A partir de aquel día, todos los que siguieron sucedía lo mismo.
La música de un violín desde el ventiluz junto a su edificio comenzaba a las dos y media de la tarde en punto y terminaba a las cuatro, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Y, mientras el sol calentaba las paredes de cemento que le separaban de su intérprete personal, Kim Mingyu se recostaba en su cama para escucharle.
Al inicio pensó que podría tratarse de una grabación, claro. Hasta que oyó los inconfundibles ruidos de alguien afinando el instrumento. Además, la música no siempre era igual: algunas veces precipitada, otras veces melancólica, unas pocas tan alegre que le hacía sonreír. Admiraba la ductilidad de los músicos y la capacidad de saltar de una emoción a la otra con total despojo.
Mingyu imaginó que la música hablaba desde adentro suyo. Sea quien fuere la persona que despertaba ésos sentimientos en él, estaba agradecido.
Lo único que lograba ver de ése misterioso violinista, era la diminuta ventana por la cual la música se escapaba, con cortinas azules dentro.
¿La dejaba entreabierta a propósito?
Los días escuchando a ése violinista fueron realmente maravillosos. Sin embargo, las preguntas empezaron a aparecer luego de la primer semana:
¿Qué apariencia tendría el violinista? ¿Era hombre o mujer? ¿Cual era su edad? ¿Por qué tocaba el violín todos los días a ésa misma hora?Mingyu en su mente comenzó a llamarle Sol Blanco. Sol, porque tocaba en el momento más soleado del día. Blanco, porque la luz del sol es blanca.
¿Qué pensaría Sol Blanco de él?
Nunca tuvo un amigo real, excepto su hermano Joshua, un año mayor o sus compañeros de la primaria a la que asistió hasta que tuvo el accidente.
¿Le tendría lástima, por estar en una silla de ruedas? Sol Blanco nunca querría ser amigo de alguien inválido, ¿verdad?
A Mingyu le parecía tan increíble el talento de saber tocar un instrumento, que casi olvida que él también sabía tocar uno. Sucedió hace bastante, cuando su madre dictaba clases en el preescolar
Se levantó de la cama, subió a su silla de ruedas y la dirigió hasta el armario de la sala, el cual abrió de par en par. Extrajo una caja larga como estuche de allí y regresó a su habitación.
Cuando se acomodó de nuevo en la cama, abrió el estuche y allí estaba lo que esperaba ver: Una flauta dulce color marrón oscuro.
No recordaba muy bien las notas, sólo había aprendido a tocar una canción: 'Estrellita, ¿donde estás?', sabía que podía sonar infantil pero lo intentó de todos modos. Una, dos y tres veces hasta encontrar la melodía indicada.
Estrellita, ¿donde estás?
Me pregunto si vendrás
De pronto, el sonido del violín irrumpe otra vez por la ventana; eran pasadas las cuatro de la tarde, pero Sol Blanco aún seguía allí y tocaba la misma canción que él.
¿Lo escuchaba desde su sitio?
Mingyu sonrió.
Sol Blanco notó su existencia.
Tocaron juntos, cada uno a través de su ventana. Con la música entremezclandose en el espacio que los separaba, bajo un blanco y ardiente sol de verano.
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Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]
FanfictionÉsta es una historia homosexual, si no tienes problema con ello, sigue leyendo. 👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇 Extensión: 91 Capítulos Género: Juvenil, Romance, Drama, Música Grupo: Seventeen Pareja: JiGyu/GyuZi (Mingyu/Jihoon) Sinopsis: Mingyu...