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Joshua le dio a Mingyu el teléfono de Sol Blanco, no era su teléfono personal (puesto que no tenía uno) sino el de su casa, lo escribió en un papel todo arrugado.

¿Cómo reaccionaría si lo llamaba al menos una vez? Había tantas cosas que quería preguntarle desde que se enteró de su condición, ¿por qué nunca le dijo? La respuesta era bastante fácil de averiguar, supuso que se debía al mismo motivo por el cual Mingyu tampoco fue a visitarle jamás. Vergüenza.

La vergüenza de explicar una dramática condición que uno mismo no elige pero tiene que vivir con ello a la fuerza.

Sol Blanco, mi hermano me ha contado algunas cosas sobre ti, ¿estás de acuerdo si te llamo a tu casa?

Si, puedes llamar

A Mingyu le asombró su falta de objeción a ello. Ya era tarde aquel viernes, pasadas las diez de la noche, por lo general todos en su casa dormían a ésa hora. Robó el teléfono inalámbrico del comedor y regresó a su habitación. No había luces encendidas en la ventanita del frente, todo era oscuridad salvo por las lejanas luces de automóviles en la carretera.

Posicionandose sobre la cama, tomó varios y largos suspiros antes de marcar el número. El pensamiento de que sería la primera vez que escuche la voz de Sol Blanco, no ayudó a relajar sus entrañas.

-¿Hola?

Suave. Su voz era suave y calmada, un poco afónico. Se sintió muy cómodo escucharle porque entendió que de ése mismo modo lo había imaginado, justo así.

-Soy Mingyu...- Se presentó. De pronto, su propia voz pareció fea y quebradiza.- Gracias por dejar que te llame...

-No hay problema, Mingyu. Así que... ¿Lo sabes?

-Si, lo se... Tienes... ¿un problema para salír de tu casa?

-Y tú también lo tienes, ¿no es así?

Las manos de Mingyu hormiguearon y casi suelta el tubo de teléfono.- Yo...

-Tu hermano se lo contó a Seokmin incluso antes de ser novios y de algún modo me enteré. No te molesta, ¿verdad?

-Lo siento

-¿En serio lo sientes? Pues no deberías... Incluso yo tendría también que pedirte mil disculpas... Creo que nuestra amistad comenzó de atrás para adelante.

-Mi hermano ha dicho que soy complicado...

-Fingir ser alguien que no soy, está mal. Así que voy a presentarme, presta mucha atención.

-Te escucho

-Mi nombre es Lee Jihoon...- Jihoon, Sol Blanco se llamaba Jihoon.- Me gustan mucho los Beatles, toco el violín hace tres años y no puedo salir a los espacios abiertos desde el preescolar. Tu turno...

-Soy Kim Mingyu. Estoy en silla de ruedas desde los nueve. Mi sueño es ser arquitecto... Tengo celos de mi hermano.

-¿En serio tienes celos?- Mingyu lo oyó reír y fue como si tensaran las cuerdas de un violín justo en su vientre.- No parece tan impresionante con ése aire de deportista innato y sabelotodo. No entiendo cómo hace mi hermano para mantenerse a su alrededor...

-¿Jihoon?

Era tan perturbadoramente cómodo llamarlo por su nombre real.

-Dime...

-Yo... ¿Te molesta que esté en silla de ruedas?

-Si, me molesta mucho...

-¿E-en verdad?

-Me molesta porque... quiero que vengas a verme.

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora