Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]

🎻 23

Era la primera vez que Mingyu visitaba un centro médico tan imponente. El Hospital Universitario en donde Jihoon estaba internado tenía más de setenta pisos y, según Seokmin notificó, contaba con una larga trayectoria en tratamientos para enfermedades relacionadas con la piel.

Joshua empujó la silla de ruedas a través de una rampa casi imperceptible ubicada justo frente a la entrada. Cuando las puertas principales se abrieron automáticamente hacia los lados y los tres ingresaron en la recepción, Mingyu se dio cuenta que había estado conteniendo el aire todo el rato desde que salieron del taxi.

En los largos mostradores de información a un costado, las personas se reunían con diferentes expresiones en sus rostros. Alivio, alegría, tristeza, furia.
Las voces le llegaban distorsionadas.

Ellos tenían que subir al piso 17. El ascensor era amplio, pero siempre se convertía en una experiencia mala para Mingyu, que no soportaba la idea de un cubiculo hermético moviendose arriba y abajo. Jihoon habría disfrutado vivir dentro de un ascensor, ése pensamiento le hizo sonreír.

Jihoon se alojaba en la habitación 116, a la mitad del corredor. Seokmin dijo que acondicionaron el cuarto para que le resulte más cómodo y sea el único ocupante.

-Puedes ir tú primero...- El hermano menor de Jihoon puso la bolsa que llevó a su hermano sobre las piernas de Mingyu.- Seguro que va a sorprenderse mucho.

Mingyu vio la enorme sonrisa del joven y casi se le humedecen los ojos.
-¿En serio?

-Nos quedaremos cerca de aquí...- Le avisó Joshua tomando la mano de su novio.- Esperaremos que salgas y Seokmin lo visite también... ¿Bueno?

-G... Gracias...- Susurró Mingyu, con la voz estrangulada.
Ellos ya se habían ido hasta el final del pasillo y no le escucharon. ¿Por qué le costaba tanto decir que estaba agradecido en el momento que lo sentía genuinamente?

Echó un bufido antes de abrir la puerta corrediza del cuarto 116.

Dentro todo era más oscuro que en el pasillo, Mingyu giró las ruedas de su silla e ingresó en la penumbra sin dudarlo. En algún sitio de ésa oscuridad, estaba su Sol Blanco y tenía que encontrarle.

En cuanto cerró la puerta tras él, y entornó los ojos, distingue una débil luz al fondo del habitáculo. Entonces le oyó cantar, con notas altas y voz aguda.

-Your day breaks, your mind aches...
You find that all the words of kindness linger on.
When she no longer needs you...

Mingyu avanzó hacia la claridad y, a medida que lo hizo, se dio cuenta que ésa luz provenía de una pantalla encendida.

-She wakes up... she makes up...
She takes her time and doesn't feel she has to hurry.
She no longer needs you...

Él estiró la mano, había una pesada cortina entre él y la luz.

-And in her eyes... you see nothing.
No sign of love behind the tears cried... For no...- Jihoon se detuvo en ése punto, seguro dándose cuenta o presumiendo que alguien estaba tras la cortina.- ¿Seokmin?- Cuestionó tímidamente y un tanto agitado.

Sin responder su pregunta, Mingyu movió la cortina que los separaba.