Capítulo 19

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Después del arduo combate contra Kelsey, me llevaron a otra arena y esta su piso estaba hecho de adoquines perfectamente encajados. Al igual que el anterior este era cuadrado. Cuando entré no había ningún cambio climático, estaba a temperatura fresca.

Al otro lado estaba una chica de tez morena , cabello ensortijado café, ojos de color naranjas de mirada decidida. Llevaba puesto una falda campana de color crema y zapatos de broche color caqui y de taco bajo.

Desde el otro lado estaba Pietro con mirada algo preocupada, aclaró su garganta.

-ella es Nikzia, experta en oraciones de protección contra ...-

-demonios, ya lo entendí-bufé

Me dolía todo el cuerpo, me dieron poco tiempo para recuperarme y el efecto de la hostia estaba pasando.

De su zapato sacó un rosario y comenzó con el mantra. El lugar comenzó a oscurecerse y del piso se abrió una grieta donde salió un chorro de sangre a presión. Si no me hubiera tirado al piso hubiera sido golpeado. Al caer el chorro comenzó a oler a podredumbre, me giré para ver y en el charco rojizo habían esqueletos de peces.

-¿Qué era eso?-la miré muy asustado

-agua del río Nilo castigado-dijo con su tono firme-preocúpate por mantenerte de pie-

Su siguiente movimiento fue algo más extraño. Pronunció otro mantra y de su cuerpo salieron cinco llamas que se dispersaron en diferentes lugares. Transformé mi espada listo para lanzarme hasta que la voz de Pietro me detuvo.

-es una batalla de habilidades no de arma-me reprendió algo angustiado

Bien, no tenía como defenderme aparte de la...ropa, y aquí es donde me vienen fantásticas ideas de como vencer a una experta en oraciones de exterminación de demonios. Tomé mi mochila buscando algo con lo que podría usar, pero apenas me la quité hizo un gesto con su mano y de ella salió un cordero, de pelaje blanco muy bonito. Se situó detrás de ella tomando posición de pelea. De su otra mano soltó una niebla blanca que se acercó amenazante hacia mí.

Primero, no me gusta que vean mi cuerpo y menos semidesnudo. En las clases de natación me ponía una licra manga larga y los shorts porque era lo único que aceptaban además de los calzoncillos.

Desgarré mi camisa como si fuera de papel higiénico y esta se hizo en tiras. Me ataron las muñecas y se lanzaron contra el piso hundiéndose. Me lanzaron a otro lado, esquivando la niebla, giré mis cintas y estas serpentearon hasta ella, sin embargo, el cordero baló y una onda de choque las hizo rebotar.

Con su mano condujo nuevamente la niebla. Tenía que esquivarla o podría disiparla. Hice una hélices que comenzaron a girar a grandes velocidades, al principio la niebla se resistió pero terminó desapareciendo.

Nikzia flaqueo al parecer, hizo una mueca de dolor. Ya lo tenía ganado, las tiras se deslizaron hasta ella atándola, la elevé hasta que...

En el aire se encendieron cinco llamas, fueron contra mi sin tiempo de protegerme. Caí con el cuerpo humeando, estaba con la garganta seca y respiraba con dificultad, necesitaba levantarme. Pude mover mi cabeza y mirar como estaba parada ella, el cordero volvió a balar y su cuerpo se envolvió de un aura verde, dándole más vitalidad a su rostro. Tenía que encargarme de ese animal. Reuní las pocas fuerzas que me quedaban para mover mis fintas y hacer una finta, las moví débilmente hasta ella, el cordero hizo su cántico protector. Lo que quería. Nikzia se confió pensando que la atacaría a ella pero en realidad até a su cordero y lo hice esfumarse. Cayó desmayada y mi vista comenzó a volverse oscura, al menos si quedaba inconsciente sabré que la había vencido.

Muy reconfortante.

Noche Roja: ColisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora