~Estaba completamente a ciegas... solo podía escuchar su respiración agitada y los labios del chico devorando los míos. Estaba a su merced, por lo menos durante los siguientes minutos, los cuales me hicieron entender del porque este juego se llamaba...
-¡Haneul! ¿Has visto mis botines negros?- Le pregunte a mi amiga mientras corria de un lado para otro.
-¿Cualés? Los sin tacón o los con tacón?- Pregunto recostandose en el marco de mi puerta.
-¡Los con tacón y flecos!-Gritaba mientras me ponia los aretes-Diablos Haneul nunca más...
-¿Miraste detras de la puerta?- Me preguntó levantado una ceja y riendose al ver que efectivamente, estaban detras de la puerta-¿Porque no te pusiste el vestido rosa? es mas tu estilo-Y antes de que respondiera agito las manos en forma de panico y las puso en sus caderas en forma de jarrón- No me digas... "Me lo puse porque BamBam dice que me veo bien en él y yo como estoy enamorada de él le hago caso en todo"-Lo decia imitando su voz y con expresión chistosa que me hizo reir.
-Haneul no es eso, a mi me gusta el vestido también, o eso creo. Se que no es mi estilo pero me hace ver diferente y a veces eso es bueno-en ese momento sono mi telefono por un mensaje. Bambam ya se encontraba esperandome fuera del edificio- Y se termina esta discusión porque me tengo que ir- Me pare, agarre mi pequeño bolso y la mire otra vez -¿Estas segura de que no quieres ir a la fiesta?- Le pregunte.
-¡NO! No quiero ni verle la cara a esa bruja, MUCHAS GRACIAS- Se dio la media vuelta haciendo una salida dramatica de mi habitación, lo cual me hizo reir.
- Entonces suerte con tu noche de Netflix- dije mientras me dirigia a la puerta.
-Y tu suerte con esa bruja- me dijo mientras caminaba a su propia habitación y se despedia con la mano.
Baje por el ascensor del edificio con un nudo en el estomago, de verdad no queria ir, pero tenia que apoyar a BamBam, era mi deber... ¿o no?. Creo que simplemente queria estar con él, que me notara como mujer no como una amiga, pero era una masoquista al hacer estas cosas por él. Ver como trataba mes tras mes conquistar a Eun Youngmi me dolia, mas de lo que a veces podia soportar y por eso Haneul odiaba un poco a BamBam. Según ella el se daba cuenta de lo que sentia y que él no hiciera nada al respecto la hacia enojar mas de lo que yo creia. La comprendia, era mi amiga y se preocupaba por mi, pero BamBam tambien lo era y tenia que apoyarlo, si él queria estar con Youngmi yo solo lo aceptaria y lloraria despues en casa.
Sin darme cuenta ya me encontraba en la entrada del edificio con un BamBam sonriente en frente de mi... Maldita sea estaba muy guapo. Me miro con ojos de sorpresa y se rasco la nuca con nerviosismo.
-Te ves hermosa Suni- me sonroje al instante y agradeci al cielo que ya estaba oscuro y no podia ver mi rostro rojo por la verguenza.
-Gracias, lo mismo digo de ti-un mechón de mi pelo se deslizo por el costado de mi cara y BamBam aprovecho de tomarlo entre sus dedos y volver a ponerlo detras de mi oreja mientras me sonreia. Paso un minuto en el cual nos mirabamos a los ojos sin decir nada, solo con el ruido de los autos pasar, hasta que un celular sonó y rompió la tension que se habia hecho por un momento.
Contesto el telefóno de inmediato dandome la espalda. Porfin pude respirar y abanicarme con la mano para bajar la sangre que se habia acumulado en mi cara por el momento que acaba de pasar... ¿¡PERO QUE DIABLOS PASO!?
Mientras tenia mi pequeño debate mental, BamBam me miro y apunto a un auto que venia a la distancia, el cual rapidamente llego a nuestro lado y en un acto de caballerosidad me abrio la puerta de este.
-Después de usted señorita- Me lo dijo haciendo una reverencia ridicula, lo que me hizo reir.
BamBam le dio las indicaciones al taxista y se acomodo a mi lado. Por mi parte saque unos audifonos de mi bolso y los conecte a mi celular, el viaje no iba a ser tan largo, pero con lo que habia pasado hace unos minutos atras queria evitar una conversación incomoda.
-¿Que estas escuchando?- Me arrebato un audífono y se lo puso- ¿Plz don't be sad?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Si... me gusta bastante. Es alegre y la letra es una maravilla.- Y eso fue lo ultimo que le dije, ya que después reino el silencio mientras en nuestros oídos pasaban canciones llenas de sentimientos. Sentimientos que se quedaban atragantados en mi garganta y que pedían salir, pero la voz de la razón hablo una vez más y permanecí inmutable en lo que quedaba de camino.
