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Apenas el horario de visitas comenzó, la señora Lee fue la primera en ingresar, de ése modo también podría recibir el parte médico. Seguro el siguiente en entrar sería su padre y después Seokmin, que estaba muy ansioso y tenso.

Mingyu no albergaba esperanzas de verlo, se conformaba con estar cerca suyo y saber al menos si iba a recuperarse.

-Está dormido...- Les avisó un rato después la madre de Jihoon, reuniéndose con ellos otra vez en el corredor fuera del sector terapia intensiva.- Pero el doctor me dijo que la fiebre bajó y evoluciona favorablemente. Mañana planean trasladarlo si su estado mejora, lo más probable es que por su condición se quede varios días...

-Puedo verlo, ¿verdad, mamá?- Quiso saber Seokmin.

-Claro, cielo...- Ella acarició su cabello y luego miró a Mingyu fijamente.- Tú también puedes verlo si quieres, Mingyu...

El modo en que ella lo vio, le atrapó con la guardia baja.- ¿E-en serio?

-Va a mejorar más rápido si sabe que su mejor amigo vino a visitarlo...

Estupefacto, Mingyu limpió con la palma el borde de sus ojos húmedo con lágrimas de gratitud.
-Gracias... Gracias, Señora Lee...

La habitación era la número 13 de terapia intensiva, un cuarto individual donde Jihoon recibía las atenciones particulares de los médicos en forma inmediata y tenía a su disposición enfermeras que le cuidaban las 24 horas del día. Cuando Mingyu leyó él nombre 'Lee Jihoon' en la placa a un lado de la puerta, estuvo a punto de darse la vuelta y volver.

Porque le temía éso trás la puerta, lo tangible, lo inevitable, lo crudo, lo real. Se sintió tan infantil de pronto, un niño ingenuo y propenso a ser herido.

Le dieron cinco minutos para mirarlo, pues luego entraría la Señora Lee otra vez hasta que termine el horario de visita. Si no quería desaprovechar la oportunidad, debía ponerse en movimiento.

Abrió la puerta y se deslizó dentro del cuarto.

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora