McLennon-Verano En Blackpool

23🔥

Desde ayer Paul no sale de su habitación y esto le preocupa tanto a John, hasta le está preparando el desayuno al estilo Lennon: cereal con fresas, tostadas y jugo de naranja.

Pone todo eso en una bandeja y sube a la habitación de Paul para entregársela.

—toc toc—canturrea John.
—vete—susurra Paul.

John no hace caso y camina hasta su cama para dejar la bandeja en la mesita de noche.

—¿ya te vas a levantar? Porque la casa se siente muy vacía sin ti—habla John con el bulto de sabanas.—Martha no deja de molestarme.
—no quiero salir.
—¿por esos idiotas? Sabes cuando te conocí, bueno me asuste un poco, miles de preguntas rondaron por mi cabeza pero también pensé que eres un chico valiente Paul.
—cierra la boca—murmura Paul.
—está bien la cerrare porque no estoy acostumbrado a decir estas cosas—se ríe John.

Paul sale del bulto de sabanas y ve a John sentado a su lado, se reincorpora y se sienta para luego tomar la bandeja que le ha traído John.

—gracias.

John no responde ya que está absorto en el rostro golpeado de Paul, absorto en puro enojo porque no pudo evitarlo, si pudo, pero no quiso ir con Paul al baño. Nunca creyó que se lamentaría algo tanto.

—de nada, McCartney. ¿Entonces ya no saldrás nunca de la casa?—pregunta John.
—jamás.
—¿te estás rindiendo?
—no, pero ya no quiero salir a que en cualquier callejón me golpeen o se burlen de mí, es duro sabes.
—por supuesto que no. Bueno estaré abajo si me necesitas.

John se levanta y sale de la rara habitación de Paul. Se queda en el pasillo pensando en si debe de estar con Paul y no dejarlo ni un segundo o darle su espacio que muy probablemente necesite, tal vez necesita hacer algo fuera de la rutina o quien sabe, nada se sabe con Paul.

Vuelve a abrir la habitación de Paul y lo encuentra comiendo.

—no saldré—Paul habla con la boca abierta.
—¿solo al jardín trasero? Podemos acampar ahí ya que no quieres salir, McCartney.
—¿acampar?
—si. Te quiero afuera a las 7:30 p.m.

7:30 p.m

John instaló la tienda de campaña e hizo una pequeña fogata, todo para Paul pero para el es solo un día cualquiera.

—traes pijama—habla John.
—solo me bañe, John no me voy a poner ropa para salir al jardín trasero.

Los dos se ponen frente a la hoguera en sillas de playa.

—¿en serio jamás vas a salir?—pregunta John viendo el fuego.
—no—susurra Paul.

De un momento a otro Paul se pone a llorar en silencio, recordando lo que le hicieron ayer y como todos estuvieron ahí.

—es que yo ya no sé si pueda—dice Paul—todos se me quedan viendo raro en la calle, murmuran y me hacen sentir mal, John.
—no debería de importarte ser lo que...eres.
—te digo que no soy gay—sonríe Paul.
—oye está bien sino lo quieres aceptar, se que una de las fases de la aceptación es la negación.

Es raro para los dos; hablar honestamente y decir lo que han estado pensando por décadas.

—¿por qué decir que soy gay, John?—pregunta Paul viendo al castaño.
—por la...forma en que vistes y esas cosas femeninas qué haces.
—¿quien dijo que la ropa rosa era para las mujeres?
—¡yo no lo sé! Siempre ha sido así y yo no se porque pero así es.

Paul se queda viendo el fuego sin responder a las tantas preguntas que le ha hecho a John.

—¿no me vas a decir, Paul?—se ríe John.
—no lo entenderías—dice Paul acurrucándose en la manta.
—si, lo entendería. Explícamelo porque...hice todo esto por ti.

Paul ve a John y John ve a Paul. Sin saber qué pasa.

—¿por qué dar etiquetas al amor, John? Si yo amo a un hombre está bien y si amo a una mujer está bien. No porque una mujer ame a otra deba de etiquetarse ese amor como lésbico. Si yo quiero usar ropa rosa está bien porque me gusta. ¿Sabes por qué el azul es para hombres y el rosa para las chicas?
—no—murmura John.
—para que la estupida sociedad de la cual desafortunadamente formamos parte pueda saber que somos. Si vemos a una chica vestida como hombre nadie sabrá si es hombre o mujer y es solo ella al final del día. Es por total control, para oprimirnos, no me mientas porque sé que te di miedo la primera vez que te hable, tal vez pensaste en si era hombre o mujer y miles de preguntas estupidas—suspira Paul.

—no se que decir.
—¿entendiste?—sonríe Paul.
—creo...—murmura John.

Paul se pone a llorar de la nada.

—¿qué pasa?.
—lo odio John. Odio que nadie entienda—solloza Paul.

John lo abraza.
—yo trataré de hacerlo por ti.

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HOLAAA perdón por no actualizar ayer, estuve muy ocupada:v lo sé, es muy tarde pero fui con una amiga:D
¡RINGO TIENE 77! Mi bebé precios de ojos azules ya tiene 77:'v una año más y los que faltan💙 lo amo:D no se que sería de mi vía sin el constante ritmo de si batería💙 por eso y muchas cosas más, Ringo por ti:v

¿Les gusto el capítulo?:v

Gracias por leer🙏🏼