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-Mamá estaba muy emocionada de que yo cene con todos.

-¿Hace cuanto que no cenas con ellos? Con tu familia...

-Mucho tiempo...

Mingyu evaluó al otro un momento, buscando el modo de no sonar mal.
-¿No tendrías que ponerte una ropa más adecuada?- Jihoon le observó inquisitivo.- Estás en pijama... y la cena Navideña es algo especial.

-Éste pijama es nuevo...- Mingyu chasqueó la lengua, lo cual hizo reír de nuevo a Jihoon.- Bromeo... Voy a cambiarme... ¿Quieres ayudar?

Jihoon se levantó de un salto y caminó tras él para empujar la silla de ruedas hacia el otro lado del cuarto, en donde había otra puerta. Al cruzar el umbral, Mingyu descubre que se trataba de un baño pequeño.

-¿Por qué vinimos aquí?- Pregunta, girando la cabeza hacia el otro chico. Sin embargo, Jihoon  ya no estaba allí, sino frente a su armario otra vez abriendo los cajones y revolviendo la ropa.

-No se combinar...

Se metió unos instantes después al baño llevando varias prendas en sus brazos que dejó sobre el regazo de Mingyu. Eran camisas de colores claros, y pantalones de jean prácticamente nuevos, con sus correspondientes etiquetas. Mingyu había comenzado a asimilar la situación hasta que, sin aviso, Jihoon se saca la camiseta frente a él.

Ver su torso desnudo habría sido impactante o cuando menos emocionante en otras circunstancias, pero ni siquiera tuvo la delicadeza de advertirle. Jihoon presentaba manchas en carne viva como quemaduras en los hombros y una grande, más roja sobre el torso. Su cuerpo era esbelto pero armoniosamente musculado, tenía el abdomen plano y el pecho firme. Cuando se dio cuenta que estaba mirándole más de lo conveniente, Mingyu desvió la vista y se concentró en las camisas apoyadas sobre sus piernas. Tomó una al azar.

-Ésta es linda...

-Lo se...- Jihoon arrancó la camisa de sus manos.- Mi cuerpo es asqueroso...

-¡No!- Mingyu tragó saliva y puso las manos en las ruedas para acercarse a él, pero no lo hizo.- No es éso...

Jihoon ya se había puesto la camisa y ahora abrochaba uno a uno los botones.
-A mi también me da asco, pero... ya que somos novios, pensé que tenías que verme así aunque sea una vez.

-¿Por qué te da asco?

-Estoy... pudriéndome...- Él casi se ríe.- Mi cuerpo no es importante de cualquier forma...

Jihoon dio un pasó más hacia la salida y pero Mingyu tomo su brazo antes que se vaya.
-No digas éso...

-¿Qué cosa?

-Tu cuerpo no da asco, Jihoon... A mi, me gusta. Es... me gusta, tu cuerpo... pero no es lo que crees.- Se arrepintió de haber largado aquello, así que probó otro enfoque rápido.- Mira... no es que vayas a andar desnudo por la calle, y si lo hicieras ¿a quien le importa?... Yo, amo tu modo de pensar, no tu cuerpo... Hay muchas personas que se ven bien por fuera, pero por dentro están lastimadas como tú... No es que tu cuerpo sea... lo que quiero decir es...

Jihoon no lo dejó terminar de exponer su argumento, se agachó un poco y envolvió sus hombros para abrazarle. Ahora olía a fruta y a madera. 

Los abrazos de Jihoon eran tan cálidos como sus besos.

Sol Blanco [JiGyu/GyuZi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora