

-serán a la malas-dijo Kayle aburrido y fue corriendo tras ella

Seguí a Kayle en la persecución. Pasamos de la sala a la cocina, luego a otro pasillo que llevaba a las escaleras. Esa casa era un maldito laberinto

Mientras subimos la quise detener desatando sus zapatillas y atándolas pero fue más rápida y se las quitó. En la segunda planta aparecieron los abuelos cubriendo a la chicas.

-me pueden explicar que está pasando aquí-dijo el señor muy furioso

-¡ella es un demonio!-exclamé ya harto de la situación

-¡Hansel!-me reprendió Kayle

-les pido que se retiren de mi casa-nos miró seria la señora-ahora mismo-

-perfecto-gruñó Kayle-entreguen a la chica por las buenas-habló desanimado-

-voy a llamar a la policía-amenazó el anciano

Me detuve para ver a la chica quién se estaba tomando la garganta y hacía gestos de estarse ahogando...se estaba ahogando.

-¿que le pasa?-interrumpí

Los mayores se voltearon y al verla se agacharon para acercarse a ella, a las afueras se escuchaban fuertes siseos. Kayle pasó de ellos y fue a la ventana que daba para la calle.

-esto debe ser una broma-se regresó con la misma velocidad-afuera hay una horda Episkbravits tan grande que parece una migración-

-nos olieron-murmuré

-traele su inhalador!-gritó la abuela desesperada

El señor bajó empujándome. Me acerqué a la chica, debía estar furioso porque gracias a ella tuve muchos problemas pero no podía, estaba en esa situación que tomé el pincel de Kayle para tratar de ayudarla.

-ayúdala Kayle-le supliqué

-dame eso-me quitó el pincel de la mano-yo no puedo curarla, sólo la voy a quemar-

-¿quienes son ustedes?-habló la señora-¿que hacen aquí?

-vinimos por ella, tenemos una misión de detener un apocalipsis-explicó Kayle sin ningún ánimo-pero como vamos tal vez ni lleguemos a salir de esta casa-

La chica comenzó a tomar bocanadas desesperada, tomando el brazo de la señora como apoyo.

Noche Roja: ColisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora