🎻 05

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Con ésa nota, Mingyu confirmó que Sol Blanco estaba vivo, que existía.

Más ansioso que nunca, ésa tarde; esperó que Joshua vaya al Instituto, que su padre asista al trabajo, que su madre salga de casa y regrese luego, para poder escuchar otra vez la música de Sol Blanco.

Cuando ya casi era hora, aguardó sentado, junto a la ventana, que el violinista comience a tocar.

El momento llegó, la música de Sol Blanco, brilló más fuerte que las estrellas, alegrando y llenando de vida el maltrecho espíritu de Kim Mingyu.

Necesitaba saber más.
Cuando le preguntó casualmente a Joshua acerca del departamento frente al suyo, éste no supo responderle con precisión.

¿Quienes eran los integrantes de ésa familia?
¿Qué tal si a Sol Blanco se le ocurría repentinamente ir a visitarle sin que él sepa?

La idea le causaba miedo, pánico. No quería que el violinista descubra su discapacidad. No quería que lo vea.

Antes de las 4 de la tarde, Mingyu le mandó otro papel en la anteriormente usada pelotita de plástico. Necesitó más de doce intentos para hacer que caiga en su ventana.

Gracias por tu música
Tienes un gran talento

Sol Blanco continuó tocando hasta el final y, cuando la melodía se apaga gradualmente, no contestó su mensaje como hizo antes.

La respuesta llegó a Mingyu en la noche apenas regresó de cenar, fue una sorpresa ver otra vez la pequeña pelota de plástico colgando en la manija de su ventana. En ésta oportunidad, el pequeño papel era de color violeta y nuevas palabras había allí impresas a máquina de escribir:

A ti por escuchar

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora