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—¡arriba Paul!—John salta en la cama de Paul.
—John...sh.

El castaño pensó en toda la noche lo divertido que sería este día, hará sentir a Paul realmente espacial porque por más raro que sea nadie se debe de burlar de él.

—¡vamos Paul!—sigue brincando John.
—John, me agradas pero deja de molestar—Paul avienta una almohada a la cara de John.
Este cae al suelo y sea hace el muerto para asustar a Paul.

—¿estás bien, John?—Paul se asoma al suelo.
—no, estoy muerto...—susurra John con los ojos cerrados.
—ve a cambiarte que te veo en cinco minutos abajo—dice Paul.

...

Paul y John están en el puerto de Blackpool, sentados en una banca viendo a los barcos y sintiendo la brisa de una mañana de verano.

—¿y qué pasa con tu tía Mimi?—pregunta Paul.
—creo que ya no me quiere en su casa, no lo sé. La quiero y ella me quiere pero, creo que ya no quiere que viva con ella.

John nota que Paul tiene las uñas pintadas, su diadema y las piernas cruzadas elegantemente. Suelta una risita porque Paul es tan raro y agradable.

—¿de que te ríes?—pregunta Paul arrugando la nariz.
—ah, de nada. Recordé algo...—dice John.
—mentiroso.
—bien, fue de un chiste que me contó mi amigo George de Liverpool.
—¿me podrías contar el chiste de tu amigo de Liverpool?—Paul levanta una ceja retando a John.
—este...toc toc.
—¿quien es?
—tú eres.
—¿tú eres quien?—ser ríe Paul.
—tú eres inseguro no se porque.
—es no es un chiste y estoy seguro que no te reías del chiste de tu amigo.
—inteligente, señor McCartney.
—hay que caminar por la playa.

Paul se levanta y toma la mano de John para levantarlo. Una vez de pie se sueltan las manos.
Caminan por la playa, viendo el mar pero jamás viéndose a los ojos.

—¿John?
—¿si, Paul?
—tengo hambre.
—entonces llévanos a un buen restaurante que yo no conozco por aquí.
—conozco un lugar.

...

—es lo más delicioso que he probado—habla John con la boca llena.
—que asco, John—se ríe Paul hasta más no poder.
—te ves mejor así, sonriendo. Lindo—sonríe John.
—gracias.
—¿y a dónde quieres ir después de esto?—pregunta John.
—a visitar a Freda, ayer no fui y tal vez se esté preguntando dónde estoy.
—está bien, Paulie.

A Paul se le iluminan los ojos al escuchar el diminutivo de su nombre.
Es lo más lindo que le han dicho, John es lindo.

...

—¡Freda!—grita Paul al entrar al café.
—¡Paul!—responde Freda abrazado a Paul—¿en donde estabas maldito cara de bebé?—pregunta Freda molesta con las manos en sus caderas.
—¿puedes bajar la voz, amiga?—grita-susurra Paul.

John se ríe por el apodo de Freda y hace como que no escucha.

—no, no puedo bajar la voz. Ayer no viniste y estaba muy preocupado por ti. ¿Qué pasó?
—fueeldesiempre—responde Paul de corrido.

—¿que?—pregunta Freda más confundida aún.
—Stuart...—susurra Paul para que John no escuche.
—¿que Stuart?—se mete John.
—es un maldito idiota de la escuela de arte que se burla de Paul—contesta Freda muy enojada.

John voltea a ver a Paul y este solo baja la mirada porque se siente muy avergonzado de saber que John sabe lo estupido que es al no defenderse.

—Freda...—Paul voltea a ver a su amiga con lágrimas en los ojos.
—¿te molesto de nuevo? ¿Que te dijo? Sabes que, iré ahora mismo con ese idiota.

Freda se quita su delantal, lo deja en una mesa y sale del café. John se da cuenta que Paul no quiere eso y corre para detener a Freda.

—¡Freda!—grita John alcanzándola.
—¡¿QUE?!—grita Freda cuando voltea.
—no, ese idiota no merece tus corajes. Ya buscaremos la forma de resolverlo, deberíamos de estar ahora con Paul ¿no crees?
—si, tienes razón...solo me dejé llevar por el enojo, es que me da tanto coraje que le hagan estas cosas a Paul, él es la persona más dulce y no merece esto.

—uh...,no, no lo merece—murmura John.

Los dos caminan hasta el café de Freda donde está Paul sentando con la cabeza hundida en la mesa.

—lo siento, Paul—Freda se sienta a su lado y acaricia el cabello.
—está bien—responde Paul.
—no, no está bien, debes de ponerle un alto a Stuart.
—no.

John observa la escena y sabe que Paul tiene una historia, que no solo es el chico con el que chocó en la tienda de música sino un ser humano demasiado bueno y que sufre en silencio.

—¿quieres ir a casa, Paul?—pregunta John.

Sabe que no es su casa pero pensó que eso sonaría más amable.
—si—responde Paul con un puchero en sus labios.

John y Paul se despiden de Freda quien aún sigue algo molesta.
Los dos chicos caminan por las calles.

—sabes, todo estará bien, Paul.—John voltea a verlo.
—lo sé...,pero las cosas están tardando en mejorar—dice Paul cabizbajo.
—tal vez están mejorando y no te das cuenta. Siempre debes de ser positivo. Yo pienso que este día fue una mejora, me divertí mucho.
—yo también.

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Debo de admitir que no iba a publicar porque estoy algo triste, ya que los dos últimos One Shots que subí no pasan de las 39 lecturas💔 si quieren que cambie algo díganme, por favor🙏🏼

Lo que se viene:v gracias por leer🙏🏼💚

McLennon-Verano En BlackpoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora